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Nacho Coronel: A 10 años de su caída, las dudas de la muerte del capo

Han pasado 10 años del asesinato de Ignacio Coronel y siguen muchas dudas surgieron respecto al abatimiento de "El Rey de la Metanfetamina"

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El 29 de julio del 2010, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó el asesinato de Ignacio “Nacho” Coronel, uno de los tres principales líderes del Cártel de Sinaloa, junto a Ismael Zambada García, “El Mayo”, y Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”. 

Los uniformados arribaron a una lujosa residencia donde el capo se resguardaba en la colonia Colinas de San Javier, en Zapopan, Jalisco. Por cielo y por tierra rodearon la casa de “Nacho” Coronel. 

Cuando el capó se dio cuenta de la presencia del Ejército, ya era demasiado tarde. Intentó, primero, huir por el jardín de su residencia, junto a su hombre de confianza, Irán Francisco Quiñones Gastélum, el único que lo acompañaba, y una mujer que aparentemente atendía al narcotraficante en la casa.

Sin embargo, la pronta detención de sus acompañantes hizo que Ignacio Coronel regresara a la casa, se atrincheró en una de las habitaciones y con un rifle de asalto intentó evitar su arresto.

 

Dentro del inmueble, “Nacho” Coronel mató a por lo menos a un Teniente, según el documento “Personal fallecido en Operaciones Contra el Narcotráfico” de la Sedena. La brutal respuesta del Ejército acabó con su vida. 

El semanario Proceso, en su edición 1763, difundió dos imágenes de Ignacio Coronel abatido. En ambas se ve al líder del Cártel de Sinaloa usando una playera blanca deportiva, cabello ligeramente largo peinado hacia atrás y una barba perfectamente recortada. 

“El Rey del Cristal”, como también lo apodaban debido a ser el pionero del tráfico de metanfetamina, había muerto. 

FOTO: PROCESO

Han pasado 10 años del asesinato de Ignacio Coronel y siguen muchas dudas surgieron respecto al abatimiento del narcotraficante originario de Durango. 

La necropsia que se realizó al cuerpo de “Nacho” Coronel arrojó que tenía entre entre 40 y 45 años, sin embargo, registros oficiales señalan que el capo nació el 1 de febrero de 1954, es decir, tenía al menos 10 años más que los señalado por el forense. 

Entonces, surgió la duda sobre si era en realidad Ignano Coronel, o no, el hombre que había sido asesinado hace una década en Zapopan, Jalisco. 

Anabel Hernández, periodista especializada en narcotráfico, profundiza estas dudas en su libro “Los Señores del Narco”.

Hernández señala que la identificación dactilar no arrojó resultados en el archivo del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF), el encargado de revisar el cadáver. 

La compararon, entonces, con las huellas que el Gobierno Federal tenía de un hombre identificado como Dagoberto Rodríguez Jiménez que, en efecto, era 10 años más joven que “Nacho” Coronel. Dio positivo.

Esto porque, según las autoridades federales, Ignacio Coronel había sido detenido, junto con 11 personas, en 1993 bajo el nombre de Dagoberto, pues poseía una identificación con ese nombre que lo hacía pasar como teniente de la Sedena.

El problema viene cuando, tras la muerte de Coronel, Javier Valdez, el fallecido periodista también especializado en temas de narcotráfico, publicó en La Jornada que, en efecto, “Nacho” fue detenido en 1993, pero no con el nombre de Dagoberto, sino con el de César Arturo Barrios Romero.

“Si en Sinaloa o en algún otro banco de huellas hubieran estado las de Coronel, estas habrían quedado registradas bajo el nombre de Barrios Romero y no de Rodríguez Jiménez”, explica Anabel.

Y continúa: “Lo anterior deja ver que el muerto del operativo del Ejército, a quien el gobierno federal pretendió identificar como Nacho Coronel, en realidad no era él. O no se analizó la forma dactilar, porque de antemano sabían que el cadáver era de otra persona, y solo dieron el nombre de Dagoberto porque hacía años se había cometido el error de identificar así a Coronel”.

La periodista abre la posibilidad que el fallecido, en efecto, era Dagoberto, pero insiste en que no era “El Rey del Cristal”, pues a los hechos se suman los dichos de gente cercaba a la familia de Coronel, quienes señalan que sigue con vida.

Esto sugiere que el fallecido en Zapopan no era, en todo caso, Ignacio Coronel. Las dudas siguen sin  aclararse a 10 años de su asesinato.