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Montemayor, el suegro de “La Barbie” que se niega a morir en prisión

Montemayor orquestó una red de narcotráfico en EU por lo que fue sentenciado a 34 años de prisión, más una década bajo supervisión, busca librar la pena

Escrito en NACIÓN el

Carlos Montemayor, un peligroso jefe del narcotráfico que trabajó para el Cártel de Sinaloa y de los Beltrán Leyva, se niega a cumplir su sentencia en prisión y pagar los cientos de millones de dólares que el gobierno de Estados Unidos consiguió en su contra.

Montemayor, apodado como “El Charro” o “El Narcocharro”, es conocido por ser suegro de Édgar Valdez Villarreal, “La Barbie”, capo del cártel de los Beltrán Leyva.

Detenido en México en 2010, extraditado a Estados Unidos en 2015, declarado culpable en 2018 y sentenciado en 2019, Montemayor pasaría 34 años y tres meses en prisión, más una década bajo supervisión. Además, tenía que pagar 190 millones de dólares de multa. 

De acuerdo con Milenio, Carlos Montemayor consiguió que un juez revisara el recurso de apelación contra su condena. Busca que le reduzcan los años de sentencia, que no tenga que pagar la multa -que dice no puede pagar- y que le permitan ver a su familia. 

Al momento de su detención, Montemayor tenía 38 años. Si se le suma los 34 de su sentencia en prisión y 10 años de supervisión, estaría en completa libertad a los 82 años, cuando la esperanza de vida en Estados Unidos y en México no es mayor a la de 80 años. 

¿QUIÉN ES CARLOS MONTEMAYOR?

Originario de Tamaulipas, Carlos Montemayor viajó a Laredo, Texas, en Estados Unidos en 1992 donde construyó una empresa de transporte desde cero. 

Esta compañía se especializaba en mover mercancías a través de la frontera, desde Nuevo Laredo, Tamaulipas, a Estados Unidos. Todo por la vía legal. 

Sin embargo, una década después de fundada la empresa, Montemayor la utilizó para enviar toneladas de cocaína y dinero de su venta a través de Estados Unidos.

Para lograrlo, se asoció con “La Barbie”, un violento capo que enfrentó al Cártel del Golfo y “Los Zetas”, en Tamaulipas, su bastión criminal, y se convirtió en el estadounidense con el rango más alto de un cartel de la droga mexicano.

Valdez Villareal, además, era un hombre de confianza de Arturo Beltrán Leyva, “El Barbas”, jefe de los Beltrán Leyva, entonces, adheridos al Cártel de Sinaloa.

En un principio, “El Charro” y “La Barbie” traficaban droga perteneciente al Cártel de Sinaloa. 

La alianza Valdez-Montemayor de pronto ya estaba moviendo hasta 300 kilogramos de cocaína por semana en Estados Unidos y regresando a México no menos de un millón de dólares por carga. 

Luego, en 2008, vino la ruptura del Cártel de Sinaloa y los Beltrán Leyva. Desde entonces,  “El Charro” y “La Barbie” trabajaron exclusivamente para los Beltrán Leyva. 

Sin embargo, la Administración para el Control de las Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) ya había puesto la mira sobre su red de narcotráfico, comenzaron a intervenir los teléfonos de los trabajadores de Montemayor y a incautar cientos de kilogramos de cocaína y millones de dólares en efectivo.

Luego, en 2010, ambos fueron detenidos por la Policía Federal. “La Barbie” en Lerma, Estado de México, y “El Charro” en Santa Fe, Ciudad de México.

Cinco años después, en 2015, Montemayor y “La Barbie” fueron extraditados a Estados Unidos, donde se declararon culpables. El primero fue sentenciado a 34 años y tres meses en prisión, más una década bajo supervisión, en 2019; el segundo a 49 años y un mes de cárcel, seguidos de 10 años de libertad supervisada.