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Colmenares ignoró alertas y hoy debilita a la ASF: Gerardo Lozano

Auditor de cumplimiento financiero presentó su renuncia la semana pasada ante las modificaciones hechas al reglamento interno de la ASF

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Gerardo Lozano, quien hasta la semana pasada se desempeñó como auditor de Cumplimiento Financiero en la Auditoría Superior de la Federación (ASF), aseguró que las modificaciones hechas al reglamento interno del organismo debilitan la confianza en sus resultados.

En entrevista con La Silla Rota, Lozano aclaró que, con su renuncia, no se refiere a posibles hechos de corrupción cometidos dentro de la ASF, sino a la concentración de toma de decisiones que permite el nuevo reglamento y que, en un futuro sí, podría generar opacidad en los resultados de las auditorías. 

“El entregable más importante que tiene la Auditoría Superior de la Federación, que le es realmente útil a la ciudadanía, son las denuncias de hechos. Con esta modificación al reglamento, los auditores pasan a ser solo maquiladores de auditorías”, dijo. 

Vía telefónica, explicó a este medio que la reforma al reglamento consiste en retirar a los auditores –quienes realizan el trabajo de campo en la fiscalización del dinero público– la facultad de generar los dictámenes técnicos de estas auditorías. 

Dichos dictámenes contienen, entre otros datos, las observaciones hechas al monto de presupuesto auditado, las irregularidades encontradas y la facultad de presentar denuncias de hechos o administrativas que castiguen los actos de corrupción. 

Hasta ahora, los informes eran integrados por los auditores. (Foto: Cuartoscuro)

Para Lozano, la reforma al reglamento no solo retira facultades a los auditores que trabajan en campo las investigaciones financieras, sino que abre "un posible espacio a la opacidad y a la toma de decisiones arbitrarias", pues concentra la creación de estos dictámenes en un área que no está dedicada a auditar. 

Este hecho, aseguró el auditor, puede comprometer la presentación de denuncias ante autoridades judiciales con oportunidad, es decir, a tiempo para poder sancionar a los sospechosos de haber cometido un hecho que puede ser considerado delito. 

“Esta modificación que se está haciendo al reglamento va a debilitar a la Auditoría Superior de la Federación, porque una persona va a tomar las decisiones (el titular de esa área) sobre lo que se denuncia. Eso a mí me parece gravísimo”.

Gerardo Lozano destacó que el área que dirigió ha presentado 138 denuncias de hechos, relacionadas con 19 mil millones de pesos observados, todas, por los auditores de cumplimiento financiero, quienes –dijo– son quienes deben tener esa facultad. 

“Además, creo que lesiones, de una manera muy importante, los principios bajo los cuales se debe realizar la fiscalización, que son la legalidad, la imparcialidad, la objetividad y la transparencia. Ya no vamos a saber qué sucede con el área de seguimiento, esa es mi preocupación más importante”.

OTRAS IRREGULARIDADES

Aunque Lozano decidió no hacer comentarios sobre otras irregularidades que han golpeado la imagen de la Auditoría Superior, destacó la desaparición del Consejo de Dirección, que funcionó como tal hasta mayo de 2019, cuando sesionó por última vez.

El Consejo, afirmó el auditor, se creó con la definición de ser un órgano de consulta, análisis y acuerdo, el último concepto, agregado por el ex auditor superior Arturo González de Aragón, con el fin de generar consenso dentro de los auditores de la ASF.


“Sesionó 17 o 18 años, hasta mayo de 2019, cuando se nos dejó de convocar. […] Agregar la palabra ‘acuerdo’ no fue solamente una ocurrencia, significó tomar conjuntamente decisiones sobre asuntos determinados. Este Consejo ya lo desaparecieron”.

Aunado a eso, Gerardo Lozano acusó que él se enteró de los cambios dentro del reglamento de la ASF el mismo día de su publicación. “El auditor interno se enteró que se quedó sin chamba el día que se publicó el reglamento”. 

DIPUTADOS HICIERON CASO OMISO

Gerardo Lozano detalló a La Silla Rota que acudió a citas con legisladores federales para plantearles su preocupación sobre los cambios en el reglamento interno, incluso envió oficios a la Comisión de Vigilancia de la ASF, perteneciente a la Cámara de Diputados.

“Ya que el auditor superior no hizo eco de mi súplica, pues lo subí de nivel. Me fui a la Comisión de Vigilancia a exigir que le pida a la Unidad de Evaluación y Control (UEC) que emita una opinión especializada sobre ese reglamento”.

Sin embargo, aunque algunos legisladores recibieron sus preocupaciones y trataron de darle cause al aviso, la Comisión de Vigilancia, que encabeza el priista Pablo Angulo Briceño, hizo caso omiso a las mismas. 

David Colmaneres (izq.), titular de la ASF, y Pablo Angulo (der.), titular de la Comisión de Vigilancia. (Foto: Cuartoscuro)

“La Unidad de Evaluación y Control tiene la facultad de posicionarse sobre el reglamento de la ASF […] tiene la facultad de hacer un estudio, un análisis profundo, de los impactos que tiene esta concentración de decisiones en una sola persona”.

La tarde de este martes, a través de un comunicado, la ASF informó que goza “por mandato constitucional y legal, de autonomía técnica y de gestión” para reformar su reglamento interno y destacó que “su trabajo nunca se ha centrado en personas sino en áreas”.

“Y quiero aclarar que no es solo mi trabajo, claro que no, a mí me tocó jalar la carreta nada más. Los héroes de esta institución son los auditores, ellos son quienes combaten la corrupción”.

 

ACZ