Main logo

México, sin Plan B para apoyar a los “dreamers”

El miedo a ser deportados es constante, pese al dominio de dos o más idiomas, buen historial académico, laboral y de comportamiento.

Escrito en NACIÓN el

Este martes podría finalizar la ley de protección a los indocumentados que llegaron a Estados Unidos desde niños, cuya situación no es regular en el país que preside Donald Trump, pero están insertados en la economía formal. Más de 618 mil son de origen mexicano.

El miedo a ser deportados es constante, pese a hablar dos o más idiomas, contar con buen historial académico, laboral y de comportamiento. En México, sus oportunidades son casi nulas, pese a la reforma que se aprobó en el Congreso para revalidarles sus estudios.

La tasa de desempleo -que afecta al 40 por ciento de la población en condiciones de trabajar-, es el primer problema que deben superar los llamados "dreamers". Un segundo proviene desde las dos instituciones públicas más importantes de México: la UNAM y el IPN.

Ambos centros universitarios se dijeron incapaces de recibir a los “dreamers” deportados ante la falta de espacio, que estará saturado con los 3 mil 613 lugares que la UNAM abrió en este ciclo escolar, ante el error en la evaluación para ingresar a su bachillerato.

En el Congreso mexicano, que recién inició actividades, tal vez se apruebe alguna partida económica para apoyarlos en caso de que Donald Trump decida deportarlos, ya que antes aseguraron no había dinero para ellos.

En marzo pasado, el secretario de Hacienda, José Antonio Meade dijo que no contaban con presupuesto adicional en las universidades públicas para extender la matrícula y así los “dreamers” concluyeran sus estudios. 

Tan sólo este año, 14 mil mexicanos pidieron beneficiarse con el DACA. Del 1 de enero al 31 de marzo renovaron la protección a más de 100 mil "dreamers", de los que 85 mil son de origen mexicano. 

La actual administración ha gastado en cinco años recursos por 1 millón 371 mil dólares para dar apoyo consular y en trámites a los jóvenes indocumentados que desean sumarse al DACA.

Otro que este lunes se dijo listo para el reto y la llegada de los jóvenes fue el jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, pero sin especificar en qué consistirá el apoyo que les brinden en la Ciudad de México. Sus buenas intenciones quedaron en un llamado a los gobernadores del país a cerrar filas y evitar atropellos a sus derechos. 

Casi el 80 por ciento de los llamados “dreamers” son mexicanos. La Secretaría de Relaciones Exteriores detalló que en el primer semestre de este año, el vecino país recibió más de 17 mil solicitudes para integrarse al Programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA por sus siglas en inglés).

De esas peticiones, 14 mil fueron de mexicanos, y de finalizar el programa de protección para los jóvenes inmigrantes, el Congreso estadounidense dispondría de medio año para anunciar otra ley que pusiera en orden su estancia en el país. 

Desde el 2012, alrededor de 800 mil jóvenes se han beneficiado con el DACA, según cifras de la Oficina de Ciudadanía y Servicios Migratorios (USCIS) y más de 618 mil son de origen mexicano, quienes representan al 78 por ciento de todos los "dreamers".