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LÓPEZ-GATELL

“Las personas que fallecieron, fallecieron” y otras frases de López-Gatell a raíz de su destape

Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud y llamado “Zar de la Pandemia” dijo frases polémicas durante la crisis por el coronavirus que provocó miles de muertes

Escrito en METRÓPOLI el

Nota del Editor: Este texto se publicó originalmente el 28 de octubre de 2020 a raíz del destape del subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell

“El uso del cubrebocas tiene una pobre utilidad”, “La fuerza del presidente es moral; el presidente no es una fuerza de contagio”, “no hay evidencia que sugiera una emergencia nacional”, “un escenario catastrófico sería llegar hasta 60,000 fallecimientos”, “las personas que fallecieron, fallecieron”, “hemos aplanado la curva”, fueron algunas de las frases que usó Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud y llamado “Zar de la Pandemia” para enfrentar la crisis por el coronavirus que provocó covid-19 en México y en todo el mundo.

A finales de 2021, el abogado Javier Coello Trejo, conocido como “El Fiscal de Hierro”, demandó a Hugo López-Gatell por un mal manejo y gestión de la pandemia que cobró la vida de más de 300,000 personas en todo México. Tras una ruta legal que siguió Coello Trejo al conseguir un amparo a familiares de una persona que murió por covid, un juez ordenó a la Fiscalía General de la República reiniciar la investigación del funcionario de la Secretaría de Salud y su papel durante la gestión de la emergencia sanitaria por covid-19.

Recuento del 28 de octubre de 2020, cuando México rebasó los 80 mil muertos.

México superó el 28 de octubre de 2020 los 90 mil muertos de covid-19. El pasado 5 de octubre, el país rebasó los 80 mil defunciones del nuevo coronavirus, es decir, en menos de un mes se confirmó el fallecimiento de 10 mil personas. 

Esta cifra ya significa 50% más de los “catastróficos” 60 mil muertos que dijo el subsecretario Hugo López-Gatell en junio pasado.

Madres, padres, hijos, hermanos, abuelos, esposos, amigos, que no son una cifra más de la tragedia, sino  personas que dejaron un gran dolor en el corazón de sus seres queridos. 

“Gatell dice que los muertos son los muertos, ya se murieron y ya. ¡No! Era mi papá, era una persona a la que yo amaba, era una persona a la que yo respetaba, era mi compañía, no es una persona mas que murió de covid, era una persona que quería salir de ahí, que quería salir caminando, que se cuidaba”, enfatiza Mariana Estrada, quien el pasado 17 de octubre perdió a su papá a causa del coronavirus. 

Bonifacio Estrada Ávila tenía 68 años de edad, se dedicaba a vender veladoras y cirios pascuales en iglesias de la Ciudad de México. Fue el 6 de octubre cuando comenzó con síntomas de covid-19 y aunque su familia hizo todo lo que estuvo en sus manos para que se recuperara, no fue posible. 

Bonifacio es sólo una de las 90 mil 309 personas que han fallecido por coronavirus en el país desde el pasado 18 de marzo, cuando ocurrió el primer deceso en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias.  De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud, esta tarde se confirmaron 495 defunciones más. 

Asimismo, hay 15 mil 087 decesos sospechosos de covid, algunos a los que no se les tomó muestra, otros que sí se les hizo prueba y hubo problemas al procesarla, y otros de los que todavía se puede saber su resultado. Sumando las muertes confirmadas y sospechosas, México podría tener ya 105 mil 396 fallecimientos. 

Con 5 mil 595 casos nuevos, la cifra acumulada de contagios aumentó a 906 mil 863. Asimismo, hay un millón 054 mil 019 casos estimados y 51 mil 425 casos activos estimados, que son los que actualmente están enfermos de coronavirus. 

Salud reporta que hay un millón 094 mil 322 casos negativos, 343 mil 620  casos sospechosos, y que se han recuperado 663 mil 639 personas que tuvieron coronavirus en toda la República.

“Sólo vi a mi papá dentro de una bolsa al entrar al crematorio”

El 17 de octubre, la familia de Bonifacio recibió la llamada que deseaban con todas sus fuerzas que no llegara, les avisaron que acababa de morir a causa de covid-19, apenas la tarde del día anterior lo habían intubado porque su nivel de oxigenación bajó hasta 40. 

Mariana llegó ese sábado al Centro Médico Nacional La Raza del Instituto Mexicano del Seguro Social, afuera del Hospital de Especialidades. Entre lágrimas, comenzó a gritar con todas su fuerzas a su padre para que saliera, le habría gustado verlo caminar por esa puerta, pero no fue así. Él ya había fallecido. 

 

“Ya mi papá nada más salió en una bolsa, dentro de la carroza, lo llevamos a cremar. Lo máximo que pude ver de mi papá fue (yo estando) parada, detrás de un árbol, verlo en una bolsa entrar al crematorio, fue lo más cerca que pude estar de él", relata.

 

Todo comenzó el 22 de septiembre, cuando a Bonifacio le robaron su automóvil en Coacalco, Estado de México. La familia sospecha que fue en el asalto o en el Ministerio Público donde pudo haberse contagiado, a pesar de que usaba cubrebocas. 

El 6 de octubre se sintió mal, pensó que se trataba de gripa, porque no tenía fiebre ni tos, sólo se sentía muy cansado. Al ver que no mejoraba, el viernes de esa semana le hicieron la prueba de diagnóstico del virus Sars-CoV2 en un laboratorio particular, el lunes les informaron que el resultado era positivo y fueron con un neumólogo. 

Al siguiente día su oxigenación bajó a 86 y comenzaron el peregrinar para que recibiera atención médica en un hospital. Primero lo llevaron a un hospital privado en el que les dijeron que tenían que pagar 30 mil pesos de inicio y hacer un depósito por 250 mil pesos. 

 

“Nos volteamos a ver mi hermana y yo, obviamente no nos alcanzaba, entonces nos vimos las dos y dijimos pues es que no lo vamos a poder pagar, yo no tengo tarjeta de crédito, ella tampoco, la única que tiene es mi mamá y ni siquiera es la mitad de ese dinero”, narró Mariana.

 

Lo trasladaron al INER, para entonces su saturación de oxígeno ya era de 69 y era urgente que lo hospitalizaran, pero ahí no tenían lugar. Cuando salió del Instituto, “todavía le tomé su mano, lo abracé y le dije que iba a estar bien", esas fueron las últimas palabras que Mariana le dijo a su padre, la última vez que lo acarició, la última vez que lo pudo ver. 

Decidieron buscar atención médica en La Raza, en donde Bonifacio se quedó internado aunque el miedo se veía en su mirada. Desde ese momento les informaron que su estado era delicado y que tenía riesgo de agravarse, ya que padecía diabetes e hipertensión, aunque tenía controladas ambas enfermedades. 

Con la ayuda de un trabajador del hospital, Bonifacio pudo hacer una videollamada con su familia. Le llamó a mí hermano y mi cuñada lo grabó, se  ve que está con el oxígeno, en la cama, les dice que está bien, que primero Dios va a salir de ahí. A mí me dolió mucho ese video porque es la última imagen que vi de mi papá”, narra Mariana. 

El jueves, le llamó por teléfono a su esposa y le dijo que ya se quería salir del hospital, que le consiguieran oxígeno para que estuviera en la casa. Todavía preguntó cómo estaban sus hijos, que eran su mayor preocupación, ya que había estado en contacto con ellos. De hecho, el hermano de Mariana y su esposa sí se infectaron, aunque no presentaron complicaciones. 

“No pude tocarlo ni despedirme de él”

“Estamos muy tristes, estoy muy enojada con Dios porque me quitó a mi papá, que era lo único que yo tenía, nunca he tenido riquezas ni nada, pero tenía a mi papá y para mí eso me bastaba porque aparte con él me llevaba mejor que con mi mamá y ahorita que me lo quitó me siento muy sola, me siento desamparada, me duele la forma en la que se fue, fue muy traumático, muy doloroso. No puedo sonreír, me siento ofendida cuando salgo a la calle y veo a la gente sin cubrebocas, me da mucho coraje porque pienso que por una de esas personas mi papá se enfermó”, expresa con dolor Mariana. 

Un paro bronco respiratorio fue el detonante de la muerte de Bonifacio, quien estuvo menos de una semana hospitalizado, en su acta de defunción se especifica que la causa del deceso fue covid-19. 

“Me siento muy mal, porque mi papá no era una persona perfecta, pero conmigo siempre fue muy amoroso, fue una persona con la que yo siempre conté. Me dolió mucho el hecho de no tener los medios económicos para poder pagar un hospital privado, a lo mejor hubiera tenido el privilegio de estar en contacto con su familia.

“El hecho de no poder tocarlo ni despedirme de él me dolió todavía más, porque los sacan como si fuera algo que alguien no puede tocar porque está contaminado. Entonces no me dejaron acercar. Nada más vi que lo tenían envuelto en una bolsa, como si fuera basura, todavía me duele mucho. Ni siquiera pude abrazar a mi mamá, a mi hermana, a mi hermano, no pudimos darnos consuelo”, relata Mariana mientras se le entrecorta la voz. 

Mariana señala que una de las cosas que más le duele es no haber podido tomar su mano cuando murió, el no haber podido estar con él en ese último momento de su vida, la idea de que murió solo, con miedo y preocupado por su familia. 

 

“Es terrible que nos quieran hacer creer que son uno más dentro de esta pandemia. Es una vida que se perdió porque algo falló, algo está mal en cómo han manejado las cosas, algo están manejando mal que la gente se está muriendo y está llegando tarde a los hospitales”, indica.

 

Ahora todo lo que Mariana tiene de su papá son fotografías y los recuerdos de todos los bellos momentos que vivieron juntos. Era muy apegada a él, incluso tiene muy clara la imagen de Bonifacio en un festival del día de la primavera, ella disfrazada de mariposa y él cuidándola. 

“Siempre me sentí así, que iba en la vida y mi papá estaba detrás de mí, viéndome, aplaudiendome, acompañándome. Son todos esos momentos en los que él estaba y ahora ya no va a estar”, enfatiza Mariana. 

“La estrategia no ha sido la mejor posible”

A lo largo de los ocho meses que han transcurrido desde que se reportó el primer caso de covid-19 en México y siete meses desde que ocurrió el primer deceso, La Silla Rota ha consultado a diversos especialistas quienes han señalado diversas fallas en la estrategia para hacer frente a la pandemia. 

Las estimaciones sobre las muertes que podría causar el virus Sars-CoV2 cambiaron de 8 mil a 12 mil 500, luego a 35 mil y al “escenario catastrófico” de 60 mil decesos que preveía el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell. Todas estas proyecciones quedaron rebasadas por la realidad. 

La última estimación que hizo el Instituto de Métricas y Evaluación de Salud (IHME) es que para el 1 de febrero México alcance las 129 mil 176 defunciones por covid-19, que pueden aumentar a 132 mil 498 si se relajan las medidas de prevención. 

Malaquías López Cervantes, académico de la Facultad de Medicina de la UNAM y vocero para la covid-19, destacó que desde hace tiempo especialistas en el ámbito de la salud “hemos estado insistiendo mucho en eso, en decir que la estrategia claramente no ha sido la mejor posible, que ha habido una actitud hasta cierto modo muy cándida, porque se creyó que con comprar aparatos respiradores ya con eso lo íbamos a hacer. 

 

“El presidente ha dicho es que todos reciben atención, pues sí, todos reciben atención y todos se mueren, da lo mismo que no los hubieran atendido. Cuál es la ventaja de decir sí los metí al hospital y sí le puse el respirador si encontramos que ahora ocho de cada 10 murieron. Eso tiene que ver con el hecho de que llegaron ya muy graves”, señaló.

 

Desde el inicio de la epidemia, en febrero, Alejandro Macías, quien fue comisionado Nacional para la atención de la influenza en 2009, destacó que se necesitaban hacer más pruebas para determinar mejor el mapa de actividad del virus. 

 

“Ya tendríamos que estar haciendo más pruebas, yo creo que México ha hecho menos de 300 pruebas para identificación de este virus, tendría que estar haciendo más. Hay 32 estados de la República, no es mucho pedir que hagamos unas tres o cuatro diarias por estado, eso significa unas 100 pruebas diarias, yo no veo que con menos se puedan sacar buenas conclusiones”, dijo en una entrevista que le hizo La Silla Rota.

 

Cuando llegamos a 50 mil muertes, Laurie Ann Ximénez-Fyvie, jefa del Laboratorio de Genética Molecular de la UNAM, enfatizó que “prácticamente todas las muertes por covid se pudieron haber evitado si las políticas de salud pública hubieran sido las adecuadas. Es decir, se podrían haber evitado todas y cada una de ellas, no, seguramente no, pero sí se pudieron haber mantenido los números muy bajos, la letalidad muy baja”. 

En las 60 mil defunciones por coronavirus, las autoridades de la Secretaría de Salud destacaron que habían disminuido las cifras de muertes y de casos confirmados; sin embargo especialistas que La Silla Rota entrevistó en ese momento cuestionaron  si esto se debía a que se estaban haciendo menos pruebas de detección.

El doctor en Ciencias Matemáticas, Arturo Erdely,  quien ha dado seguimiento a las cifras oficiales, explicó que los nuevos casos confirmados presentaban una ligera tendencia descendente,  pero “nos vemos en una situación de como se dice coloquialmente, qué fue primero, la gallina o el huevo". 

 

“Yo he buscado dar algunas posibles explicaciones, sospecharía más que sí tiene que ver con el bajo número de pruebas que se están aplicando en México, ése ha sido un tema que se ha cuestionado mucho”, dijo.

 

Cuando México rebasó las 80 mil defunciones por coronavirus, el doctor Francisco Moreno Sánchez, médico internista e infectólogo del Centro Médico ABC,  señaló que  “con el número de fallecidos al día de hoy, México llegó a 597 muertes de covid-19 por millón de habitantes, Italia tiene 549. En Italia no hubo camas disponibles en el pico de la pandemia, aquí siempre las ha habido. La estrategia de tener camas ha sido otro fracaso”. 

En estos meses, las autoridades de la Secretaría de Salud no escucharon ninguna de las recomendaciones. Sin embargo, para el doctor López Cervantes todavía es tiempo de dar un golpe de timón. 

 

“Yo todo el tiempo he dicho que siempre es un buen momento, cuando uno está cometiendo un error, siempre es bueno cambiar, siempre, aunque ya lleve mucho tiempo cometiendo el error, siempre vale la pena cambiar porque estamos hablando de vidas humanas”, enfatizó el especialista de la UNAM.