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Chihuahua merece un gobierno de tiempo completo, alude Meade a Corral

El precandidato del PRI a la Presidencia señala que hoy irá a Chihuahua y afirmó que sus ciudadanos merecen recuperar la tranquilidad

Escrito en NACIÓN el

José Antonio Meade, precandidato presidencial del PRI, alista este jueves una gira por el estado de Chihuahua y aludió en redes sociales al gobernador de la entidad, Javier Corral.

A través de redes sociales, Meade señaló que Chihuahua merece recuperar la tranquilidad y un gobierno de tiempo completo.

El gobernador Corral encabezó una caravana en reclamo a un adeudo que le tenía la Secretaría de Hacienda. El pasado sábado, el gobierno de Chihuahua y la Secretaría de Gobernación alcanzaron varios acuerdos, entre los que se contempla el pago de dichos recursos y la búsqueda de la extradición del ex mandatario estatal César Duarte.

Estuvo en NL

El precandidato presidencial de la alianza que encabeza el PRI, José Antonio Meade, se reunió este miércoles con la militancia de Nuevo León, entidad donde el tricolor llegará a las elecciones en medio de una profunda división interna que se agrava por los escándalos de corrupción que heredó el último gobernador priista, Rodrigo Medina de la Cruz. 

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La pérdida de la gubernatura en 2015 frente a un candidato independiente, las denuncias contra el ex gobernador Rodrigo Medina por peculado y enriquecimiento ilícito, la rebelión entre corrientes internas y el rechazo hacia su dirigencia estatal mantienen en una profunda crisis al PRI nuevoleonés cuyo escenario parece complicado de cara a los comicios del 1 de julio. 

Al igual que ocurrió en entidades como Veracruz, Chihuahua o Quintana Roo, el Revolucionario Institucional no ha podido deshacerse del lastre que representa su última administración a cargo de Rodrigo Medina, quien el 9 de agosto del 2016  fue vinculado a proceso por ejercicio indebido de funciones por presuntas irregularidades en los incentivos otorgados a la armadora KIA Motors, por más de 3 mil 600 millones de pesos y exenciones de impuestos que excedieron los montos establecidos por la ley.

Derivado del proceso, en enero de 2017 estuvo 19 horas en prisión preventiva en el penal de Topo Chico. Sin embargo, un juez de distrito ordenó su liberación, a través de un amparo tras considerar que era mínimo el riesgo de que se evadiera de la justicia, ya que anteriormente había acudido a todas las diligencias por el mismo caso. 

Tres meses después, en abril de 2017, la Fiscalía Anticorrupción de Nuevo León imputó al exgobernador un nuevo delito, el de enriquecimiento ilícito. No obstante, el mandatario ha logrado la obtención de amparos durante el proceso en su contra. 

Apenas el 2 de febrero pasado, magistrados del Segundo Tribunal Colegiado confirmaron la resolución de amparo contra la primer vinculación que le impusieron por ejercicio indebido de funciones públicas y delitos contra patrimonio al estado.

—La división interna. Se dan hasta con la silla 

Además de heredar a uno de los 22 mandatarios señalados por corrupción el PRI de Nuevo León, enfrenta una profunda división como no se ha registrado en  la militancia de otras entidades. 

La disputa entre expresiones del partido se intensificó a partir de agosto 2016, un año después de las elecciones intermedias que reconfiguró al Congreso local. En agosto de ese año, la elección del presidente de la Mesa Directiva, generó una confrontación entre grupos del priismo local en donde se amenazó con dinamitar los curules tricolores. 

Un grupo de diputados apoyaron a Eugenio Montiel al considerarlo la opción más viable para ocupar el puesto y unir al partido. Sin embargo Montiel no tuvo el respaldo del coordinador priista Marco González.

Finalmente se impuso Andrés Cantú para ocupar la presidencia de la Mesa Directiva, gracias al respaldo de Marco González a quien le tocó negociar con los delegados priistas para que se sumaran a su designación. Aunque se logró el acuerdo, el PRI en el Poder Legislativo continuo confrontado. 

Dos meses después, en octubre de 2016, Enrique Ochoa Reza, dirigente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, advirtió que no cedería a ningún chantaje  político de sus liderazgos, a quienes pidió de una vez dejar el partido.

En ese contexto hizo un llamado a respetarse entre las diferentes corrientes. “Todos aquellos que quieran hacer del chantaje político su expresión de participación, aquellos que sostengan que soy yo o no es nadie, sepan que las puertas están abiertas y que se salgan del partido (…)  Depende de cada uno de nosotros en mantenernos fuertes y unidos para participar en política, este Comité Ejecutivo Nacional privilegiará el diálogo abierto y transparente para mantener la unidad del partido”, señaló.

Para febrero de 2017, Eugenio Montiel renunció a la bancada del PRI y con ello a sus 31 años de militancia en ese partido. Desde el 8 de febrero, ya había dado a conocer que se desligaba de su fracción por diferencias con su coordinador. 

—Pese a llamados de la dirigencia nacional se enfrentan con violencia 

El nivel de división en la estructura estatal del PRI llegó a su punto más álgido en septiembre de 2017, cuando se registró un enfrentamiento durante la toma de protesta del nuevo dirigente estatal de la agrupación tricolor, Pedro Pablo Treviño, entre expresiones del partido. 

Los grupos que pelearon son los que encabeza el líder estatal de la CTM Isamael Flores Cantu y el ex cetemistas y ex líder del PRI Abel Guerra , quienes además desataron una guerra de acusaciones mutuas sobre presunto enriquecimiento ilícito. 

En el evento en el que estaba prevista la presencia del líder nacional, Enrique Ochoa, se golpearon con sillas y se accionaron extintores. Once personas resultaron lesionadas y seis fueron detenidos.