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Meade de gira en Guanajuato en medio de sobresaltos

La candidatura “de unidad” de Gerardo Sánchez a gobernador, puso en riesgo de fractura al PRI estatal

Escrito en NACIÓN el

En los últimos días de precampaña, José Antonio Meade, el precandidato a la presidencia de la República por la alianza que encabeza el PRI visitó Guanajuato, uno de los estados donde la definición de candidaturas expuso al Revolucionario Institucional a una profunda división que tuvo su origen en 2015. 

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La imposición de candidatos y de la dirigencia estatal desde el PRI central ha generado en los últimos años encono entre la militancia tricolor, que no ha podido apaciguar el líder nacional del partido, Enrique Ochoa Reza, pese a la designación de delegados especiales que intentan recobrar la unidad. 

En Guanajuato, un bastión del PAN por más de 20 años, la dirigencia del PRI en el estado bajo el control de Santiago García López, también diputado local (plurinominal), ha mantenido por casi tres años en permanente disputa a liderazgos locales que han pedido su destitución al responsabilizarlo, entre otras cosas, de la derrota electoral de 2015 en la entidad. 

Desde junio de 2015 Javier Contreras Ramírez y Roberto Vallejo Rábago, diputados priistas, exigieron que Santiago García López dejará el cargo ante las múltiples derrotas que se obtuvieron durante la elección del día 7 de junio, cuando perdieron la gubernatura y lograron el triunfo en 10 alcaldías contra 26 obtenidos por el PAN. 

Los legisladores además acusaron que García López se sirvió de su representación partidista para hacerse con una diputación local por la vía plurinominal. “En la campaña interna dijo que no utilizaría la dirigencia para un cargo público, dijo que iba a cambiar todo lo que se había venido haciendo en las dirigencias anteriores, y fue lo primero que hizo, por lo tanto no creo que una persona que falte a su palabra y entregue esas cuentas deba seguir en la dirigencia del partido”, acusaron ese año. 

Un mes después los alcaldes Aurelio Martínez Velázquez (hoy aspirante a la alcaldía de León por Morena) y Alejandro Korhauser Obregón culparon a la dirigencia estatal, encabezada por Santiago García López, de todos los desencuentros al interior del partido, tras señalar que la fractura se debía al “agandalle” de posiciones plurinominales. 

Esto era la crónica de una ruptura o pleito anunciado. La manera en como agandallaron las posiciones plurinominales, así como la presión e imposición en muchas planillas en varios municipios”, acusó Korhauser Obregón.

—Ochoa reconoce división 

En una visita hecha en septiembre de 2016, Enrique Ochoa Reza se reunió con la militancia guanajuatense en medio de un llamado al dialogo y a la unidad de todas las expresiones del partido. 

En el evento el líder nacional tricolor reconoció que el PRI estatal atravesaba un complejo escenario derivado de las diferentes posturas y corrientes al interior, y prometió a la militancia que designaría a un delegado especial del Comité Ejecutivo Nacional, para trabajar por condiciones de unión rumbo a las elecciones 2018. 

Necesitamos ser un partido de oposición de mejores ideas a la ciudadanía, pasar de proponer personas a proponer ideas, de dividirnos a unirnos, de trabajar aislados a trabajar en conjunto”, expresó en el encuentro.

Dos meses después, como parte de sus promesas de unidad y reestructuración anunció la designación del ex gobernador de Colima, Fernando Moreno Peña, como delegado del Comité ejecutivo Nacional, quien había asumido la misma responsabilidad durante las elecciones de 2015 que terminaron en derrota para el partido. 

Esto generó una nueva revuelta y grupos inconformes, identificados con Javier Aguirre y el senador Miguel Ángel Chico Herrera, manifestaron su inconformidad pues se trataba de un perfil que además era promovido por el también senador y hoy candidato al gobierno Gerardo Sánchez García. 

Como consecuencia, en mayo de 2017, se nombró a la senadora Chihuahuense Graciela Ortiz, como la nueva delegada del CEN del PRI. 

—El panorama actal 

Los jaloneos y disputas que desde entonces vive el PRI de Guanajuato, se complicaron aún más tras la designación de Gerardo Sánchez García como el “candidato de unidad”, postulación que también perseguían su compañero de bancada Miguel Ángel Chico Herrera quien ya había solicitado licencia al Senado, así como José Luis Romero Hicks quien se “bajó” de la contienda interna para sumarse a la campaña de José Antonio Meade. 

El senador con licencia Gerardo Sánchez García, exdirigente de la Confederación Nacional Campesina (CNC), se presentó como “un producto de la cultura del esfuerzo y no del privilegio” y aseguró que en su partido no hay fracturas, pese a las múltiples expresiones de inconformidad de militantes en contra de los métodos de está y otras designaciones. 

Con Miguel Ángel Chico Herrera dijo tener comunicación y diálogo, “tiene un espacio de participación y en lo que quiera contender nosotros haremos espacio, menos en el cargo de gobernador”.

Aseguró que está garantizada la inclusión de todas las corrientes políticas en las candidaturas a diputaciones federales y senadurías; afirmó que todas las expresiones se verán reflejadas en el proyecto que han ido construyendo.

Pese al rechazo de fractura, las inconformidades por las designaciones en las diferentes candidaturas ha generado el amago de algunos con abandonar las filas del partido, como en el caso de Bárbara Botello quien reprochó a a dirigencia el no haberla tomado en cuenta para la candidatura al Senado de la república, cargo para el que se postuló a Azul Etcheverry.