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“Me sugerían estudiara pediatría o ginecología, yo quería cardiología”

La doctora del IMSS marca la pauta en salud cardiovascular con el programa “A todo corazón”, donde la participación de las mujeres es de entre 10% y 15%

Escrito en NACIÓN el

“La cardiología no es el mejor ejemplo de inclusión”, dice Gabriela Borrayo Sánchez, coordinadora nacional del programa “A todo corazón, Código Infarto” del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), quien explica que luchó durante 10 años para lograr que se pusiera en práctica este proyecto.

Con motivo del Día Internacional de la Mujer, LA SILLA ROTA entrevistó a esta especialista, quien además de encabezar el programa Código Infarto, es la primera mujer que ocupa la vicepresidencia de la Asociación Nacional de Cardiólogos de México (ANCAM), ambos aspectos la llenan de satisfacción.

No hay sexo débil, "trabajos de hombres" dominados por mujeres

El Centro Médico Nacional Siglo XXI es el lugar de operación de la doctora, quien explica que la parte del programa del IMSS que se denomina “A todo corazón” está enfocada a la prevención primaria de infartos, fomenta que la población tenga hábitos saludables desde la infancia y les ayuda a identificar los factores de riesgo en etapas tempranas.

Sabemos que nuestro país tiene 73% de obesidad o sobrepeso, uno de cada tres tiene hipertensión y menos de 10% está controlado. También sabemos que la prevalencia de diabetes va creciendo, ya es más de 10%, así como el colesterol alto, las dislipidemias, como le llamamos. Es un problema que estamos viendo que cada día crece más”, menciona.

Ante este panorama, Borrayo Sánchez destaca, con una sonrisa, que en lo que más han avanzado es en el desarrollo del protocolo de atención para los servicios de urgencias que se llama Código Infarto, el cual fue implementado hace cuatro años.

La pasión con la que la especialista hace su trabajo se observa en la manera en la que explica los detalles del proyecto, en su forma de hablar se nota que disfruta lo que hace y que ha dejado cuerpo y alma en impulsar este plan.

El programa consiste en que si una persona tiene un infarto sus familiares se pueden comunicar al IMSS por teléfono o por una aplicación y reciben una respuesta de manera inmediata. Se activa una red de atención que facilita que se diagnostique a la persona para que reciba el tratamiento que necesita.

Con orgullo, Borrayo Sánchez resalta que gracias a Código Infarto la mortalidad por infartos disminuyó de 21% a 8.5%. Asimismo, bajó de 60% a 28% el índice de pacientes que no reciben atención, cifra que buscan mejorar.

LA LUCHA POR LA INCLUSIÓN DE LAS MUJERES EN LA MEDICINA

Borrayo Sánchez relata que eligió esta especialidad porque "desde medicina fue lo que más me gustaba. Algunos maestros me sugerían que yo estudiara pediatría, ginecología, pero como que yo estaba muy enfocada a ser cardióloga, desde un principio”.

Después de abandonar su natal Nayarit hace 25 años para seguir su sueño en la Ciudad de México, la doctora asegura que no se arrepiente de haber elegido cardiología, porque es una especialidad muy completa que ha evolucionado de manera importante con tratamientos innovadores que salvan vidas.

Sin embargo, el camino no ha sido fácil. Comenta que en la cardiología, como en muchas áreas de la medicina, la participación de las mujeres es de entre 10% y 15%. En las especialidades el problema se agudiza, “en algunas casi es imposible. Estoy hablando de especialidades como urología, es difícil ver mujeres urólogas, en cambio sí hay muchos especialistas en ginecología”.

Aunque afirma que ella ha recibido apoyo, admite que persisten barreras, las cuales aumentan cuando las mujeres suben de puesto a jefaturas de servicios, direcciones o puestos clave.

Yo empecé a tener problemas, por decirlo así, cuando me empezaron a dar jefaturas de servicio”, dice Borrayo Sánchez, hace una pausa y levanta con sus manos un pequeño manual de Código Infarto, “para llevar a cabo esto duré 10 años tocando puertas, ¿por qué?, porque es difícil, tal vez para todos, pero sí se tocan egos: ‘¿cómo una mujer hace eso y no yo?’”.

Justamente la búsqueda de mayor inclusión fue lo que la llevó a la vicepresidencia de la ANCAM, con el fin de cerrar las brechas que aún existen entre hombres y mujeres. A esta asociación llegó con un plan incluyente, no sólo de género, sino de escuelas de cardiología y de diversas regiones.

Actualmente la doctora expresa que lo que más disfruta de su trabajo es ayudar a los pacientes y enseñar a sus alumnos; al mismo tiempo quiere devolverle algo a la institución en la que se formó.

Me da mucha satisfacción, porque yo llegué aquí a la Ciudad de México hace 25 años, nací en Nayarit, y la verdad es difícil vivir en una ciudad como esta, pero el instituto me arropó, pude hacer maestría y doctorado, impulsar Código Infarto y todo lo que he podido hacer gracias al Instituto Mexicano del Seguro Social”, enfatiza.

Al recordar su historia, y con la experiencia que ha adquirido, les aconseja a las mujeres que buscan hacer carrera en el ámbito de la medicina que no se pongan límites y que luchen siempre por lo que quieren.

Las mujeres somos muy creativas, hay que hacer equipo, no hay que hacer competencia, hay que sumar a todos, hombres, mujeres. No hay que bloquear mujeres, al contrario, hay que apoyarnos. Creo que podemos lograr mucho”, asegura Borrayo Sánchez.

mlmt