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“Me decían ‘ahí va la lisiada’”: policía de CDMX acusa discriminación tras accidente

La oficial narra a La Silla Rota que ha soportado violencia psicológica y laboral de un grupo de compañeras que lanzaban comentarios despectivos sobre ella

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Su estatura de 1.80 metros, inusual entre mujeres policías mexicanas, y una lesión en el pie que le dificulta caminar, consecuencia del atropellamiento que sufrió como agente de tránsito, la volvieron blanco de discriminación y burlas en la Policía Bancaria e Industrial (PBI).

Verónica Granados Yedra lleva 11 años en esta corporación que forma parte de la estructura de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de Ciudad de México, tiempo en el que mantuvo una hoja de servicio intachable, sin denuncias ni quejas en su expediente.

Hasta septiembre de 2021 se desempeñó como agente de seguridad procesal en salas de oralidad del Reclusorio Oriente, labor durante la cual fue discriminada.

La oficial narra a La Silla Rota que ha soportado violencia psicológica y laboral de un grupo de compañeras que lanzaban comentarios despectivos por su estatura, su lesión y porque no participaba en otras tareas.

Decían: “Ahí va la lisiada”, “esa coja no sirve para el servicio, qué chin…hace aquí”; “por qué no va a operativos ni eventos”; “seguro se acuesta con los mandos”.

Señala que denunció los maltratos primero con escritos a sus jefas de la PBI y luego a través de quejas en diferentes instancias oficiales.

Lo que más la inquietó fue un incidente en el que hubo burlas no sólo hacia ella por parte de agentes procesales, sino a una imputada a la que custodiaba durante una audiencia.

“Las burlas tampoco deben tolerarse para esta mujer, menos de agentes procesales que son designadas sin tener carrera policial por el director de la PBI, Elpidio de la Cruz Conteras, tampoco ahora que el secretario Omar García Harfuch asumió el control de los centros penitenciarios para mejorar su manejo”, indica.

Refiere que lejos de recibir apoyo por denunciar estos hechos, autoridades emprendieron represalias en su contra al cambiarla de servicio sin causa justificada -dos veces en un mes-, con horarios nocturnos y actividades de patrullaje y seguridad que no le habían sido asignadas por su discapacidad al caminar.

ACCIDENTE Y SECUELAS

Entre enero y octubre de este año, Verónica laboró como agente de seguridad procesal en salas de juicios orales.

Tenía que garantizar la seguridad de los imputados y de las partes involucradas durante las audiencias, lo que le permitió seguir activa en la PBI pese a su fascitis plantar que le impide apoyar adecuadamente el pie izquierdo.

Fue atropellada en 2017 por un vehículo que circulaba en contraflujo en Eje Central Lázaro Cárdenas y República de El Salvador, Centro Histórico, cuando era agente de tránsito.

El accidente dejó secuelas, no volvió a caminar normalmente.

A través del memorándum DSM/0613/08/2021, de fecha 24 de agosto de 2021, dirigido al comisario Noé Castillo Pérez, director operativo de la PBI, el médico Marco Antonio Saavedra emitió su más reciente diagnóstico y recomendaciones respecto a la oficial.

“Para un mejor control de su padecimiento se sugiere no realizar dobles turnos, no asistir a operativos especiales, no realizar actividades físicas en el campo de instrucción policial (sólo pláticas)”, se lee en el documento.

Sin embargo, manifiesta que al desarrollar su servicio en el Reclusorio Oriente fue víctima de mofas de las agentes Guadalupe “C”, Paula Mariana “C”, Erika Anabel “M” y Pamela “R”, todas con cargos jerárquicamente superiores al suyo, así como de Corina Nayeli “O” y Jennifer “R”.

“No las enfrentaba porque no quise caer en provocaciones ni tener problemas, nunca los había tenido, también soy madre y el sustento de mi hogar, pero un día en el que firmaba mi fatiga (lista de asistencia) el asunto llegó al extremo porque al inclinarme, dos de ellas me tocaron los glúteos”.

Manifiesta que exigió respeto y esto las enfureció. “Ellas se llevaban pesado, a mí eso no me parece, me dijeron que era bipolar, amargada, que yo andaba con los jefes porque no iba a los operativos ni cubría turnos nocturnos, arreciaron los insultos, risas”.

INDIFERENCIA DE SUS SUPERIORES

El 9 de septiembre de 2021, Granados Yedra estuvo en las salas de audiencia con la responsabilidad de custodiar a una persona de talla baja, lo que provocó carcajadas de las policías.

Delante de la imputada preguntaron ¿por qué tú traes a una chaparrita?, lo que Verónica ya no aguantó porque asegura que puso en riesgo su trabajo y se afectó la dignidad de esta mujer.

“Me incomodaron mucho las burlas a esta persona, pues mi trabajo estaba de por medio, las personas que custodiamos merecen respeto, como policías procesales no tenemos por qué juzgarlas, estamos para cuidarlas, brindarles el apoyo necesario, no para discriminarlas ni burlarnos de ellas.

“Ser policía procesal es un honor, estar en las salas de audiencia viendo al juez cómo realiza su labor y nosotros también custodiando su estancia en las instalaciones de oralidad”, puntualiza.

Denunció los hechos ante sus jefas, la inspectora Graciela Mancilla Coyotecatl (indicativo Selenio) y la subinspectora Flor Rodríguez Hernández, quienes minimizaron la situación y no tomaron acciones de mando contra las agentes.

Entonces presentó querellas, tanto en el área de Supervisión y Evaluación de la PBI (13 de septiembre pasado), como en la Comisión de Derechos Humanos de Ciudad de México.

Envió un escrito a la oficina de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum; interpuso una demanda en la Fiscalía General de Justicia (FGJ), donde se abrió una carpeta de investigación por el delito de discriminación.

Además de una queja en el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación (Copred) de CDMX, ahí le respondieron que su caso “es más de violencia laboral que algo que violente sus derechos”.

Asegura que las agentes denunciadas utilizaron a trabajadoras de intendencia para que la acusaran de haberlas ofendido.

Explica que se trata de una represalia; las quejas en su contra fueron porque supuestamente maltrató a las empleadas en febrero y en septiembre.

“Es absurdo, hay cámaras por todas las salas de oralidad, además por qué si las maltraté mis superiores no hicieron nada en la primera denuncia, no me notificaron o llamaron la atención; en el caso de la segunda dicen que sucedió el 8 de septiembre, fecha en que se suspendieron labores por el sismo del 7 de septiembre”, detalla.

Lamenta que su caso haya sido ignorado por autoridades de la SSC y PBI, quienes cree que consideran que es un asunto sin importancia y “nada fuera de lo común”.

Resalta que no es un asunto menor, pues lo importante es el respeto a la dignidad de los uniformados en cualquier ámbito y eso lo han defendido el titular de la SSC y Sheinbaum.

La agente se fue de vacaciones y al regresar el 1 de octubre le avisaron que tenía que ir por una notificación inexistente a la Primera Sección de la PBI en San Juan de Aragón; posteriormente le avisaron que estaba asignada a la custodia nocturna en el depósito vehicular del Centro Histórico, servicio que requiere que porte arma larga y permanezca de pie.

Después la enviaron a realizar labores de patrullaje en la alcaldía Álvaro Obregón.

El 8 de noviembre le notificaron mediante el oficio PBI/DSEC/2784/11-2021 que su escrito por el que “denuncia una serie de acontecimientos y anomalías, suscitadas dentro del servicio de agentes de seguridad procesal de salas orales del Reclusorio Oriente” fue turnado a Asuntos Internos de la SSC, pero teme que el caso quede archivado.

PBI RESPONDE 

La Policía Bancaria e Industrial (PBI), la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México, en respuesta a la publicación de la historia de Verónica Granados Yedra, aseguró que la Dirección de Supervisión y Evaluación Corporativa de la Policía Bancaria e Industrial (PBI), ha atendido cada una de las peticiones de la uniformada, mediante una carpeta de investigación, con la que se da seguimiento al caso para esclarecer los hechos.

“A petición de las autoridades de la Dirección Ejecutiva de Agentes de Seguridad Procesal, fue retirada de las Salas de Audiencias del Reclusorio Preventivo Varonil Oriente, donde esta corporación brinda servicio, ya que de acuerdo con la representante, se suscitaron diversas anomalías durante su desempeño, tales como, indisciplinas y faltas de respeto a compañeros de trabajo y personal de limpieza del inmueble llegando incluso a la agresión física, así como no apegarse a los protocolos; por ello la oficial fue turnada a otro servicio”, expone la PBI en un comunicado.

Con el fin de evitar afectaciones a la condición física y patrimonial de la oficial, detalló el cuerpo de seguridad, por instrucciones del Director General de la PBI se reincorporó a la comisión de procesales, donde actualmente labora.

El expediente administrativo completo del caso está en la Dirección General de Asuntos Internos de la SSC para el seguimiento de las investigaciones correspondientes.

“Esta Secretaría de Seguridad Ciudadana reitera su compromiso de respetar los derechos humanos de todos los integrantes de la Institución y actuará conforme a la ley en caso de presentarse actos que transgredan los valores y principios por los que se rige”, agregó la PBI.

Pese a la versión de la SSC, La Silla Rota confirmó que la policía Verónica Granados Yedra estuvo asignada este 24 de noviembre en labores pie-tierra de seguridad y vigilancia en el Sector San Ángel de la alcaldía Álvaro Obregón.

Participó en la aplicación de diversos códigos águila, es decir supervisión de establecimientos, comercios y bancos, así como en una puesta a disposición en el Ministerio Público AO-3.

Ninguna de sus actividades fue en patrulla u otro vehículo, todas lss llevó a cabo mediante caminatas, sin importar su lesión en el pie izquierdo.

Sus actividades pueden comprobarse con la firma de su lista de asistencia, conocida como "fatiga", por lo que no ha sido reincorporada hasta este miércoles a la comisión de procesales.

 


(djh)