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“Me da más temor enfermarme de influenza que la aguja”

Desde este jueves y hasta el mes de diciembre se llevará a cabo la jornada de vacunación contra la influenza “¡ponle el hombro a la vacuna!” en la República

Escrito en NACIÓN el

“Me da más temor enfermarme de influenza que la aguja”, dijo Yadira Ayala sólo unos minutos antes de recibir la dosis de la vacuna contra la influenza, que comenzó a aplicarse este 1 de octubre en todo el país.

Desde este jueves y hasta el mes de diciembre se llevará a cabo la jornada de vacunación contra la influenza en la República, con el lema “¡ponle el hombro a la vacuna!”, lo que quiere decir que durará tres meses menos que en temporadas anteriores para evitar que haya una sindemia con la epidemia de covid-19. Este año se aplicarán 36 millones 490 mil 871 dosis, casi 5 millones de vacunas más que el año pasado, en las que se invirtieron más de mil 800 millones de pesos.

Fue una mañana movida en el puesto de vacunación ubicado en el kiosco Morisco de la colonia Santa María la Ribera, en la alcaldía Cuauhtémoc. A las 8:30 de la mañana ya había personas formadas y para las 11:00 horas ya no había vacuna contra influenza.

“NO NOS CUESTA NADA VACUNARNOS”

Yadira llegó a las 11:15 y el personal de salud del puesto de vacunación le dijo que en 40 minutos llegarían más dosis, por lo que decidió esperar. Ella era la tercera y aunque algunos se fueron, poco a poco la fila se fue haciendo más larga en un costado de este emblemático parque de la capital del país.

Usando un cubrebocas azul y sólo una playera blanca a pesar de que hacía frío, Yadira contó que cada año acude a vacunarse contra la influenza y que en esta ocasión acudió especialmente para evitar correr mayor riesgo por este virus y por el Sars-CoV2 que causa la covid-19.

Señaló que ve la situación actual en el país “muy difícil, porque no hay mucha conciencia de la ciudadanía de protegernos unos con otros, porque no es nada más que me proteja yo, sino que proteja a los demás, pero ojalá que cada uno hagamos lo que corresponde”.

Respecto a los esfuerzos que hace el gobierno de la Ciudad de México por acercar este tipo de servicios de salud a la población, esta mujer de cabello cano destacó que esta medida es “perfecta, porque de por si la gente no es muy asidua a vacunarse, así que es una manera de acercarnos más y decir bueno, lo tienen a la mano, háganlo, qué más les cuesta, no tienes que pagar, no tienes que ir lejos de tu casa, lo tienes cerca, que te cuesta formarte un rato y que te pongan la vacuna. Los más que puedan vacunarse, es un bienestar común, entre menos gente enferma haya, menos contagios”.

Adelante de Yadira se encontraba formada Rosalba León, quien dijo que se enteró que estaban vacunando a la gente por el grupo de la colonia Santa María la Ribera en Facebook, eso la motivó a ir, aunque ya tenía planeado ir a su clínica.

“Yo creo que ahorita todos estamos alertas con esa situación y protegernos, del covid sabemos que son unas medidas de seguridad que debemos de seguir, pero de la influenza pues es vacunarnos”, enfatizó.

“DESDE QUE ME VACUNO YA CASI NO ME ENFERMO”

Los rayos del sol comenzaban a calentar la mañana en el kiosco morisco, Luz del Carmen Serrato Abud, doctora del área de Epidemiología en la Clínica de Especialidades 4, indicó que en este puesto del gobierno de la Ciudad de México se aplican las vacunas contra influenza y contra el sarampión.

Asimismo, en otro módulo se hacen pruebas de covid-19 porque esta colonia es una de las 158 que se consideran de atención prioritaria, pero la doctora destacó que han atendido a pocas personas que buscan que se les tome la muestra.

El horario de atención es de 9:00 a 13:00 o 13:30 horas, dependiendo de cuántas personas busquen atención. Alrededor del mediodía llegaron las 50 dosis extras de vacunas, para cuando las recibieron ya estaba formado el número exacto de personas a las que se les aplicaría.

Aunque en la fila había personas de todas las edades, Serrato Abud detalló que la vacuna de influenza se aplica a grupos prioritarios, como menores de 5 años, adultos de más de 60 años y en los demás casos depende de otros factores, como obesidad, diabetes, hipertensión o con alguna enfermedad crónica, así como jóvenes con problemas pulmonares como asma.

No pasaron ni cinco minutos desde que se recibieron las 50 vacunas extra para que comenzaran a aplicarlas. La enfermera mostró toda su experiencia, porque en menos de minuto y medio preparaba la aguja con la dosis y la aplicaba.

Cuando Yadira pasó a que la vacunaran incluso le dijo a la enfermera “tiene la mano muy suavecita, no sentí nada”.

Sin embargo, no todos pensaron lo mismo, como un niño de aproximadamente cinco años que comenzó a llorar y a gritar para evitar a toda costa que lo vacunaran, su mamá trataba de controlarlo y fue así como lograron aplicarle la dosis, aunque con lágrimas de por medio.

Verónica Saldaña era la quinta en la fila. Ella venía desde Atizapán de Zaragoza, en el Estado de México, sólo iba pasando por el kiosco y vio que estaban aplicando la vacuna contra influenza, por lo que se animó a quedarse.

Relató que “ya me había vacunado, pero sí le tenía miedo antes porque decían que daba más fuerte, pero ya van tres veces que me vacuno y casi no me enfermo ni de la gripa ni de la tos. Ya comprobé que es un mito, yo tenía pavor, pero después de ponérmela no me enfermo”.

(MJP)