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Más de 20 mil muertos por covid, y mexicanos en parques, fiestas...

Para decenas de mexicanos, la sana distancia ya no existe, desde el Día del Padre las reuniones y encuentros para festejar no paran mientras los casos aumentan

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En los municipios y la capital del país poco a poco se observa que sale más gente a la calle, a pesar que se ha superado la barrera de los 20 mil fallecidos por covid-19 y que los registros de casos siguen incrementando diariamente.

El viernes 19 de junio, dos días antes del Día del Padre, México alcanzó la cifra de 20 mil 394 muertes por covid-19; sin embargo eso no fue impedimento para que la gente saliera a las calles y se reuniera el domingo para festejar en familia.

En la colonia Álamos algunos negocios de comida que habían cerrado desde abril comenzaron a abrir sus puertas a partir del 14 de junio. Dentro del mercado hay una taquería, la cual solo vendía para llevar, pero que a partir de ese día comenzó a permitir que los clientes comieran ahí, por lo que desde entonces se ve a hombres y mujeres que cubrebocas abajo, disfrutan sus tacos acompañados de un refresco.

También otros negocios comenzaron a reabrir, como las estéticas, que parece haber una en cada cuadra, aunque se ven aún vacías de clientela.

El parque Álamos cada mañana se llena de corredores, algunos trotan sin cubrebocas y otros atletas incluso se brincan las zonas restringidas para hacer ejercicio en los aparatos gimnásticos de acero, uno de los materiales donde más resiste el coronavirus.

Por las noches se podía ver muchas personas que salían a las calles a caminar con niños, en pareja, a veces, para pasear a sus perros. También se podían observar más coches que pasaban. 

Aunque en general las personas que van por la calle lo hacen con su respectivo cubrebocas, tampoco es extraño encontrar parejas que van por la calle presumiendo su amor a besos, adultos mayores que ven con extrañeza a quienes se protegen o grupos de gente donde nadie porta el adminículo.

Sobre Avenida Tlalpan, que colinda con la colonia, el tráfico ya se nota más copado de automóviles particulares, aunque el transporte público, tanto Metro como transporte concesionado aún se observa disminuido.

No obstante, la Ciudad de México encabeza la lista de decesos por coronavirus, con 5 mil 656 hasta este martes, así como la de casos confirmados, con un total de 43 mil 596 contagios acumulados. 

SANTA MARÍA LA RIBERA, SE NEGÓ A CERRAR

En la colonia Santa María la Ribera ubicada en la alcaldía Cuauhtémoc, la relajación de medidas no es tan evidente pues el movimiento nunca se detuvo con el inicio de la pandemia y solo algunos locales y negocios cerraron sus puertas.

Conocida por sus calles llenas de comercios, algunos optaron por dar servicio para llevar o limitar la entrada de compradores.

“Mire, estoy sanitizando para que no se preocupe por lo que compra”, dice don Javier al momento de rociar solución de agua con cloro en la banqueta al pie de su negocio cuyo giro de taquería cambió temporalmente para ofrecer frutas y verduras frescas por la baja en las ventas mientras algunos, la mayoría con cubrebocas, siguen paseando por la calle entre la “nueva normalidad”.

De igual forma, aunque en la Alameda de Santa María las cintas de prohibido el paso que enmarcaron el parque desde el inicio de la jornada de Sana Distancia nunca fueron una limitante para algunos corredores y familias. 

Ahora que las medidas se relajan más puede verse a más parejas caminar tomadas de la mano comiendo un helado mientras el cubrebocas cubre su cuello en realidad. Otra razón por la que se ve mayor movimiento en el parque se debe a que frente a este varias personas venden en su automóvil artículos para cubrirse y protegerse del coronavirus.

PAPÁS DISPARAN MOVILIDAD EN EDOMEX

De acuerdo con el Informe de Tendencias de Movilidad de la empresa Apple, hasta este lunes 22 de junio, el Estado de México reportaba una disminución de 42 por ciento en la movilidad que tienen sus habitantes a pie, en el transporte público y en vehículos particulares, aunque esta tendencia comenzó a bajar gradualmente a partir de los primeros días de mayo, cuando se reportaba hasta 63 por ciento menos de actividad en el territorio mexiquense. 

Sin embargo, el fin de semana, cuando los mexicanos celebraron el Día del Padre, la movilidad alcanzó su punto más alto desde el inicio de la contingencia sanitaria del covid-19 en esta entidad, al solo reportar 30 por ciento por debajo de la normalidad.

En un recorrido realizado por los municipios del Valle de México se constató que la circulación incrementó hace un par de semanas sobre las vialidades más importantes como Periférico Norte, Gustavo Baz, Boulevard Adolfo López Mateos y Mario Colín; sin embargo, el flujo de gente se mantiene irregular, ya que aumenta por las mañanas y por las noches, en horarios considerados como "horas pico", aunque éste no se ha normalizado como hasta antes de la pandemia.

Respecto a casos confirmados, el Estado de México también aparece en segundo lugar con 30 mil 011 personas contagiadas y tiene una brecha amplia con el tercer estado de la lista que es Tabasco con 8 mil 956, después está Veracruz con 8 mil 662, Puebla con 8 mil 427 y Baja California con 8 mil 57. 

Autoridades municipales de Tlalnepantla señalaron que, a partir del 01 de junio, fecha en que inició la Nueva Normalidad, la movilidad en esta demarcación alcanzó el 50 por ciento y, desde entonces, se ha mantenido en ese rango, a pesar de que se conservan algunas restricciones para evitar que la población salga de sus casas, como es el caso del cierre del primer cuadro de la ciudad y la restricción del comercio ambulante en la zona centro.

En Naucalpan, desde esta semana, también se cerraron las calles aledañas al palacio municipal para el tránsito de vehículos particulares y el transporte público; restricción que se sumó a la impuesta al inicio de la Fase 3 en la zona comercial de San Bartolo, ubicada en el centro de esta localidad. Las zonas comerciales de Ciudad Satélite y Lomas Verdes se mantienen sin cambios considerables.

El gobierno municipal de Huixquilucan  señaló que, con la incorporación de nuevos sectores como el de la construcción a las actividades esenciales, 9 mil personas regresaron a laborar al fraccionamiento Bosque Real, el más importante en este periodo, aunque los protocolos de sanidad han permitido que no se registre un brote de covid-19 aún con este número de personas, mientras que el resto del municipio se mantiene con baja afluencia de personas.

Naucalpan es el tercer municipio del Estado de México en cuanto al número de contagios, con dos mil 100 casos confirmados, mientras que Tlalnepantla ocupa el lugar cinco, con mil 827; y Huixquilucan, el 16, con 544 casos positivos.

LA 4T SIGUE DE GIRA

Uno de los temas que ha generado mayor controversia es que a pesar de las cifras de contagios que existen, las autoridades no ponen el ejemplo de protegerse del virus y también han relajado las medidas. El día en que nuestro país llegó a los 20 mil 394 decesos, La Silla Rota publicó unas fotografías en las que aparecía el secretario de Salud, Jorge Alcocer, sin cubrebocas y caminando por el Parque de la Bombilla, en la alcaldía Álvaro Obregón, esto a pesar de que en el lugar hay un letrero que indica que es una zona de alto contagio. 

Un caso similar es el del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien la semana pasada estuvo de gira en Veracruz, Tlaxcala, Hidalgo y Morelos, y tampoco utilizó cubrebocas en ningún momento, además de que no en todos sus eventos es posible mantener siempre la distancia social  que se requiere. 

En tanto que esta semana también fue criticada la esposa del Presidente, Beatriz Gutiérrez Müller, por viajar hacia Cancún. Aunque ella sí utilizaba cubrebocas de tela, las personas en redes sociales cuestionaron si era necesario que saliera de viaje cuando todavía la pandemia no ha terminado. 

“MÉXICO VA A PASAR A LA HISTORIA COMO EL EJEMPLO DE LO QUE NO SE DEBE HACER”

“La verdad es que son culpas compartidas, dicen que uno no tiene que buscar culpables, pero sí hay que hacerlo para ver en dónde la estás regando. La población es muy poco empática y es muy poco educada", enfatiza una doctora del Centro Médico Nacional La Raza que atienda a pacientes con covid-19. 

La especialista, quien solicitó que no se publicara su nombre, señaló que la nueva normalidad los tiene aterrados porque ha habido un incremento en el número de pacientes que reciben diariamente, ya que la gente ha tomado los mensajes de las autoridades como el permiso para salir libremente. 

Destaca que hay muy poca conciencia social en general porque a gran parte de los  mexicanos “les vale” y la epidemia de coronavirus dejó en evidencia la falta de unión y el resentimiento social.

“El gobierno apoya a esas personas y las personas que apoyan al gobierno y escuchan que nuestro señor Presidente dice salgan, abrácense, vayan a comer, yo no me voy a contagiar y lo ven que no se toma la temperatura en el aeropuerto, que no usa cubrebocas, que abraza a la gente.

“Son cosas que estamos viendo y quieras que no, la gente sigue a sus modelos. Por quienes los siguen, si está viendo (el presidente López Obrador) que tiene ese alcance, debería dar un mejor ejemplo, pero si la cabeza está mal, el resto del cuerpo va a estar mal y tantito necesita la gente para que le sigan fomentando su falta de conciencia social. Entonces no tenemos buen ejemplo de ningún lado, ni de abajo ni de arriba”, critica la doctora del Seguro Social.  

Para ella, lo mejor habría sido limitar todavía más ciertas actividades para que la gente no saliera tanto a la calle a menos que sí fuera necesario por su trabajo, pero faltó organización para hacerlo. 

“El ya liberar ahorita no es bueno para la población y México increíblemente va a pasar a la historia como el ejemplo de lo que no se debe de hacer y a mí eso sí me da un poco de vergüenza. Ya en las cumbres, en sesiones que tenemos en internet, todos sabemos que México va a pasar a la historia así, como el ejemplo de todo lo que no se debe hacer, y al final eso no es bueno para el país”, lamenta.

PERO LAS ENTIDADES HASTA DISFRUTAN DE LA PLAYA

Las cinco entidades que le siguen a la CDMX en el número de decesos por covid-19 son el Estado de México con 3 mil 515, Baja California con mil 794, Veracruz con mil 315, Sinaloa con mil 98 y Puebla con 992. 

En Baja California muchos tratan de retomar su vida como la dejaron antes de la emergencia sanitaria por el coronavirus, pero el semáforo epidemiológico sigue en rojo y los decesos se acumulan.

En las calles del centro de Tijuana, la ciudad más poblada del estado con alrededor de 2 millones de habitantes, el aumento en el flujo de personas es notorio y la principal medida de prevención que parece olvidada es la sana distancia.

Se ven parejas tomadas de la mano y algunas personas sin cubrebocas mientras los restaurantes empiezan a recibir comensales paulatinamente y las unidades deportivas reabrieron en horarios restringidos.

Así regresaron también las filas en las cajas de los supermercados donde a pesar de las medidas de prevención, ya se observan clientes que acuden en grupo a hacer sus compras.

Pero del otro lado, en los hospitales habilitados para atender a los pacientes graves por covid-19, aún hay quienes esperan información sobre sus enfermos.

Leticia Rodríguez cuenta tres familiares positivos, incluyendo a su madre de 78 años de edad, que tiene ya más de una semana en la clínica 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMMS), y antes la estuvo cuidando en casa.

“Me la pasaba llorando ver a mi madre ahí acostada”, comentó la mujer que esperaba información, como todos los días a la misma hora, frente al hospital.

Asegura que su madre no salió de casa porque es persona vulnerable, pero cree que uno de sus 8 hermanos llevó el virus durante una visita, aunque afortunadamente no han tenido que llorar una pérdida. Eso es bastante cuando la Secretaría de Salud en Baja California ya rebasó los 8 mil casos confirmados y se acerca a las mil 700 muertes en tres meses de pandemia.

“En índice de positividad somos uno de los más altos del país”, afirmó el secretario, Alonso Pérez Rico, quien advirtió que a casi un mes del desconfinamiento, tres de los cinco municipios tuvieron un aumento en el número de casos activos: Playas de Rosarito de 0 a 1; Ensenada de 99 a 101, y Tijuana de 66 a 81. 

“A mí me da miedo salir todavía (…) gente que no le ha pegado yo creo que dice: ya pasó esto. Pero la verdad la gente que lo estamos viviendo, ahora sí que los que tengamos temor de Dios, nos vamos a cuidar”, mencionó Leticia Rodríguez.

EN EL MAR, ¿LA VIDA ES MÁS SABROSA? 

A pesar de mantener vigentes las restricciones para prevenir la propagación de la pandemia por el virus SARS Coov2, los veracruzanos han retomado sus actividades habituales, relajando las medidas para prevenir contagios en este regreso a la normalidad. 

En la playa de Villa del Mar, del municipio de Veracruz, palaperos aprovecharon la autorización de la Secretaría de Salud estatal para atender a comensales al 25 por ciento de la capacidad, y así recibir de nuevo turistas en sus establecimientos.

Lo anterior propició que la afluencia de bañistas, en este municipio que se mantiene en rojo dentro del sistema de semaforización para la nueva normalidad, incrementara en los últimos días en la zona de playas.

Este fin de semana fue visible la aglomeración de personas sin el uso de cubrebocas en la playa de Villa del Mar, donde nuevamente se ocuparon mesas y sombrillas. Por su parte, lancheros dieron a conocer que mantienen sus servicios suspendidos debido a restricciones de la Secretaría de Marina para prestar servicios de recorridos en la bahía.

Sin embargo, denunciaron que en el Club de Yates “Veramar” se rentaron embarcaciones hasta por 4 mil pesos para realizar recorridos turísticos, sin ninguna sanción hasta el momento por parte de autoridades.

En la zona del Centro Histórico del puerto se abrieron negocios no esenciales, a pesar de que el sistema del semáforo para la nueva normalidad establece que la operación de estos establecimientos debe de ser suspendida en municipios en color rojo.

En Xalapa, capital de Veracruz, al menos tres bares clandestinos fueron clausurados por autoridades municipales, donde por decreto la venta de alcohol solo es permitida de lunes a jueves, en horario de 10 a 17:00 horas. 

El pasado 19 de junio, fue descubierto un establecimiento denominado Rabbit donde se vendían bebidas alcohólicas preparadas. El negocio se ubicaba en la avenida Ruiz Cortines, una de las más transitadas en la ciudad. 

El 3 de mayo autoridades locales también clausuraron el bar “Rhamal”, ubicado en el centro histórico de Xalapa. Los dueños de ese lugar realizaron un evento privado, donde clientes fueron sorprendidos ingiriendo bebidas; esa noche además habían sido contratados mariachis para amenizar la fiesta. 

En el sistema de semaforización para el regreso a la nueva normalidad, 37 por ciento de los municipios del estado de Veracruz se mantienen en color rojo, entre los que se encuentran las principales áreas metropolitanas.

Destacan los municipios de Veracruz, Coatzacoalcos y Poza Rica que en conjunto suman 52 por ciento de las muertes por covid-19; con 398, 185 y 101 víctimas hasta el último reporte emitido el 22 de junio por la Secretaría de Salud.

EN PUEBLA NO CREEN EN EL CORONAVIRUS 

La cortina de acero a medio abrir, con la luz apagada, sin cubrebocas ni guantes ni gel antibacterial, Juan atiende clientes de forma clandestina en su negocio. Es uno de los miles de poblanos que le creen a las autoridades la mitad de lo que informan sobre el coronavirus.

“No conozco, afirma, a nadie que haya tenido o tenga coronavirus, a nadie a nadie. Creo que sí existe el virus, pero el gobierno exagera”, dice mientras limpia con una franela roja su mercancía y acepta la entrevista con la condición de que no se revele su identidad ni la ubicación de su negocio.


Ubicado en el centro histórico de la ciudad de Puebla, el establecimiento de Juan estuvo cerrado 21 días por las medidas que los gobiernos estatal y municipal implementaron para frenar los contagios que hasta el martes a las 21 horas eran 8 mil 105 casos confirmados, 914 muertes y 2  mil 208 casos activos.

“Muchos negocios están cerrando porque creyeron en el gobierno que primero dijo que sólo íbamos a tener cerrado un mes, luego cambió la fecha dos veces sin contemplar que nos pega el pago de la renta, porque por ley puedes adeudar dos meses a tu casero, pero al tercer mes de deuda ya el dueño del local puede pedir que te desalojen”, dice con un gesto de decepción.

Y, de acuerdo con este padre de familia que tiene dos hijos estudiando medicina y física a nivel licenciatura, “por más ahorros que se tengan, ningún negocio soporta tres meses sin ingresos, porque no es sólo cumplir con el pago de la renta, es también cubrir la manutención de la familia”.

Muchos de los negocios, solidarios con el gobierno, reconoce, aceptaron cerrar pensando en un lapso de un mes, no por tres. “Luego nos amenazaron con clausuras y multas (…) yo me arriesgo a abrir porque el primer mes cerré más por conciencia social, pero ahora ya tengo necesidad, ya no puedo estar sin ventas”.

Se queja de que en los mercados no haya medidas de higiene, sólo en el Morelos y el Independencia hay letreros de que no pueden entrar personas sin cubrebocas, ni personas de la tercera edad, niños y aunque hay dispensadores de gel. “No hay nadie que vigile que las medidas se cumplan; entonces, si la peligrosidad del virus fuera como nos dice el gobierno los hospitales y las funerarias ya estuvieran saturados (…) en los mercados se hubiera hecho un contagiadero”.

La incredulidad o indiferencia de Juan es la misma en cientos de poblanos que pasan por afuera del local sin cubre bocas, sin mascarillas, sin caretas. En los jardines hay trabajadores que comparten sus alimentos, novios que se besan; mujeres con cubre bocas que en brazos llevan a sus pequeños hijos sin protección alguna.

La misma incredulidad por la que el 18 de junio habitantes de la Junta Auxiliar La Resurrección hirieron con machetes a un policía y quemaron una patrulla para oponerse a la sanitización de las calles de esa comunidad de la ciudad de Puebla.

A nadie parece preocuparle los reiterados llamados de alerta que hace todos los días el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta desde que el 10 de marzo se confirmó el primer caso de coronavirus en Puebla: dio positivo un proveedor externo de Volkswagen que viajó a Italia; ocho días después, el gobierno del estado informó que una familia que viajó a Estados Unidos dio positivo en covid-19, pero lo ocultó y por esa irresponsabilidad 140 personas más debieron estar en cuarentena.

Entre aquel 10 de marzo y el martes 23 de junio han transcurrido 98 días, un promedio de 80 casos contagios confirmados por día, pero esas cifras no son suficientes para Juan, quien se mantiene a la expectativa para bajar la cortina en caso de que aparezcan los inspectores del municipio o del estado.

Los más afectados, dice, somos los de la parte sur del Centro Histórico, porque sí nos están clausurando, pero de la 4 Poniente-Oriente hasta la 20 Oriente, la zona con mayor presencia de comercios tanto ambulantes como establecidos, “no han clausurado ningún negocio, porque se organizaron, se pusieron bravos, e impidieron que los inspectores colocaran los sellos”.

La incredulidad de Juan, quien acepta que ha relajado sus propias medidas de prevención, se apoya en que el presidente Andrés Manuel López Obrador no usa cubrebocas y el gobernador Luis Miguel Barbosa, dice, “tampoco lo usó cuando estuvo con el presidente apenas que vino a Puebla”.

“¿Por qué no siguen las medidas que nos dan a todos?, ¿por qué a Volkswagen y Audi ya las dejaron reiniciar y a nosotros, que tenemos menos oportunidad de subsistir, nos amenazan con multas?”, se pregunta Juan.

Juan ignora que México está entre los primeros 15 países con más contagios de coronavirus y que Puebla, como estado, tiene cinco días registrando más de 300 casos positivos diarios, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins y el gobierno federal mexicano. Escucha atento y remata: “fíjese, y así, en lo que se supone que es lo peor de los contagios dejaron reabrir a Volkswagen, Audi y a todas sus proveedoras (…) Yo digo que el virus sí existe, pero ni es tan grave ni el gobierno tenía un plan para enfrentarlo y nos está llevando al baile”.