“Me voy a casa”, escribió el exgobernador de Quintana Roo, Mario Villanueva, al informar que le fue concedida, gracias a la intervención del gobierno federal, la prisión domiciliaria luego de 19 años en la cárcel.
El priista, quien en los últimos años ha sostenido su inocencia, carga sobre sus hombros el mote del primer gobernador mexicano acusado de narcotráfico.
Villanueva Madrid alcanzó su auge político de forma apresurada. En 1990 fue electo alcalde de Benito Juárez, en Quintana Roo, municipio que incluye la ciudad turística de Cancún; sin embargo, no terminó su mandato, pues al año siguiente lo dejó para ser postulado y electo senador.
Los mismo pasó en su camino como legislador, sólo un año estuvo en el Senado de la República, para competir y ganar las elecciones de gobernador en Quintana Roo.
En tres años Mario Villanueva había pasado por tres importantes puestos políticos, dos de ellos sin terminar.
Su gobierno se caracterizó por el desarrollo turístico en la Riviera Maya, impulsando zonas como Cancún y Playa del Carmen. Sin embargo, al cierre de su administración, las acusaciones de Villanueva Madrid por sus vínculos con el narcotráfico comenzaron a surgir.
Mario Villanueva se había aliado con Amado Carrillo Fuentes, “El Señor de Los Cielos”, líder del Cártel de Juárez, para que Cancún, Quintana Roo fuera escala de la droga proveniente de Sudamérica con destino a Estados Unidos.
Antes de dejar la gubernatura de Quintana Roo y con el temor de ser capturado tras perder la inmunidad que el puesto le da, Mario Villanueva se esconde y no asiste a la transición de gobernador acusando persecusión política en su contra.
La libertad, ya como exgobernador, duró poco. En mayo del 2001 fue capturado y recluido en el penal de Altiplano, en el Estado de México. Seis años después, en 2007, fue liberado al ser exonerado, pero detenido de nuevo a su salida pues había una orden de aprehensión con fines de extradición a Estados Unidos.
Recluido en el Reclusorio Norte, Mario Villanueva comenzó su disputa legal para no llegar a Estados Unidos, a la par un juez consideró que no debió ser exonerado en 2007, calificó como fundadas las acusaciones contra narcotráfico y sentenció al exgobernador a 36 años de prisión.
El exgobernador, a través de varios recursos legales, logró reducir su sentencia a 22 años de prisión. Lo que no consiguió fue evitar su extradición que se efectuó en mayo del 2010.
En territorio estadounidense, Mario Villanueva se declaró culpable de lavado de dinero y narcotráfico. En la corte de Nueva York, donde fue juzgado, se revelaron detalles de los vínculos críminales de el exgobernador.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos detalla que en 1994 el Cártel de Juárez estableció operaciones en Quintana Roo llegando a un acuerdo con Villanueva Madrid para garantizar que sus envíos de cocaína viajaran de manera segura a través del estado sin interferencia de la policía.
A cambio, el entonces gobernador recibiría entre 400 mil y 500 mil dólares por cada envío de cocaína que el Cártel de Juárez transportara a través de Quintana Roo.
Para ocultar el dinero que recibió del narcotráfico, comenzó a transferirlo a cuentas bancarias en Estados Unidos, Suiza, Las Bahamas, Panamá y México, a través de prestanombres.
Del dinero que recibió del narcotráfico, 17 millones de dólares fueron decomisados sólo de cuentas bancarias en Estados Unidos.
Mario Villanueva fue sentenciado, en 2013, a 131 meses de prisión, casi 11 años, pero como fue detenido en 2007 por sus crímenes en Estados Unidos, fue liberado en 2017 y repatriado a México.
Desde entonces, Villanueva Madrid ha peleado su inocencia en territorio mexicano, sosteniendo que fue víctima de una persecusión política por sus desencuentros con el expresidente Ernesto Zedillo.
Prueba de su inocencia, dice, es la exoneración de Alcides Ramón Magaña, alias “El Metro”, operador de “El Señor de los Cielos” e intermediario entre el Cártel de Juárez y el exgobernador.
Con la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia, el exgobernador solicitó ayuda al tabasqueño para que pudiera salir de prisión.
Desde diciembre del año pasado, el presidente adelantó que buscarían que el quintanarroense obtuviera la prisión domiciliaria.
“Básicamente es que (Mario Villanueva) se mantenga en su domicilio, aunque tenga carácter de preso, como un arraigo domiciliario, por cuestiones de salud”, dijo el presidente en su conferencia mañanera del 24 de diciembre del 2019.
Hoy, a tres años de terminar su sentencia en México y a menos de dos años de la llegada de López Obrador al poder, Villanueva Madrid está cerca de regresar a casa, la intervención del consejero Jurídico de la Presidencia, Julio Scherer Ibarra, ha sido clave para alcanzar este beneficio.