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Marco quería evitar ir al IMSS, pero ahí le diagnosticaron covid

El empleado trabaja para una empresa contratada por el gobierno federal, reconoce que se sentía mal, pero que tenía miedo de atenderse en el IMSS

Escrito en NACIÓN el

Marco evitó a toda costa ir al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para atenderse su persistente tos que lo sofocaba y los dolores en el cuerpo que resultaron que eran la covid-19.

Entrevistado por La Silla Rota, el empleado que trabaja para una empresa contratada por el gobierno federal, reconoce que tenía miedo.

-Sí, la verdad sí. Por todo lo que oyes, que hay personas contagiadas y que casi casi no sales -dice aun con una tos que le da pocas voces en la entrevista, pero cuando eso ocurre le sofoca, por lo que debe tomarse unos segundos para recuperarse.

A nivel enfermedad lo más complicado fue la sensación de dolor del cuerpo, recuerda.

-Aunque creo fue tranquilo, la tos no me dejaba, ya me comenzaba a doler toda la parte del tórax. Ahora me siento bien.

Pero a finales de abril comenzó a tener las primeras molestias relacionadas con la covid-19. Empezó con una tos y dolor de garganta. Acudió a una cita médica a un consultorio de los que hay en las Farmacias Similares.

El diagnóstico del doctor era que se trataba de una infección en la garganta y le dio un tratamiento de una duración de 5 días que incluía unas inyecciones.

Lo comenzó, pero esa misma tarde sus dolores se intensificaron, comenzó a sentir el cuerpo cortado y los ojos le empezaron a doler. Se aguantó un poco, pero a los dos días buscó otro doctor que lo regañó.

-Me dijo que no se podía jugar con eso y me mandó a un centro covid.

También le mandó otras medicinas que le salieron más caras, pues eran de patente y que no le aliviaron sus dolores porque la fiebre comenzó a invadir su cuerpo.

Su esposa comenzó a buscar un laboratorio para que se hiciera la prueba de la covid y buscó en algunos hospitales donde la respuesta era que no había sino hasta semana y media después, como si pudiera programar o pedirle al virus que se esperara. Después de insistentes búsquedas, su esposa consiguió una cita para hacerle la prueba a Marco en el laboratorio de El Chopo el 5 de mayo.

-Acudo a hacerme la prueba y los resultados me los entregaron el 8 de mayo. Los bajé por internet y salió negativo. Pensé ‘si salió negativo, voy a ver cuál es el problema’. Yo respiraba bien, aunque sí me agitaba –explica.

Con un diagnóstico que decía que no tenía covid y cuyo costo fue de 3 mil 500 pesos, pero con una respiración que cada vez era más agitada, decidió ir con otra doctora en la que confía mucho, pero la cual le queda lejos de su casa, quien le hizo unas preguntas, lo revisó y le ordenó internarse.

-Me checó mis pulmones y mi oxigenación. Nos dijo a mi esposa y a mí que me tenía que ir a internar porque esto se podía complicar y debemos descartar una neumonía o la covid. Ahí sí nos asustamos un poco más. Ese día al llegar a casa mi esposa buscó otra alternativa que no fuera el IMSS, simplemente yo no lo quería, busqué algún hospital privado en convenio con el Seguro, pero en todas las respuestas era que no había lugar, y que para darme un pase a un hospital privado con el que hubiera convenio primero tenía que ir al seguro. No me quedó de otra que ir entonces al IMSS -reconoce.

Fue a la clínica 92 del IMSS, en Avenida Central. Ahí le sacaron una placa donde los especialistas que lo atendieron dedujeron que sus pulmones estaban mal, pero el diagnóstico era de neumonía y le ordenaron quedarse.

Entró el lunes 11 de mayo a las 6 de la tarde, le pusieron suero y medicamentos. Su estado físico no empeoró, lograron controlar la agitada respiración con que llegó y no fue necesario que le dieran oxígeno. Al día siguiente le practicaron la prueba la prueba de covid, aunque los resultados se los entregaron 9 días después y resultaron positivos.

Pese a hacerle la prueba del covid un doctor le dijo que era más riesgoso estar en el hospital que en su casa, a donde lo regresó.

-Yo dije que era preferible. Me sentía dentro de todo bien. Mejor me salgo, pensé. Había mucha gente, escuchaba nada más que unos oxigenaban menos, que otros necesitaban forzosamente el oxígeno. A otros los movían de sala, los mandaban a observación, otros que estaban más graves, que no podían respirar, y tú estás solo en las camitas que te dan –describe el día y medio que estuvo en la clínica 92.

“A mí me tuvieron en la primera zona de emergencia, había 20 gentes con oxígeno, medicamentos en primera observación, pero es zona covid, ya según los veían los iban moviendo”, agrega.

En casa siguió su tratamiento y comenzó a mejorar. Al momento de la entrevista afirma que se siente mejor, aun con esa tos que de pronto lo molesta. Lo único que le piden es que esté en reposo.

Cuestionado sobre si llamó a alguna línea de atención del sector salud o similar, contesta que cuando peor se sentía llamó a Locatel, donde le dijeron que darían su información a los encargados de salud del estado de México para que lo llamaran.

Aún sigue esperando la llamada.

(María José Pardo)