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Marcha por la Lealtad ¿qué tiene que ver con el maderismo de AMLO?

Este domingo a las 10:30 de la mañana desde el Castillo de Chapultepec, el presidente López Obrador encabeza el 107 aniversario de la Marcha de la Lealtad

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Este domingo se lleva a cabo la Marcha de la Lealtad, efeméride que remite al nueve de febrero de 1913 y que en su aniversario 107 es encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien en reiteradas ocasiones se ha referido a sí mismo como “maderista”.

“Vamos a volar a San Luis Potosí, para ir a Tierra Blanca, en Guanajuato, que es una región indígena, vamos a visitar comunidades indígenas de Querétaro y del Estado de México, tenemos que estar el domingo aquí por la Marcha por la Lealtad, que empieza a las 10:30 de la mañana”, en el Castillo de Chapultepec, informó AMLO el pasado viernes 7.

¿Cuál es el origen de esta celebración? 

Se trata del episodio en que los cadetes del Colegio Militar escoltaron al Presidente Francisco I. Madero por temor a ser atacado por civiles y militares en contra de su gobierno en un golpe de estado conocido como la “Decena Trágica”. Esto durante su trayecto rumbo a Palacio Nacional, el cual había sido tomado en medio de un “cuartelazo” iniciado la madrugada del mismo día comandado por el general Manuel Mondragón.

Por órdenes del Teniente Coronel Víctor Hernández Covarrubias, Subdirector del Plantel, los alumnos se prepararon para salir en uniforme de gala, pues el presidente explicó a los cadetes la situación en que se encontraba la capital y el riesgo de ser atacados.

Cerca de 350 alumnos, de entre 16 y 28 años de edad, partieron esa mañana del Palacio de Chapultepec Chapultepec para acompañar al Presidente como una muestra incontestable de la lealtad del Colegio Militar en defensa de las Instituciones.

El 10 de febrero, por la noche, el Presidente ordenó que los alumnos regresaran a su escuela, ellos siguieron las normas protocolarías continuaron su regreso para realizar servicios tácticos de seguridad para vigilar el Castillo, que entonces era la residencia presidencial.

“…Jóvenes cadetes: unos cuantos malos mexicanos, militares y civiles se han sublevado esta madrugada contra mi gobierno. En estos momentos la situación ha sido dominada por el pundonoroso General Lauro Villar, Comandante de Guarnición y el Palacio Nacional, está en poder de las tropas leales, ustedes herederos de las puras y nobles tradiciones de lealtad a las instituciones legalmente constituidas, van a escoltarme, en columna de honor, hasta el Palacio Nacional, para demostrar al pueblo capitalino, que hemos triunfado derrotando a los infidentes y desleales…”, fragmento del mensaje que dio Madero a los cadetes.

No obstante, el 17 de febrero, el presidente y el vicepresidente José María Pino Suárez fueron hechos prisioneros luego de que Victoriano Huerta, nombrado encargado de la Presidencia por el propio Madero, firmara “el pacto de la embajada” y fuera declarado nuevo presidente de México. 

Mientras Madero y Pino Suárez permanecieron en Palacio Nacional fueron obligados a presentar sus renuncias ante un Congreso reunido en sesión extraordinaria.

Cinco días más tarde, Francisco I. Madero sería asesinado por órdenes de Huerta para dar legitimidad a su gobierno.