Mientras el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) retiró apoyos a sus investigadores y mantiene sin recursos a algunos de éstos en el extranjero, decidió incluir al titular de la Fiscalía General de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) en el nivel III.
El documento del fallo otorgado a la solicitud de Gertz Manero para ingresar al SNI, al cual La Silla Rota tuvo acceso, sostiene que el grado de investigador se le dará “por su obra y su trascendencia nacional e internacional”.
Tras revisar su postulación al SNI, el 21 de abril, la Comisión Especial Dictaminadora concedió a Gertz Manero el ingreso al sistema, luego de 10 años de intentarlo y de cinco ocasiones en que lo rechazó.
El documento fue firmado el mismo 21 de abril por Ernesto Villanueva Villanueva, presidente de la Comisión Especial Dictaminadora, quien confirmó a La Silla Rota la veracidad del documento y el ingreso de Gertz Manero al SNI.
“Sí, es auténtico y allí se fija la postura de la comisión que efectivamente yo presidí y de su lectura se desprenden los argumentos jurídicos y documentales de esa decisión y el sentido de la misma”, aseguró Villanueva a este medio.
Desde el inicio del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, con María Elena Álvarez -Buylla al frente del Conacyt, se inició lo que los mismos miembros del Consejo acusaron como una “precarización de la profesión”, pues se retiraron decenas de becas, apoyos y programas que impulsaban la ciencia en México.
En ese momento, incluso salió a la luz, en el periódico El Universal, que el Conacyt pagaba millones de pesos por el servicio de comedor privado que incluía alimentos de primera calidad, orgánicos y hasta de importación.
La Silla Rota ha documentado el abandono que se ha dado a la comunidad científica, incluso, la que se encuentra estudiando en el extranjero. Fue el caso de los científicos en petroquímicos que ganaron la beca Conacyt-Sener hidrocarburos, que se mantienen varados en Reino Unido por la falta de recursos de parte de la institución.
Dentro de los cambios a leyes secundarias, consecuencia de la reforma constitucional en materia educativa que impulsó López Obrador desde su campaña a la presidencia y concretó en el primer trienio de su administración, está la reforma a la Ley de Ciencia y Tecnología.
El Conacyt envió al Congreso un proyecto de ley que, según acusaron científicos del Cinvestav, precariza a los científicos que no ejercen desde la capital del país y fomenta la centralización de recursos en la dirección general.
Un escándalo similar se vivió cuando diputados de Morena avalaron la eliminación de 119 fideicomisos públicos, bajo el argumento de que en éstos imperaban irregularidades calificadas como corrupción. La mayoría de estos eran destinados a impulsar la ciencia en los estados.