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“Mafiosos y maleantes nos amenazan con atender heridos a costa de nuestras vidas"

Médicos indican que lo que dice López Obrador sobre que los médicos no quieren ir a trabajar a zonas lejanas, no es tan sencillo como él lo describe

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Ayudar a una embarazada a tener a su bebé en un camino de terracería y presenciar un enfrentamiento de grupos del narco, son algunas de las experiencias que vivió el médico Ángel Gutiérrez cuando trabajó en una zona rural de su natal Chihuahua. Aunque él disfrutó la experiencia, destacó que es necesario mejorar las condiciones en los centros de salud de estas áreas del país, ya que contratar médicos del extranjero es sólo un paliativo.

El médico general, relató que hace 10 años él quería realizar su servicio social en zona rural del estado de Chihuahua, de donde es originario y aunque fue una experiencia que le gustó mucho, también se enfrentó a diversas dificultades desde el inicio, como el tener que contar con recursos propios para ir y buscar un lugar donde vivir.

Así llegó a Guachochi, que está a 12 horas de Ciudad Juárez, donde él vivía. Ese fue el inicio, pues a lo largo de su estancia trabajó en Kirare, Parajes y Batopilas.

Recordó que, en Parajes, que era una zona montañosa que controlaba el crimen organizado, en una ocasión les tocó que hubiera un enfrentamiento en el que hubo pérdidas humanas, carros incendiados y un altercado bastante fuerte.

Los operadores, el chofer, la enfermera, el técnico de atención primaria de la salud, tuvimos que escapar de la comunidad de Paraje para refugiarnos en Batopilas, temíamos que hubiera heridos y que buscaran personal médico

“En este caso, pues los más cercanos éramos nosotros, hay muchas anécdotas de personal médico que se le acercan mafiosos, maleantes, y los amenazan con atender heridos a costa de su propia vida, entonces bajo este riesgo, nos refugiamos en Batopilas.”, relató el médico.

Sin embargo, una de las experiencias que más recuerda fue cuando tuvo que atender un parto en medio de la carretera de terracería. En esa ocasión, en Batopilas, les avisaron de pronto que una mujer requería atención médica, así que el chofer, la enfermera y él se subieron a la camioneta, pues no había ambulancia.

En el camino interceptaron al vehículo que llevaba a la embarazada rumbo al centro de salud, que en ese momento era un auditorio improvisado, pues estaban por inaugurar las nuevas instalaciones.

Tras subir a la mujer al vehículo, el parto se aceleró. “Íbamos todavía a gran velocidad por el camino de terracería rumbo al centro de salud para darle la mejor atención posible, pero conforme avanzamos y la seguía revisando, llegó un momento en donde me di cuenta que el bebé ya estaba coronando, es decir que la cabeza ya estaba, saliendo a través del cérvix. Fue cuando le dije a todo el personal que se detuvieran porque íbamos a tener que atender el parto ahí”, indicó.

Gutiérrez expresó que afortunadamente el bebé nació en buenas condiciones y la mamá también, por lo que atesora una fotografía de él cubierto de tierra de la carretera, junto a la feliz mamá y el recién nacido.

Respecto a los señalamientos que ha hecho el presidente López Obrador sobre el gremio médico, sobre que muchos de los especialistas no quieren ir a trabajar a plazas en zonas lejanas y por eso el gobierno contrató médicos cubanos, el doctor Gutiérrez dijo que es un tema controversial, porque él no tuvo una experiencia desagradable al hacer su labor, pero no siempre es así.

“Nosotros en ocasiones a romantizamos el internado y el servicio social, pero lo cierto es que las condiciones en las que trabajamos durante ese período fueron muy precarias inhumanas, con un periodo de trabajo que raya en la esclavitud y yo creo que esa es la palabra correcta”, señaló.

Gutiérrez indicó que lo importante es reforzar la seguridad en esas zonas marginadas, para proveer de un adecuado lugar donde los médicos puedan trabajar sin exponerse a la violencia y la inseguridad. 

De hecho, el médico indicó que en esa ocasión disfrutó la experiencia en la sierra de Chihuahua que estaría tentado a volver, pero sólo si hubiera las condiciones adecuadas y si hubiera mayor conectividad que le permitiera seguir realizando su otra profesión, pues también es abogado. Asimismo, dijo que, si en un futuro alguno de sus hijos quisiera ser médico y trabajar en estas zonas, estaría dispuesto a acompañarlo.

Sobre la contratación de médicos cubanos, dijo que “el traer al personal médico extranjero es un paliativo, va a vendar la herida, pero no va a curar el problema de raíz. No digo que sean inútiles, no digo que sean un estorbo, seguramente pueden apoyar de alguna manera, pero lo cierto es que la verdadera solución está en invertir en esas unidades rurales, en infraestructura, en insumos, en medicamento, en capacitación”, detalló Gutiérrez.

UN DÍA SOMOS HÉROES Y AL OTRO SOMOS TRAIDORES, LAMENTA MÉDICA

“Yo no estoy de acuerdo y mi gremio no está de acuerdo, no hacen falta médicos cubanos, hacen falta condiciones para que nosotros podamos ejercer una medicina digna tanto para el paciente como para nosotros como médicos”, declaró María José Díaz, médico cirujano.

La doctora explicó que, como parte de su formación profesional, los médicos tienen que realizar el internado y el servicio social, en ambos casos no los hacen en donde ellos quieran, sino en donde les toque de acuerdo con su promedio.

La doctora explicó que la mayoría de las plazas se encuentran en comunidades rurales, por lo que “el problema de estas plazas es que muchas veces tienen mucha rotación por la inseguridad. Nosotros sabemos que vivimos en un país bastante inseguro y que ahí zonas tomadas por el narcotráfico, entonces imagínate a ti como estudiante, porque todavía eres estudiante, tener que ir a esas comunidades y además tratar a pacientes como si ya hubiéramos terminado, para muchos de nosotros esta es como la prueba de fuego, es donde realmente te das cuenta si todos si estos seis años que tú estudiaste medicina fueron suficientes o no, o sea, ahí es cuando te enfrentas por primera vez”.

Indicó que el servicio social de esta manera fue planeado para que los médicos puedan retribuir al país y a las universidades; sin embargo, en la práctica hay fallas en la estrategia derivadas de la violencia y la falta de condiciones dignas, lo que ha llevado a que algunos de los médicos mueran en estas zonas y a pesar de eso sigan mandando a otros a cubrir las plazas.

Detalló que otro problema es que no todos tienen acceso a seguir con su formación o a conseguir una plaza en el Sector Salud, ya que incluso al ingresar a la carrera ella recuerdo que les dijeron que el 97% de ellos tendría que trabajar en el sector privado, muchos de ellos en los consultorios adyacentes a farmacias. 

La doctora relató que a ella no le tocó ir a una zona rural, ya que el internado lo realizó en el Hospital General Regional 17 de Cancún, Quintana Roo, en donde aprendió mucho, pero también se enfrentó a otras situaciones complicadas.

“En este lugar pues aprendí lo que era la violencia obstétrica, no estuve exenta de que me maltrataran como estudiante. Me tocó también conocer al doctor macho, pero en general no me puedo quejar la verdad, me fue dentro de todo bastante bien”, dijo.

Sin embargo, Díaz indicó que le tocó conocer de primera mano los casos de violencia e inseguridad que enfrentaron otros de sus colegas. Su servicio social lo hizo en la Facultad de Derecho de la UNAM, donde creó un servicio médico y justamente a este lugar llegaban sus colegas que habían tenido que abandonar su plaza por condiciones de inseguridad.

Me tocó ver a una de mis compañeras que resulta que un paciente se enamoró de ella y entonces se quería casar a la fuerza y como era en un pueblo, entonces sí se tenía que casar con él. Obviamente ella no aceptó y huyó

“Conocí de una de mis compañeras que el narcotráfico tomó su consultorio, el centro de salud, entonces en el momento en el que pudo huir, pues se regresó así sin sus cosas y sin nada y me tocó otra compañera que sufrió violencia sexual durante sus prácticas, entonces se regresó, y así puedo contar muchas historias”, destacó.

Respecto a los señalamientos que ha hecho el presidente López Obrador contra los médicos, respecto a que no quieren ir a trabajar a zonas lejanas, la doctora indicó que el tema no es tan sencillo como él lo describe.

Detalló que cuando ya terminan sus estudios y buscan trabajo, los médicos se enfrentan a la falta de plazas, ya que en el Sector Salud les ofrecen empleos y en muchas ocasiones los puestos a los que acceden no les permiten poner en práctica todo para lo que se prepararon y como especialistas pueden acceder a un sueldo mensual de 18 mil pesos en promedio.

Asimismo, señaló que como especialistas tampoco puedan trabajar de forma adecuada en zonas remotas porque en muchos de los casos no cuentan con el equipo e insumos necesarios para realizar su labor.

“Es un discurso muy horrible llegar y decir ‘es que no quieren ir a las comunidades apartadas’.  Es que, aunque yo quiera ir a la comunidad apartada, de nada sirve porque no funcionan o no tienen los recursos. No es que no quieran ir, es que cómo hacen su trabajo en esas condiciones no se puede”, destacó la doctora, quien añadió que a esto se suman factores como la violencia y la inseguridad.

"Yo no sé en qué momento la vocación se confunde con que nosotros tengamos que hacer todo, incluyendo estar en lugares inseguros y trabajar en condiciones inhumanas, claro, la vocación habla de esta pasión o de este, amor, que tenemos hacia servir, pero servir también tiene un límite entonces yo creo que en ningún lado nuestra vocación tiene que estar en contra de ni de nuestra seguridad ni de nuestro propio beneficio”, indicó.

Para Díaz, la contratación de los médicos cubanos es meramente un tema político y ve riesgos para ellos, ya que los van a enviar a comunidades que tienen usos y costumbres que no conocen por venir de otro país.

Respecto al trato que los médicos mexicanos han recibido del presidente López Obrador, la doctora criticó que “un día nos quieren calificar de héroes y al otro de traidores que no queremos atender pacientes”.