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Lugo Félix, el funcionario de PGR que “El Chapo” mandó matar

“El Rey” Zambada asegura que el servidor público se alió a los Beltrán Leyva y desafió a los líderes del cártel de Sinaloa

Escrito en NACIÓN el

El martes 15 de mayo de 2007 José Nemesio Lugo Félix, coordinador general de Información del Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate de la Delincuencia (Cenapi) de la PGR, circulaba en su camioneta alrededor de las 7:05 am, cuando un vehículo Pontiac rojo le cerró el paso mientras otros tres sujetos escondidos en las cercanías salieron en dos motocicletas para ejecutarlo.

El funcionario fue emboscado por cuatro sujetos cuando tomaba el callejón Benito Juárez, casi esquina con Xóchitl, en la colonia San Pablo Tepetlapa, delegación Coyoacán.

La camioneta gris, placas 647-TYJ, en la que viajaba el Lugo Félix detuvo su camino luego de chocar contra un poste de luz del callejón, ubicado frente al número 47 de la calle Juárez. Alrededor de la unidad, que no estaba blindada, quedaron unos ocho casquillos .9 milímetros percutidos. El conductor del automóvil deportivo que le impidió el paso al funcionario huyó a bordo de una de las motocicletas Yamaha que se utilizaron para el crimen.

De acuerdo con Jesús “El Rey” Zambada, quien presta testimonio en el juicio de Joaquín “El Chapo” Guzmán, fue el capo quien ordenó el crimen de Lugo Félix.

Según Zambada, Lugo Félix laboraba para el narcotraficante Arturo Beltrán Leyva, una vez que éste entró en conflicto con el Cártel de Sinaloa. Lugo Félix fue ultimado en 2007 en la Ciudad de México

Lugo Félix fue asesinado porque alardeaba de querer asesinar o arrestar tanto a Guzmán como a ''El Mayo'', según el testimonio de Jesús Zambada.

EL HISTORIAL

Lugo Félix fue responsable de la seguridad del aeropuerto capitalino durante los decomisos más importantes de droga de los últimos años y fue el cuarto agente vinculado a estos operativos en ser asesinado.

Se le identificó como uno de los colaboradores más cercanos de quien fuera titular de la PGR, Eduardo Medina Mora y al ex jefe del Estado Mayor de la Policía Federal Preventiva (PFP), Ardelio Vargas Fosado. Posteriormente, Lugo desarrolló su carrera en los servicios de inteligencia, al lado de ambos, en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).

Cuando fue ejecutado, tenía apenas un mes de ser designado coordinador general de Información del Cenapi.

Antes, como director operativo de Puertos, Aeropuertos y Puntos Fronterizos de la PFP, coordinó incautaciones de droga y detenciones de presuntos narcos en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), junto con Pedro Madrigal Trejo, mando operativo en esa terminal y el primer agente ejecutado.

Su formación en la Coordinación de Inteligencia para la Prevención de la PFP le llevó también a participar, bajo las órdenes de Ardelio Vargas en el operativo con el que la corporación intervino en el conflicto magisterial de Oaxaca, en octubre de 2006.

Entre las acciones contra el narcotráfico donde participó destaca el decomiso de 289 kilogramos de cocaína procedente de Colombia, coordinado por Madrigal Trejo el 2 de junio de 2005, 14 días antes de ser asesinado fuera de su casa el 16 de junio.

Al término de su encomienda en Oaxaca, dejó la Dirección de Puertos y Aeropuertos para incorporarse a la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) de la PGR, como titular de la Unidad Especializada en Investigación de Tráfico de Menores, Indocumentados y Órganos.

LA INVESTIGACIÓN

En abril de 2006, la sospecha recayó en la Dirección de Aeropuertos de la PFP que dirigia Lugo Felix, tras el escándalo surgido por el aseguramiento de un cargamento de 5.6 toneladas de cocaina en un avion DC9 que aterrizó en el aeropuerto de Campeche procedente de Venezuela (Proceso 1539).

El semanario dijo contar con una copia del expediente que contiene diversos oficios de la Secretaria de Seguridad Pública (SSP), fechados entre el 13 de noviembre de 2005 y el 30 de enero de 2006, en los que oficiales de inteligencia de la Policía Federal Preventiva asignados en Sonora le informan a Lugo Félix, quien era director general de Aeropuertos, Puertos y Puntos Fronterizos, sobre las investigaciones por el robo de varias avionetas tipo Cessna 206 y 210 en Sonora, las cuales después eran utilizadas para el tráfico de drogas hacia la zona de Nogales, presuntamente para la célula de los hermanos Beltrán Leyva.

Aunque algunos integrantes de esa red fueron puestos a disposicion del Ministerio Público Federal (MPF), nunca se actuó contra el cabecilla que en los documentos es identificado como Julio Iván Domínguez Moreno, de Hermosillo, Sonora.

En uno de los oficios, los policías federales -quienes optaron por el anonimato- le informan a Lugo Félix que "por órdenes del inspector general de la PFP, Enrique Pérez Hernández, se perdió toda la continuidad de las líneas de investigación sobre tráfico de indocumentados y tráfico de drogas".

Pero explican que el funcionario nunca los apoyo y uno de los oficiales incluso le advierte en un oficio del 5 de enero de 2005, que "es de saberse que en el momento en que se aseguró la aeronave -de las que fueron descubiertas- iba a pisar intereses de personas relacionadas en la delincuencia organizada, y si usted duda de mi trabajo o de mi persona mucho le agradeceré me cambie donde usted crea conveniente. Como le informe en su momento, yo no tengo compromiso con nadie y el único compromiso que tengo es con usted y la institución". Sin embargo, los policias fueron destituidos.

De acuerdo con los oficios, en febrero de 2005 se inició la investigación por el robo de una avioneta tipo Cesna, ocurrido el 4 de noviembre de 2004 en el aeropuerto de Hermosillo. Las pesquisas condujeron a los policías hasta Julio Ivan Dominguez Moreno, propietario de los aerodromos La Fortuna y el Mambo, donde  se abastecían de combustible y cargan con drogas a las aeronaves robadas.

En un oficio fechado el 6 de diciembre de 2006, se informa que "el narcotraficante Julio Iván Dominguez Moreno es uno de los principales cabecillas en el tráfico de drogas que dispone de pistas, aeronaves, pilotos y está relacionado con la delincuencia organizada del área de Sinaloa".

Finalmente, funcionarios de la Procuraduría de Justicia del entonces Distrito Federal negaron que el crimen pudiera adjudicarse a cárteles de la droga, y lo vincularon más con organizaciones de Tepito o con viejos policías judiciales. Nunca se detuvo a nadie.