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Los tres meses de contradicciones de López-Gatell

A lo largo de la pandemia del coronavirus, el subsecretario Hugo López-Gatell ha cambiado posturas y estimaciones

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Escrito en NACIÓN el

“Así como digo una cosa, digo otra” parece ser la frase favorita de Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, o por lo menos eso ha mostrado a lo largo de la pandemia, ya que ha cambiado posturas y estimaciones durante estos meses. 

Cada tarde llega al Salón Tesorería de Palacio Nacional para dar el panorama nacional del covid, a veces viste formal con traje y corbata, en otras ocasiones se le ve un poco más relajado con los primeros dos botones de la camisa desabrochados y en fin de semana usa playera tipo polo, así de multifacético es el subsecretario. 

En contadas ocasiones se le ha visto usar cubrebocas. La más reciente fue el pasado viernes 17 de julio, cuando llegó al aeropuerto para su gira de trabajo en Chiapas, donde fue increpado por un ciudadano que le dijo: “La gente se está muriendo en los hospitales. Espero que no sea cómplice de todas las muertes que está habiendo y venga usted a ocultar todas esas muertes”. 

El cubrebocas azul, sencillo, cubría la mitad del rostro del subsecretario, a quien le tocó cumplir esta medida de prevención con la que no siempre ha estado de acuerdo. 

En la conferencia del 3 de abril explicó que usar mascarilla no sirve para quienes buscan tener una defensa contra las partículas del virus Sars-CoV2, ya que también entran por los ojos. En esa ocasión también señaló que el riesgo de usar cubrebocas es que la gente se lleva las manos a la cara constantemente y eso eleva la posibilidad de que se infecten. 

Semanas más tarde dijo que, “el usar cubrebocas tiene una pobre utilidad o incluso tiene una nula utilidad”. Posteriormente, el 25 de mayo, expresó que no es enemigo del cubrebocas y que no está en contra de su uso, pero reiteró que no es un mecanismo efectivo para proteger de contagio a quien lo usa. 

El Premio Nobel de Química Mario Molina publicó en junio un artículo en el que destacó que el uso de cubrebocas ayuda a disminuir los contagios de covid-19, por lo menos así se demostró en los casos de Italia y la ciudad de Nueva York, en Estados Unidos

López Gatell manifestó que, el artículo de Molina es “una aportación valiosa” porque mostró algunas evidencias  sobre los beneficios de usar mascarilla; sin embargo, dijo que era necesario analizarlo considerando otros factores para determinar también sus limitaciones. 

Sin embargo, el subsecretario dio un giro en su discurso el 11 de julio, cuando recomendó “utilizar el cubrebocas como un instrumento auxiliar de la prevención, particularmente en espacios cerrados como un mecanismo para que la persona que tiene los virus no los proyecte".

“No hay una evidencia clara que de que sirva como barrera de protección propia, hay que estar consciente de ello, pero si se usa masivamente, la probabilidad de que las personas que estén con posibilidades de transmitir van (contagien) van a disminuir”, reconoció.

Cambio en estimaciones, sobre la marcha 

La mayoría de la población siempre busca fechas y estimaciones de lo que se puede esperar en cualquier situación, el subsecretario López-Gatell intentó dar certidumbre a la pandemia, pero cayó en contradicciones. En el caso del punto acme, mejor conocido como el pico de contagios, tuvo que hacer ajustes en la estadística. El 16 de abril fue la primera vez que habló de este tema y dijo que el momento cumbre sería entre el 8 y el 10 de mayo para el Valle de México. 

El Día del Trabajo, el 1 de mayo, cambió el punto cumbre para entre el 6 y el 10. Un día antes de la fecha prevista, el día 5, dijo que la estimación se modificó porque la curva estaba aún más plana de lo que se predijo y que el momento cumbre de la pandemia sería el 8 de mayo. 

Los memes hicieron de las suyas en redes sociales ante estos cambios, “mañana será el pico de la pandemia, no importa cuando lo leas” se podía leer en algunas imágenes. 

Tras estos cuestionamientos, López-Gatell desistió en el tema: “Ya lo del pico y la fecha del pico y que si esto es el Himalaya y demás, ya no tiene mucho sentido que hablemos de eso, hemos dicho en todas las modalidades: la epidemia no es una sola, se compone de varias”.

Los cambios sobre la marcha también han sido en otras estimaciones, como el saldo de defunciones que podría dejar la pandemia de coronavirus. En febrero, estimó que habría 12 mil 500 muertes, pero en abril redujo la cifra en una entrevista para la agencia EFE y declaró que serían entre 6 mil y 8 mil personas las que perderían la vida. 

Cuando se alcanzaron los 8 mil decesos por covid-19, el subsecretario elevó nuevamente la estimación y dijo que preveían hasta 30 mil muertes, el 4 de junio la modificó nuevamente, a 35 mil, número que ya quedó rebasado ante la realidad de la pandemia. 

El Modelo Centinela, del brillo al olvido 

El que también quedó rebasado fue el Modelo Centinela, que se presentó el 8 de abril como el mecanismo para dar seguimiento al avance del coronavirus en México y dimensionar el tamaño de los contagios

En esa ocasión, López-Gatell dijo que estimaban que las personas contagiadas de coronavirus podrían ser ocho veces más que los que se conocían hasta ese momento y explicó que este mecanismo les permitió decidir cuándo se tenían que implementar las medidas de mitigación masivas

Las estimaciones con el Modelo Centinela se presentaron sólo durante algunas semanas y un mes después, al ser cuestionado sobre cuál sería la dimensión de la pandemia en México, señaló: “Lo dijimos con antelación a la fase 3, el Modelo Centinela no es elemento principal en este momento para el objetivo de la fase 3. Lo dijimos con antelación, cuando entremos a fase 3 olvídense de la vigilancia Centinela, seguirá operando ahí en el fondo”. 

¿Amigo de los gobernadores?

El viernes 10 de julio, el semáforo epidemiológico presentó algunas averías que dejaron en evidencia choques con los gobiernos estatales. El subsecretario dijo en la conferencia de esa tarde que detectaron inconsistencias en la información que las entidades presentan y que por eso no cambiaría el semáforo esa semana. 

Aprovechó para repartir culpas sobre la situación que vive México a causa del covid-19. Señaló que también mantener el control de la pandemia es responsabilidad de los gobiernos estatales y municipales, porque deben vigilar que sólo se abran los establecimientos acordados de acuerdo al semáforo epidemiológico. 

Indicó que algunos estados tampoco cumplieron con la reconversión hospitalaria ni se adhirieron al Insabi, y señaló que son esas las entidades en las que se han visto escenas de problemas en hospitales. 

Cuatro días después, negó que haya una confrontación con los gobernadores. “Que nos peleamos con los estados: falso. No se peleó nadie con los estados; que estamos pasándole la responsabilidad a los estados: falso, esa es una responsabilidad y una atribución del gobierno federal”. 

Sin embargo, algunos dichos de los mandatarios estatales han dejado en evidencia que la relación con el subsecretario no es miel sobre hojuelas. Como el reciente video del gobernador de Tabasco, Adán Augusto López, quien expresó “Ya no puedo con Gatell, él tiene unas cifras que no sé de dónde saca”. 

Mientras que el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, también expresó su molestia con el subsecretario por que la entidad regresó a rojo en el semáforo epidemiológico. 

Hay cosas que no tienen remedio @HLGatell sigue en su agenda política. Sus caprichos ya le costaron muchas vidas a México. No entiende que la pandemia es un asunto serio. Avanzamos un paso y él se encarga de echar de nuevo todo a perder

“Sin decir agua va, vuelve a cambiar los criterios para hacer el semáforo y nos pone en rojo porque se le antoja. Nosotros ya no vamos a engancharnos con él. A cada quien lo pondrá en su lugar la historia”, escribió el viernes pasado en su cuenta de Twitter

Aunque los choques con los mandatarios estatales se registran desde hace meses, por ejemplo, en abril pasado el gobernador de Baja California, Jaime Bonilla, quien señaló que la Secretaría de Salud federal dosificaba la cifra de muertes porque en ese momento en la entidad se reportaban ya el doble de defunciones. 

La incertidumbre del final 

Al inicio de la pandemia, la mayoría de la población pensó que sería sólo un problema de algunos meses, entre ellos el subsecretario López-Gatell, quien el 16 de abril estimó que para el 25 de junio la epidemia ya estaría cerca de llegar a su fin. 

“El primer ciclo de la epidemia se puede proyectar que se extendería hasta agotar cerca del 95% de los casos esperados el 25 de junio y, como suele pasar en todas las epidemias, con un hilo, una cola, una continuidad de la epidemia ya con una transmisión muy baja que se extiende por varias semanas más. Esta es la predicción para este primer ciclo”, expresó en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Cuando el 25 de junio llegó y la pandemia seguía en aumento, el subsecretario reculó, al manifestar que no dijo que esa fecha sería el fin de la epidemia y presentó un video para comprobar que en múltiples ocasiones dijo que la pandemia será larga. 

Para evitar nuevas confusiones, cambió la estimación original: “¿Cuánto tiempo en total va a durar todo esto? No se puede precisar, pero algunas conjeturas científicas apuntan a que esto podría durar varios años, posiblemente dos o tres años durante todo el proceso en que esté en forma sincrónica, en desfase de tiempo, presentándose la epidemia en el mundo”.

(María José Pardo)