Con el inicio de la segunda mitad del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, se reorganiza el gabinete y los funcionarios que componen algunos de los puestos más importantes dentro del gobierno.
Es el caso de la salida de Irma Eréndira Sandoval de la Secretaría de la Función Pública (SFP) y la llegada de Roberto Salcedo, quien era subsecretario de Fiscalización y Combate a la Corrupción y quien, también, ha sido señalado por haber sido un priista afín al salinismo, además de experto en administración pública.
La SFP que, en teoría, debería funcionar como un mecanismo interno de regulación de la estructura de gobierno en el sexenio que ha tenido como principal bandera el fin de la corrupción, ha tenido un desempeño cuestionable de acuerdo con algunos especialistas.
En palabras del nuevo funcionario, Roberto Salcedo, es necesario que la Secretaría honre su nombre y garantice un buen funcionamiento de lo público además de cumplir con algunas tareas que Sandoval Ballesteros dejó pendientes.
"La primera es mover una agenda de transparencia proactiva por parte del gobierno federal, aspecto que ha retrocedido lamentablemente desde inicio del gobierno y basta ver la multiplicación tanto de la negativa de información como de las supuestas inexistencias de declaraciones, inexistencias de información ante las solicitudes ante las solicitudes que se han hecho a través del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI)", señala Marco Antonio Fernández Martínez, profesor investigador del Tecnológico de Monterrey.
La Silla Rota publicó en enero de este año que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha sido cuatro veces más opaco que el gobierno que encabezó el priísta Enrique Peña Nieto porque recibió cuatro mil 491 recursos de revisión por solicitudes de transparencia que no han sido solventadas ante los ojos de la ciudadanía, mientras que, en 2018, el gobierno de Peña Nieto recibió 792 recursos.
Otro de los aspectos que es necesario fortalecer, de acuerdo con Fernández, es el funcionamiento de lo público a través del fortalecimiento del servicio civil de carrera, que de por sí ha sido un problema para el pis que se agudizó con el paso de Irma Eréndira Sandoval por la SFP.
"Recordemos que en sus primeros meses al frente de la dependencia, se dedicó a acosar a quienes eran miembros del servicio civil de carrera y obligarlos a renunciar al grado de negarles la entrada a la dependencia, quitarles equipos de cómputo y en su lugar nombró a una serie de funcionarios que fueron seleccionados no por su mérito sino con base en la lealtad partidista", señala Fernández.
Además de la vigilancia del correcto desempeño de los funcionarios públicos, la SFP tendrá que rendir cuentas sobre el considerable aumento de las adjudicaciones directas de las contrataciones gubernamentales, forma principal de adjudicación durante el actual gobierno, y el rubro conocido como "otras contrataciones" que durante los primeros dos años del sexenio de Andrés Manuel López Obrador ha representado 75 mil millones de pesos, mientras que durante el último año del gobierno de Enrique Peña Nieto representó 200 millones de pesos.
Sin embargo, la SFP ha brillado por su ausencia en cuanto a estas adjudicaciones se refiere.
Al mismo tiempo, durante su mensaje de despedida y otros discursos públicos que ha dado como en sus presentaciones en las conferencias matutinas que ofrece el presidente, Irma Eréndira Sandoval reivindicó algunas de las tareas que de por sí realiza la SFP como logros propios de su paso por el organismo; es el caso de las declaraciones patrimoniales y las denuncias de corrupción.
Además, Sandoval ha sido cuestionada por no informar en su declaración patrimonial, de todas las propiedades que posee junto con su esposo, el académico John Ackerman.
Este último, en un artículo de defensa del trabajo que hizo Sandoval en la SFP, publicado el 28 de junio en La Jornada, denunció que las críticas que recibe su esposa se deben a la cultura machista nacional que no acepta la participación de las mujeres en altas esferas de la política.
También afirmó que es falso que la salida de Sandoval obedece a contradicciones internas en Morena, sobre todo en relación con la filtración de las denuncias de acoso sexual y violación que pesaban sobre Félix Salgado Macedonio, excandidato al gobierno de Guerrero.
La filtración, hecha por Sandoval, habría sido en favor de la candidatura de su hermano, el ex súper delegado Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, quien no tenía el favor presidencial para contender por la gubernatura de Guerrero.
Además de lo que podría ser una incomodidad presidencial por oponerse al candidato de López Obrador, Félix Salgado Macedonio, la exsecretaria de la Función Pública ha sido señalada por opacidades en sus declaraciones patrimoniales.
Esta opacidad estaría a su vez relacionada con la exoneración de Manuel Bartlett, director de la Comisión Federal de Electricidad, quien también ha sido acusado de nos transparentar sus propiedades y las de su familia.
"La pasada investigación que llevó a cabo de manera exprés Irma Eréndira Sandoval y que terminó exonerándolo bajo una argucia legal que precisamente deriva de otra de sus malas acciones que fue operar con los demás miembros del Sistema Nacional Anticorrupción con excepción del INAI y de representantes ciudadanos, para cambiar los formatos de las declaraciones patrimoniales y ocultar la información de los bienes que se tienen en copropiedad con la pareja o cónyuge y esa argucia legal fue lo que permitió salvar a Manuel Bartlett y que después Irma Eréndira Sandoval usó para tratar de justificar el ocultamiento de los bienes que se multiplicaron en copropiedad con John Ackerman", explica Fernández Martínez.
Así, la llegada de Roberto Salcedo al frente de la dependencia deberá tener como objetivo el saneamiento de la SFP y la investigación seria y profunda de diversos funcionarios del gobierno sobre posibles actos de corrupción.
En el mensaje en el que anunció la salida de Sandoval y la llegada de Salcedo, López Obrador afirmó: “El poder es humildad, no es prepotencia, extravagancia, lujos, fantocherías. No debemos ser funcionarios, sino servidores públicos”.
MJP