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Los pasajes oscuros del Estado Mayor Presidencial

El Estado Mayor Presidencial ha protagonizado pasajes oscuros, desde matanzas estudiantiles hasta presuntos vínculos con el crimen organizado.

Escrito en NACIÓN el

Cuando Andrés Manuel López Obrador llegó a la Presidencia de la República una de sus primeras promesas que hizo realidad fue la desaparición del Estado Mayor Presidencial.  

Se trataba de un órgano técnico militar que tiene como misión fundamental proteger al Presidente de la República y a su familia.

Sin embargo, el Estado Mayor Presidencial surgió de nuevo en la opinión pública luego que exmiembros de esta organización se encargaran de proteger al expresidente de Bolivia, Evo Morales, asilado en México.  

Lo cierto es que durante su existencia el Estado Mayor Presidencial ha protagonizado pasajes oscuros, desde matanzas estudiantiles hasta presuntos vínculos con el crimen organizado.

El Batallón Olimpia

 

El 2 de octubre de 1968 ocurrió uno de los pasajes más oscuros de la historia de México: La masacre de Tlatelolco.

Estudiantes que se manifestaban en la Plaza de las Tres Culturas fueron reprimidos de forma violenta y colocados en medio de un enfrentamiento entre miembros del Ejército y de un grupo de infiltrados.

Una bengala en el cielo y varios hombres con corte militar, vestidos de civil y un guante o pañuelo blanco, fueron la constante de los testigos y sobrevivientes.

Los perpetradores de la masacre fueron miembros del Batallón Olimpia, creado para garantizar la seguridad de los Juegos Olímpicos que se efectuarían en dicho año en la Ciudad de México.

El Batallón Olimpia estaba conformado por varios elementos de seguridad federal, pero aquellos que participaron en la matanza de 1968 fueron miembros del Estado Mayor Presidencial.

Documentos del secretario de la Defensa Nacional de Gustavo Díaz Ordaz, Marcelino García Barragán, publicados por Julio Scherer García y Carlos Monsiváis refieren que en efecto los provocadores de dicha masacre en la Plaza de las Tres Culturas eran miembros del Estado Mayor Presidencial.

García Barragán refiere a Luis Gutiérrez Oropeza, jefe del Estado Mayor Presidencial, quien le asegura hay hombres con metralletas que él ordenó infiltrar a Tlatelolco para disparar contra los manifestantes.

“Recibí un llamado telefónico del General Oropeza, jefe del Estado Mayor Presidencial, quien me dijo: Mi General, yo establecí oficiales armados con metralletas para que dispararan contra los estudiantes, todos alcanzaron a salir de donde estaban, sólo quedan dos que no pudieron hacerlo, están vestidos de paisanos, temo por sus vidas. ¿No quiere usted ordenar que se les respete?”

“El General Mazón me informó que ya tenía en su poder a uno de los oficiales del Estado Mayor (Presidencial), y que al interrogarlo le contestó que tenían órdenes él y su compañero del Jefe del Estado Mayor Presidencial de disparar contra la multitud”.

Ambas citas son escritos de García Barragán dados a conocer por Scherer y Monsiváis en su libro “Parte de guerra”.

El secretario de la Defensa Nacional de Díaz Ordaz culpó a Luis Gutiérrez Oropeza de ordenar al Batallón Olimpia de disparar contra el Ejército y manifestantes ese 2 de octubre de 1968.

Los señalamientos de narcotráfico

Durante el juicio de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, líder fundador del cártel de Sinaloa, el Estado Mayor Presidencial salió manchado en al menos dos ocasiones por uno de los testigos protegidos del caso.

Fue Vicente Zambada Niebla, “El Vicentillo”, hijo de Ismael Zambada García, “El Mayo”, quien expuso los supuestos vínculos entre el Estado Mayor Presidencial y el narcotráfico.

“El Vicentillo” relató que visitó la entonces Residencia Oficial de Los Pinos, el hogar del Presidente de la República, en 1997, cuando gobernaba Ernesto Zedillo.

La visita de Zambada Niebla a Los Pinos se dio para reunirse con el general Roberto Miranda, entonces jefe del Estado Mayor Presidencial.

El primogénito de “El Mayo” quería pedirle un favor, que dejara de allanar los negocios de su madre y hermanas.

Zambada Niebla no especificó si Miranda estaba en la nómina del Cártel de Sinaloa, pero sí rechazó que Zedillo recibiera dinero de la organización criminal.

“El Vicentillo” también aseguró que uno de los escoltas personales del Estado Mayor Presidencial de Vicente Fox estaba dentro de la nómina del cártel de Sinaloa.  

Se trata de Marco Antonio de León Adams, quien –en palabras de Vicente Zambada Niebla– era el espía personal de “El Mayo”.

Zambada Niebla detalló que de León Adams ayudó a “El Chapo” a informarle cómo evadir a los que lo estaban persiguiendo tras fugarse de Puente Grande en 2001, semanas después de que Fox tomara posesión.

“El Vicentillo” sostuvo que una de las reuniones que protagonizó Marco Antonio de León Adams con miembros del cártel fue en el restaurante El Lago, en Chapultepec, en la Ciudad de México.

Incluso, Vicente Zambada Niebla relató que el jefe de seguridad de Vicente Fox era apodado “El Chicle” por la marca de goma de mascar “Adams”.