VILLAHERMOSA, Tabasco (La Silla Rota).- La construcción de la refinaría en Tabasco se iniciará a partir de inicio del año, “y va contra viento y marea”, aseveró el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, al estimar una inversión en esa obra por ocho mil millones de dólares en tres años.
Anunció también que primero se realizará una agresiva inversión en exploración y producción de yacimientos petroleros en el sureste, Tabasco principalmente, para incrementar y alcanzar a final de su sexenio los dos millones 500 mil barriles diarios.
Comparó que antes de la aprobación de la Reforma Energética se extraían tres millones de barriles diarios, pero a partir de allí se registró un declive para llegar al millón 800 mil, que continúa en caída libre, por lo que es urgente reactivar la producción que efectuará el nuevo gobierno federal.
Incluso, anunció que tratará de estar en Tabasco cada mes, para supervisar personalmente los trabajos de perforación de pozos y de la construcción de la refinería, que ubicará en el puerto petrolero de Dos Bocas, Paraíso.
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El político tabasqueño al insistir que “urge rescatar la industria petrolera”, convocó a todo el pueblo, a que así como en 1938, Lázaro Cárdenas rescató al petróleo, así en este 2018, también se rescate al sector energético del país.
En conferencia de prensa efectuada en el Salón de Recepciones del palacio de gobierno, López Obrador aprovechó para responder a los “conservadores”, por criticar y poner trampas a los programas, acciones y obras que emprenderá su administración.
Los opositores están allí encubiertos y siempre van a obstaculizarnos. Ahora están muy molestos, no se resignan porque ganó el partido liberal. Siempre ha sido así conservadores contra liberales”, mencionó al minimizar esas resistencias, “pues somos campeones en la carrera de obstáculos y la perseverancia”.
El presidente electo, primero sostuvo una reunión privada con empresarios locales, acompañado de los gobernadores en funciones y el electo, el perredista Arturo Núñez y el morenista Adán Augusto López, respectivamente. Luego encabezó un mitin en plaza de armas donde enumeró cada uno de los programas sociales y la inversión que se aplicarán en Tabasco.
Igual se refirió a la democratización de los sindicatos, principalmente el magisterial y el petrolero, donde subrayó que las elecciones de dirigentes debe efectuarse mediante voto libre y secreto, ya no a través de mano alzada, y los nuevos líderes deben ser personas honestas.
35 AÑOS DESPUÉS
El presidente electo Andrés Manuel López Obrador regresó a palacio de gobierno de Tabasco, en su tierra natal 35 años después, cuando dimitió al cargo de Oficial Mayor del estado, que en ese entonces se encontraba en este inmueble.
El 16 de agosto de 1983, López Obrador fue designado Oficial Mayor del estado por el entonces gobernador Enrique González Pedrero, luego de que lo destituyera de la presidencia estatal del PRI, a petición de alcaldes priístas que se quejaron que el lider del tricolor se entrometía en los asuntos municipales.
Inconforme con su destitución, López Obrador llegó a las oficinas de la Oficialía Mayor, solo para presentar su renuncia con carácter de irrevocable por alejarse de “mi propósito fundamental de servir a los intereses mayoritarios de mi pueblo”.
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Nunca más regresaría al palacio de gobierno, sino hasta este domingo pero como presidente electo.
Antes intentó ocupar la sede del poder ejecutivo de Tabasco, al participar como candidato a gobernador, 1988 y 2000, por el Frente Democrático Nacional y el Partido de la Revolución Democrática, pero perdió las elecciones, en los que sostuvo que fue mediante el fraude electoral.
La reunión encabezada la mañana de este domingo del presidente electo, se enmarca en la gira de agradecimiento que realiza por el país.
Al término de la reunión privada, encabezará un mitin en la plaza de armas.
Igual, López Obrador vuelve a reunirse y dialogar con el gobernador Arturo Núñez, con quien en 2015 rompió políticamente al acusarlo de “traidorzuelo” y de salir “puque” (podrido) por “aliarse a la mafia del poder”, pues no le exigió al presidente Peña Nieto, tarifas preferenciales de electricidad, “borrón y cuenta nueva” de los adeudos de la “resistencia civil” y mayores participaciones federales.
djh