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Los errores de la DEA en el caso Cienfuegos, según la FGR

En la resolución, la FGR resaltó que es imprescindible que en principio quede claro el mecanismo de obtención de información con autorización judicial

Escrito en NACIÓN el

Informes del Ejército, del Servicio de Administración Tributaria (SAT), de la Fiscalía General de justicia de Nayarit (FGEN), de empresas de telefonía, así como la declaración Ministerial de último momento del exsecretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, son las pruebas con las que la FGR “desechó” y evidenció las pifias de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) para acusar al General en retiro de narcotráfico y lavado de dinero.

En la resolución testada que hizo pública la Fiscalía General de la República (FGR), dejo claro que, a pesar de que las pruebas contra Zepeda fueran evidentes, carecen de sustento legal, ya que fueron obtenidas de forma ilegal (a través de comunicaciones interceptadas sin autorización de un juez)

“Es imprescindible, como lo exige nuestro sistema legal, que en principio quede claro el mecanismo de obtención de esa información para que ésta pueda ser valorada legalmente, es decir, si no es claro que se obtuvo con autorización judicial, esa información carece del más elemental valor jurídico, está afectada de nulidad y no puede surtir efecto alguno sobre las personas a las que se les atribuyen”, menciona la conclusión de la FGR del 14 de enero.

La Fiscalía General de la República enumeró cada uno de los errores de la DEA al integrar el expediente. Una de las primeras pifias de la DEA según la FGR, es que no existe la certeza de que Cienfuegos Zepeda es la persona identificada con el nombre de “Zepeda” en el expediente.

Según la DEA, “Zepeda” mantenía comunicación con uno de los narcotraficantes identificado como “Samanta” (Daniel Isaac Silva Gárate, “H-9”), perteneciente a cártel de “Los H-2”.

Otro de los argumentos de la FGR es que el gobierno de Estados Unidos, nunca proporcionó información formal “para identificar a las personas o relacionar a los involucrados con apodos a quienes le fueron interceptadas las telecomunicaciones.

También, el Ministerio Público menciona que la descripción que hace Daniel Isaac Silva Gárate sobre Cienfuegos, no corresponde a sus rasgos. Según la DEA, el narcotraficante se refiere a Zepeda como una persona “güera, güera”, “blanco”, “medio llenito”, o con los “cachetes siempre rojos”.

Otras pifias de la DEA que enlista la FGR es que Cienfuegos no tiene vínculos familiares con el gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz, o que el exsecretario tiene un hijo, ya que su descendencia sólo incluye a cuatro mujeres.

“Resulta inverosímil que, si la descripción de la persona del supuesto no concuerda en absoluto con la fisonomía de Salvador Cienfuegos Zepeda, y que si los propios integrantes (particularmente el líder del grupo delictivo supuestamente protegido por autoridad militar) expresó sus serias dudas acerca de quién era el supuesto contacto y protector de ese grupo”, menciona la resolución de la FGR.

Otros de los datos de prueba con los que la FGR desecho la investigación de la DEA, son informes y notas periodísticas en las que, se muestran imágenes o videos que comprueban que el ex secretario estuvo en otros lugares y no con el “H-9”.

 “Adiciónese a todo lo ya argumentado a lo largo de la presente, que existen otras consideraciones que conllevan a establecer que no hay acto delictivo alguno directamente atribuidle pues todas las pruebas que la autoridad estadounidense remitió se refieren estrictamente a mensajes que se dirigieron entre sí quienes eran considerados como integrantes de un grupo delictivo que operaba en el Estado de Nayarit, y ninguno solo de esos mensajes puede adjudicarse a Salvador Cienfuegos Zepeda”.