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Los choques de AMLO con "Reforma" que empezaron en 2006

“Ese periódico si sigue así, va a terminar como un pasquín. Ojalá rectifique”, comentó el presidente en la conferencia de este martes

Escrito en NACIÓN el

Los enfrentamientos del presidente Andrés Manuel López Obrador con el diario Reforma ya son cosa de todos los días, al menos, dentro de las conferencias matutinas que realiza el tabasqueño de lunes a viernes. Pero eso no lo hace tema reciente, pues al menos desde la campaña presidencial de 2006, que perdería ante Felipe Calderón, tuvo roces con dicho periódico.

Este martes se presentó un nuevo capítulo de los dichos de AMLO contra este medio de circulación nacional, esta vez por la cobertura que le ha dado a la matanza de 14 personas, incluido un bebé, en Minatitlán, Veracruz, la cual habría sido causada por la pugna de dos bandas criminales antagónicas.

Ese periódico si sigue así, va a terminar como un pasquín. Ojalá rectifique”, comentó el presidente.

La Real Academia Española (RAE) define en al menos dos sentidos a un pasquín: 1 “Diario, semanario o revista con artículos e ilustraciones de mala calidad y de carácter sensacionalista y calumnioso” y “Escrito anónimo, de carácter satírico y contenido político, que se fija en sitio público”.

El mandatario mexicano agregó que el Reforma y otros medios de oposición aprovecharon la tragedia de Minatitlán para propinarle un golpe político.

Hablando de Minatitlán, mis adversarios, la prensa fifí, quisieran que les hiciera caso y que abandonáramos los propósitos fundamentales, ya están atendiendo el problema. Reforma no hará mi agenda”, lanzó.

En ocasiones anteriores, el mandatario mexicano se ha referido a este periódico como que “no es cualquier hojita”.

El periodista y escritor independiente, Emiliano Ruiz Parra, contó cómo desde la campaña presidencial de 2006, López Obrador no lleva una buena relación con el diario.

El comunicador recordó, en un artículo publicado en Cuestione.com, las veces que el tabasqueño lo invitó a sentarse con él en fonditas en las que comía durante sus giras por el país entre 2005 y 2006. “El hombre que sería presidente intentaba ganarse al joven que enviaba notas a la redacción de Reforma”, narró.

Sin embargo, indicó que fue en Michoacán que la amistad se acabó, pues publicó que en esta entidad perredista AMLO sólo consiguió llenar las plazas a la mitad.

Agregó que en algún momento pudo preguntar al gobernador michoacano de aquel momento, Lázaro Cárdenas, por qué no están llenas las plazas, sin embargo, López Obrador interrumpió al gobernador para decir: “eso no es cierto, eso lo dice Reforma”.

Una nueva molestia del tabasqueño se presentó al decir que las encuestas que presentaba Reforma estaban arregladas en Los Pinos, pues dieron un empate técnico entre él y Calderón.

Y luego el momento más fuerte que vivió el reportero de Reforma:

Luego vendría la cerradísima victoria de Calderón, las marchas, la toma del Paseo de la Reforma y el plantón frente al Palacio Nacional. López Obrador volvió a recorrer el país. Lo volví a cubrir algunas veces como presidente legítimo (ostentaba ese título, que le había dado una asamblea en el Zócalo). Recuerdo una en Tlaxcala. Me apuntó con su dedo desde el templete: “ahí está Reforma, el boletín del PAN, el boletín de la derecha...” La gente empezó a rodearme, enojada, y yo me hice a un lado. Escenas similares ocurrieron con reporteros de diversos medios en varias partes del país. Cuando menos en una ocasión terminó en una golpiza a un periodista”, relató.

lrc