Al cumplirse 10 años de la masacre de Allende, Coahuila en donde fueron asesinadas e incineradas más de 300 personas por el cartel de “los Zetas”, los “Archivos Nacionales y Registro de Documentos” del gobierno de Estados Unidos publicaron hoy documentos oficiales sobre la investigación, incluyendo los puntos clave de más de 4 mil páginas del expediente y testimonios.
Adicionalmente también revelaron que en respuesta a una petición oficial reciente que realizaron, el Inspector General del Departamento de Justicia de Estados Unidos confirmó que su investigación interna sobre los vínculos de la DEA con la violencia de los carteles mexicanos está en curso.
Esa investigación del Departamento de Justicia, anunciada por primera vez en 2018, “podría tener significativas implicaciones para el caso Allende y para la cooperación en materia de seguridad entre los Estados Unidos y México, en general”.
En paralelo, familiares de los más de 300 desaparecidos y ejecutados están esperando que la Corte Internacional de Derechos Humanos tome el caso de la masacre de Allende, con lo cual se busca procesar a las autoridades del estado de Coahuila que estaban a cargo, incluyendo al gobernador.
“Las publicaciones de hoy se enfocan en los documentos más relevantes entre la evidencia de la escena del crimen recolectada por el Estado de Coahuila”, explicó Michael Evans, analista senior de los “Archivos Nacionales y Registro de Documentos”.
La publicación de los documentos del caso de la masacre de Allende fue resultado de usar una disposición especial de la Ley de Acceso a la Información mexicana que permite la difusión de información en caso de violaciones de derechos humanos, aún cuando la investigación criminal esté en curso.
“Desde entonces, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos de México (CNDH) ha publicado los volúmenes desclasificados en su página de internet, pero no es fácil encontrarlos sin un enlace directo”, precisó el analista Michael Evans.
La colección de documentos que se publican muestran un análisis detallado y gráfico de los eventos que se registraron entre el 18 y el 20 de Marzo de 2011 en Allende, Coahuila en donde se evidencia de manera amplia la combinación de soborno, intimidación y violencia utilizada por el cartel de “Los Zetas”, ahora denominado “Cartel del Noreste”, para convertir a las fuerzas de seguridad locales en instrumentos de sus actividades criminales, agregó.
“Hace 10 años, el municipio mexicano de Allende fue el sitio de una de las peores atrocidades en derechos humanos, nunca antes vista en el país”, señala la presentación de los ´Archivos Nacionales y Registro de Documentos” de Estados Unidos.
Derivado de la masacre de Allende se establecieron relaciones con otros secuestros y ejecuciones similares de “los Zetas” especialmente en los estados fronterizos de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas donde la situación poco ha cambiado, opinó Michael Evans.
“Grandes franjas del noreste de México han estado bajo el control de facto de los Carteles del narcotráfico desde hace más de una década, a pesar de las promesas de los sucesivos gobiernos de controlar a los grupos del crimen y de erradicar a los funcionarios corruptos que lo permiten”, expresó.
Para el analista Michael Evans la violencia reciente es también un recordatorio de que “las autoridades mexicanas no han logrado proteger a la población civil del país de los altos niveles históricos de violencia, ni aliviar los efectos de una crisis de seguridad cada vez más profunda”.
Los documentos que publican los “Archivos Nacionales y Registro de Documentos” de Estados Unidos sobre la masacre de Allende incluyen pruebas forenses que fueron recolectadas en las siguientes semanas y meses, las cuales “muestran cuán inadecuadas han sido esas investigaciones”.
Los testimonios confirman que “Los Zetas” tenían controlados al presidente municipal y a todo el cuerpo policiaco, incluyendo al jefe de policía. Además se dan a conocer las declaraciones iniciales de las personas cuyos familiares desaparecieron y fueron asesinadas por los narcotraficantes.
Durante la investigación del caso, que tardó tres años en iniciarse, algunos de los entrevistados argumentaron que la masacre de Allende fue resultado de una venganza de “los Zetas”, pero en 2017 una investigación de la periodista Ginger Thompson, que visitó el lugar, reveló que los narcotraficantes buscaban a un informante de la DEA que trabajaba en una célula del cartel.
Tras la investigación de Thompson, de “Propublica”, en 2018 se sentenció a Iván Reyes Arzate ex Director de la “Unidad Sensitiva de Información” en México, un grupo mixto que estaba compuesto por agentes mexicanos y estadounidenses, quien entregó la información del espía de la DEA al cartel de “Los Zetas”.
En Enero de 2020, Reyes Arzate fue sentenciado también por corrupción al haber permitido que los carteles del narcotráfico continuaran operando en la región sin consecuencia alguna. Adicionalmente el año pasado se dio a conocer el proceso en contra de Genaro García Luna, jefe de Arzate en la Policía Federal por haber recibido millonarios sobornos del Cártel de Sinaloa.
(djh)