“No tengo enemigos, no quiero tenerlos, tengo adversarios, pero queremos unidad”, dijo Andrés Manuel López Obrador (AMLO) el 3 de julio pasado tras salir de su primer encuentro con Enrique Peña Nieto en Palacio Nacional.
La de no tener enemigos sino adversarios es una de las frases que el presidente electo de la República ha acuñado como parte de su filosofía política y quizás también de vida.
El pasado 13 de octubre en un mitin de su gira de agradecimiento aseguró que ya había “perdonado” a quienes le “robaron” dos veces la Presidencia, en 2006 y 2012, pero entonces ¿quiénes son sus adversarios? ¿o los conservadores o fifís, como también los ha llamado?
LOS ADVERSARIOS
Carlos Salinas de Gortari. Hasta antes de ganar la elección del 1 de julio AMLO sostuvo que el ex presidente era “el jefe de la mafia en el poder” y después de la campaña, ha matizado el discurso llamándolo “el padre de la desigualdad moderna”.
Recientemente el tabasqueño rehusó que su gobierno se pudiera “empantanar” en perseguir ex presidentes, pero dejó claro que, si llegado el momento de que una consulta definiera el tema, por el que tendría que empezar sería por Carlos Salinas de Gortari, “por impulsar las políticas neoliberales que causaron el empobrecimiento de millones de mexicanos y también la crisis de inseguridad y de violencia".
En contraparte, si bien tras el resultado del 1 de julio el ex presidente dijo “bienvenida la reconciliación”, recientemente advirtió que “la República está ante un gran riesgo, el de renacer o el de desaparecer (…) el riesgo es alto para la República si las circunstancias cambian y el gobernante no cambia su forma de proceder, porque las Repúblicas también perecen”.
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Consejo Mexicano de Negocios (CMN). Se trata de los empresarios más poderosos del país y en consecuencia se han convertido en los mayormente afectados por las primeras acciones de López Obrador durante la etapa de transición.
La cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) en Texcoco; la propuesta para reformar la Ley de Minas, donde se incluye la cancelación de algunas concesiones “por impacto social negativo”, son ejemplos de esas afectaciones.
Dueños de minas, de constructoras, aportadores de recursos en causas anti-AMLO, si bien López Obrador se dio la mano con dicho grupo de inversionistas, entre los que se encuentran Eduardo Tricio Haro, Alberto Baillères González, Germán Larrea y Alejandro Ramírez Magaña, también los considera que más que empresarios son “traficantes de influencias”.
El CMN se perfila para ser fuente de la crítica ante las políticas populistas del lopezobradorismo.
Claudio X. González Guajardo. “El panorama se ensombrece”, dijo hace unos días el presidente de Mexicanos Contra la Corrupción. Y agregó:
Sabíamos que AMLO/MORENA serían una amenaza al desarrollo económico. Pruebas abundan. Pero SON UNA AMENAZA IGUAL O MAYOR PARA LA DEMOCRACIA: culto a la personalidad; ataque a la división de poderes; afrenta al federalismo; consultas a modo; operación por encima de las leyes...”.
AMLO ya se dio la mano y un abrazo con Claudio X. González Laporte, no así con su hijo quien considera que al presidente le falta “visión, estudio, planeación y criterio”.
Vicente Fox. El ex presidente panista se ha declarado abiertamente opositor de Andrés Manuel López Obrador y no pierde la oportunidad de declarar en contra de las consultas, a las que califica de “piteras” con las que se da “atole con el dedo” al pueblo y ha advertido que el país se encamina a una “pejedictadura”, además de que lo ha comparado con Luis Echeverría.
El guanajuatense incluso llamó a conformar una “resistencia” en contra de las políticas tomadas por López Obrador.
Del otro lado de la cancha, durante la etapa de transición, Morena aprobó reformas a la Ley de Remuneraciones de los Servidores Públicos para retirar la pensión y el apoyo que el Estado Mayor Presidencial daba a los ex presidentes.
Que (Fox) me diga lopitoz, loquito… pero ya no le vamos a dar la pensión de cinco millones de pesos mensuales”, prometió el tabasqueño durante la campaña.
Gobernadores panistas y Enrique Alfaro. Recientemente 12 mandatarios del PAN y Enrique Alfaro de Movimiento Ciudadano, se declararon en resistencia contra la figura de los coordinadores estatales en materia de seguridad.
Los panistas Martín Orozco Sandoval, de Aguascalientes; Francisco Arturo Vega de Lamadrid, de Baja California; Carlos Mendoza Davis, de Baja California Sur; Javier Corral, de Chihuahua; José Rosas Aispuro, de Durango; Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, de Guanajuato; Antonio Echevarría García, de Nayarit –este reculó unos días después asegurando que AMLO es ahora su jefe político-; José Antonio Gali Fayad, de Puebla; Francisco Domínguez Servién, de Querétaro; Carlos Joaquín González, Quintana Roo; Francisco Javier García Cabeza de Vaca, de Tamaulipas, y Mauricio Vila Dosal, de Yucatán, firmaron el desplegado en el que señalan que en materia de seguridad “la colaboración no debe ser entendida como sometimiento de los órdenes locales”.
En respuesta, López Obrador dijo que los gobernadores son libres de expresarse, afirmó que habrá diálogo, pero también advirtió que “no seré rehén de nadie, no voy a dejarme chantajear por nadie”.
Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). “Alcahuetes” y “maiceados” llamó López Obrador a los ministros del máximo tribunal. En consecuencia con las declaraciones –que se han matizado– y con las políticas de austeridad, la SCJN es el único poder sobre el que López Obrador no tiene control.
El máximo tribunal ya se ha convertido incluso en la trinchera desde donde se buscará echar atrás las modificaciones constitucionales que AMLO considera ejes fundamentales para su Cuarta Transformación.
Hace algunos días la Suprema Corte admitió una acción de inconstitucionalidad contra la Ley Federal de Remuneraciones de Servidores Públicos. Revisará si, efectivamente, nadie puede ganar más que el presidente.
LOS AMIGOS DE AMLO
El Congreso de la Unión. Con la mayoría simple en ambas cámaras, López Obrador puede hacer prácticamente lo que quiera con los Diputados y los Senadores. Sólo en la etapa de transición se han legislado modificaciones a la Ley Orgánica de la Administración Pública, a la Ley Orgánica de la Fiscalía General, la de remuneración de servidores públicos y temas como la revocación del mandato y la consulta popular.
Aunque ha declarado no gustarle el término “carro completo”, la aplanadora de López Obrador le pavimentó el camino al tabasqueño durante la etapa de transición.
Consejo Asesor Empresarial. Ricardo Salinas Pliego, Bernardo Gómez, Olegario Vázquez Aldir, Carlos Hank González, Daniel Chávez, Miguel Rincón, Sergio Gutiérrez y Miguel Alemán hijo, asesorarán al presidente.
Mientras que con algunos empresarios la relación ha sido de altibajos, con los liderados por Ricardo Salinas la “luna de miel” apenas empieza. El presidente electo ha reiterado en diferentes ocasiones que para llevar a cabo su Cuarta Transformación requiere de la inversión pública, privada y hasta la extranjera.
Salinas Pliego se ha referido a AMLO como “un buen gobernante” –por sus años al frente de la Jefatura de Gobierno del DF y el tabasqueño le ha regresado el elogio reconociendo la apertura de su televisora en “los tiempos difíciles” para su causa.
El magisterio y Elba Esther. En ningún otro sindicato ha puesto tanta atención como en el de los Trabajadores de la Educación.
López Obrador se ha reunido con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE)y con los grupos del SNTE que están a favor o en contra de la maestra Elba Esther Gordillo. La promesa del tabasqueño para el magisterio es derogar la Reforma Educativa y de paso con la evaluación “punitiva” para los maestros, además de garantizarles que habrá democracia sindical.
En respuesta los líderes magisteriales, la mayoría de ellos afines a Elba Esther Gordillo, se han “comprometido” con el proyecto lopezobradorista.
Fuerzas Armadas. “Son pueblo uniformado”, ha dicho el presidente electo sobre el Ejército y aunque también ha señalado que ha sido “manchado” por actos como la represión estudiantil de 1968, unos días antes de su toma de protesta López Obrador les aseguró que “confía” en la institución.
En un hecho sin precedentes, como presidente electo acudió a un encuentro con los uniformados y pidió su apoyo para convertirse en la institución eje en su plan de seguridad. “Vengo a pedirles su apoyo, no a imponer nada”, les dijo.
A cambio, López Obrador les ha prometido la aprobación en el Congreso del marco legal para la creación de la Guardia Nacional y, además, un incremento en los sueldos de los elementos castrenses.
mlmt