Ante los casos de corrupción por los que son buscados tanto Mario Marín, exgobernador de Puebla; así como el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, el presidente López Obrador dijo que su gobierno no será “tapadera de nadie”.
Estos casos están siendo atendidos, si están prófugos, van las autoridades competentes a procurar detenerlos, esa es una función de la Fiscalía General”, dijo el mandatario, al tiempo que aclaró “a la gente” que él no tiene “problema de conciencia ni en este ni en otros casos porque no protejo a nadie, cuando se trata de un acto de corrupción ni a mi familia voy a proteger".
Por otro lado, aseguró “mi fuerte la venganza”, al recordar que existe un caso de investigación de una persona que partició en uno de los “fraudes” cometidos en las candidaturas del tabasqueño de 2006 y 2012.
"Yo no voy a actuar de manera vengativa, no es mi fuerte la venganza, hay una investigación abierta, hay delitos, hay órdenes de aprehensión, pues se van a cumplir y eso corresponde a la Fiscalía General", expuso AMLO.
En adición, dijo que en el corto plazo se brindará información sobre la auditoría de la Función Pública en relación al conflicto de intereses por el que es señalado Carlos Lomelí, superdelegado de Jalisco, referente a la licitación de la compra consolidada de medicamentos.
djh