El ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Sarukhán, reconoció que las universidades mexicanas han tenido interferencias político-ideológicas, que han tenido más relación con el tema de grillas entre grupos, que con cuestiones de discusiones ideológicas.
Por eso es que las universidades mexicanas en sus nombres usan el término “autónoma” para defenderse de injerencias externas, que aún así se registran, dijo Sarukhán en el auditorio Tonatiuh, del Instituto de Energías Renovables (IER), en Temixco, Morelos, durante el seminario de conmemoración de los 90 años de la autonomía de la UNAM.
“Pero el hecho es que no ha sido así. Las universidades mexicanas han tenido una interferencia política-ideológica enorme, ni siquiera de grandes líneas de pensamiento ni de discusión política, sino de grupos de grilla”, criticó, de acuerdo con un boletín de la UNAM.
De acuerdo con el comunicado, que también aparece en el más reciente número de la Gaceta UNAM, el ex rector reconoció que la autonomía de las universidades queda dañada con casos donde dichas instituciones políticas se involucran en tramas ilegales.
“Casos como los de las universidades involucradas en tramas ilegales dañan la autonomía, porque además tienen una corrupción moral”, sentenció.
Cabe recordar que recientemente se develó que algunas universidades fueron usadas para el desvío de recursos en el caso llamado Estafa Maestra.
Sarukhán recordó que una universidad, por principio es absolutamente autónoma en lo que se refiere a la libertad de analizar, investigar, enseñar, de difundir todas las ramas del pensamiento legítimamente utilizables en una institución académica.
Pero recordó que fuera de la tradición española de universidad, de donde proviene la UNAM, instituciones de educación superior europeas y Estados Unidos no se llaman ‘Autónoma’ de Stanford o de Cambridge, porque se da por sentado este elemento central de la autonomía, precisó.
En el caso mexicano, adquirido por herencia, “y al menos parcialmente políticamente generada”, se trata de evitar la injerencia política, religiosa e ideológica en el funcionamiento de una universidad, explicó en el campus Morelos.
LAS FUNCIONES DE UNA UNIVERSIDAD
Para el coordinador y fundador de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), una institución autónoma adquiere una responsabilidad, y es la de hacer que esa autonomía funcione plenamente.
Indicó que la autonomía abarca la posibilidad de analizar todo el conocimiento universal, enseñarlo y comunicarlo a los alumnos. Pero también la de cumplir ese propósito de la manera “más cabal posible”.
Sarukhán recordó que la Universidad tiene tres funciones sustantivas: investigación, educación y difusión. Las dos primeras han sido desarrolladas, pero en la tercera consideró que falta participación.
“Nos falta hacer difusión del conocimiento en todas las áreas, para que llegue a la sociedad. Es algo en lo que debemos ejercer la autonomía”, remarcó.
Para Sarukhán, reconocido como investigador y divulgador, la autonomía es libertad con responsabilidad, es permitir que se enseñen todas las cosas, y es también la calidad.
Por último, consideró un imperativo de los académicos traducir el conocimiento para que toda la sociedad pueda entenderlo. “Es una tarea que solamente la comunidad académica puede hacer”.
cmo