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Las mujeres de las que se enamoró Rafael Caro Quintero

Son al menos tres las féminas ligadas sentimentalmente con “El Narco de Narcos”, exlíder del extinto cártel de Guadalajara.

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Rafael Caro Quintero, apodado como “El Narco de Narcos”, fue líder del extinto cártel de Guadalajara y actualmente es señalado por las autoridades estadounidenses de ser una de las cabecillas del cártel de Sinaloa.  

La imagen criminal de quien fuera uno de los capos de la droga más importantes de la década de los ochenta es normalmente vinculada con la de sus amoríos, mujeres que han sido cómplices de uno de los hombres más buscados por el gobierno de Estados Unidos.

La primera esposa de Caro Quintero

 

María Elizabeth Elenes Lerma, nació el 12 de diciembre de 1952 en Culiacán, Sinaloa, y es identificada como la primera esposa de Rafael Caro Quintero.

La mujer, quien recién cumplió los 67 años, tuvo cuatro hijos con el capo criminal: Héctor Rafael, Roxana Elizabeth, Henoch Emilio y Mario Yibran.

Elenes Lerma es una de las principales cómplices del “El Narco de Narcos”, el gobierno estadounidense.

Ella, sus cuatro hijos y demás socios son acusados por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos de poseer empresas con las que Caro Quintero presuntamente lava dinero.

Incluso, María Elizabeth y sus cuatro hijos son señalados de formar parte de la organización criminal liderada por Rafael Caro Quintero.

El amorío que provocó su captura

 

A mediados de los ochenta, Caro Quintero era uno de los narcotraficantes más buscados del mundo, autoridades estadounidenses lo buscaban por el asesinato de Enrique Camarena, agente de la Administración para el Control de las Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).

“El Narco de Narcos” se escondió en Costa Rica, donde fue capturado en abril de 1985. Sin embargo, el líder del Cártel de Guadalajara no estaba solo, lo capturaron junto a una mujer Sara Cristina Cosío Vidaurri Martínez.

Sara era hija de Octavio César Cosío Vidaurri, en ese entonces secretario de Educación de Jalisco, así como sobrina de Guillermo Cosío Vidaurri, quien llegaría a ser gobernador del estado tapatío.

La familia denunció el plagio de Sara, sin embargo, existe la versión de que Sara acompañó al narcotraficante voluntariamente. Ninguna de las versiones, ni el secuestro ni el enamoramiento, fue confirmado por las autoridades.

Gente cercana a Sara, aseguran que “El Naco de Narcos” se enamoró perdidamente de su carácter caprichoso.

Un error habría provocado la captura de Rafael Caro Quintero. Sara llamó a su casa, donde los teléfonos estaban intervenidos a causa del secuestro que había denunciado la familia. En poco tiempo averiguaron la ubicación de la joven, fue entonces cuando elementos del Organismo de Investigación Judicial ingresó a la finca.

En ese momento, los uniformados costarricenses desconocían que habían atrapado a uno de los narcotraficantes más buscados.

Sobre lo que sucedió dentro de la finca tras ser descubiertos por las autoridades, hay varias versiones.

Una de ellas asegura que los judiciales sorprendieron a Sara y Rafael semidesnudos acostados en una cama. Incluso, cuando los policías le hicieron saber que sería liberada, Sara les habría dicho “Yo no estoy secuestrada, yo estoy enamorada de Caro Quintero”.

En contraste, una crónica publicada por la Revista Nexos y firmada por Carlos Monsiváis relata que al ver a las autoridades, Sara asegura que está secuestrada, luego, uno de los agentes le pregunta por el nombre de su captor, a lo que ella responde “él es Rafael Caro Quintero”.

Sin embargo, el mismo texto de Monsiváis menciona una carta firmada presuntamente por Sara, donde la joven jalisciense se desmentiría.

“Rafael: aunque todo haya sido tan alocadamente, tú te portaste muy bien y la verdad eres bien bueno, nada más que quieres hacerte el malo, pero me trataste con mucho respeto y cariño. Por eso vas a ver que no pienso quedarte mal y quiero que te portes bien y te cuides mucho, eh. De todas maneras gracias y nunca lo vamos a olvidar. Sara”

Hoy, prácticamente nada se sabe de Sara Cristina Cosío Vidaurri Martínez.

Sobre esta relación entre Sara y Rafael se han escrito canciones, destacando una realizada por Alex Lora y titulada únicamente “Sara”. Mientras que en una serie de Netflix titulada “Narcos México”, aborda con fines dramáticos el vínculo entre ambos.

La reina de Puente Grande

 

Diana Espinoza Aguilar nació el 17 de julio de 1970 y es señalada como el más reciente amorío conocido de Caro Quinteto.

Ella fue recluida en el penal de máxima seguridad de Puente Grande, en Jalisco, en 2008 acusada de narcotráfico junto con su entonces esposo Ever Villafaña, un colombiano que también andaba inmerso en el mundo de las drogas.

Según sus palabras, fue torturada y amenazada durante toda una noche por el Ejército para que se autoincriminara.

Ahí, en la misma cárcel dónde realizó su primera fuga Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, líder del Cártel de Sinaloa, Espinoza Aguilar conoció a Rafael Caro Quintero.

El encuentro entre Diana y Rafael se dio luego de que ella ganara el certamen de belleza del Puente Grande, el cual, de acuerdo con Zeta Tijuana, sucedió el 21 de octubre del 2010, hecho que incluso hay un fragmento de unos cuantos segundos.

La imagen de Diana, junto con Consuelo y Elizabeth, las internas que quedaron en segundo y tercer lugar, entrevistada por la prensa y con canciones de la banda Cuisillos escuchándose de fondo, habría quedado en la imagen de alguien en particular: Caro Quintero.

En una entrevista realizada por la periodista Anabel Hernández y publicada en la revista Proceso, Diana relató cómo conoció a Caro Quintero.

En 2013, Caro Quintero fue liberado por una falla en su proceso penal; también Diana lo había sido en 2011. Con ambos libres sucedió el encuentro, formarían una familia.

Sin embargo, a la persecución contra el “Narco de Narcos”, se sumó una contra Diana Espinoza Aguila. Fue catalogada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos como narcotraficante y lavadora de dinero de Rafael Caro Quintero.

Para Espinoza Aguilar, Caro Quintero es inocente, lo define como un caballero, y señala también que ella es libre de toda culpa señalada por los estadunidenses. Asegura que vive con 30 mil pesos mensuales que le da su suegra, lejos de los lujos.

Diana ha buscado registrar el nombre de Rafael Caro Quintero ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial en México, esto para que sea una marca y se pueda utilizar en programas de entretenimiento por televisión, para publicaciones editoriales y revistas.

Actualmente, Caro Quintero es uno de los capos más buscados del mundo, sobre sus hombros hay una recompensa de 20 millones de dólares por quien dé información por su captura.

 

RGG