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Las 40 tesis universitarias sobre AMLO

En 15 años, el actual presidente ha sido objeto de investigación en ciencias sociales como la política, la comunicación, la historia y la sociología en facultades de la UNAM

Escrito en NACIÓN el

Desde 2004, cuando era jefe de Gobierno de la Ciudad de México (entonces Distrito Federal), y aspirante por primera vez a la candidatura a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador ha sido objeto de investigación en ciencias sociales como la política, la comunicación, la historia, y la sociología. De ese año hasta 2019, sinodales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han aprobado 40 tesis que el mismo número de egresados han presentado para obtener grados profesionales.

Las tesis sobre el presidente, que LA SILLA ROTA consultó en el repositorio digital de la casa de estudios, abordan perspectivas desde distintas posturas ideológicas, con diversas teorías, desde La formación y uso de la imagen pública –que consiste en un análisis comparativo entre AMLO, Felipe Calderón y Roberto Madrazo, candidatos en 2006–, hasta la Construcción de la imagen publicitaria del actor político y su incidencia motivacional y mediática en la consolidación como marca política, caso de análisis: Andrés Manuel López Obrador, presentada este año, pasando también por criterios de investigación como Los rasgos populistas y/o neopopulistas en las conferencias matutinas del jefe de Gobierno del Distrito Federal, de 2001 a 2005 y El pensamiento político de AMLO.

Rasgos de pensamiento

Para obtener el título de licenciada en Sociología, Cinthya Pérez López presentó El pensamiento político de Andrés Manuel López Obrador, en el cual, refiere, “hay una lectura de la historia nacional, un análisis del contexto actual, una visión particular de la política, un proyecto de nación y hasta reflexiones sobre el fin del hombre en la tierra”.

En su tesis de 2015 asegura que, desde una perspectiva marxista, el pensamiento del mandatario es reformista, sin salir de los parámetros del Estado; asimismo, plantea que el Proyecto Alternativo de Nación –presentado desde 2006, en su primera contienda, actualizado para el sexenio 2018-2022– es una idea de nación que rompe con vertientes del modelo neoliberal, “pero no rompe los parámetros, ni pretende romper, del capitalismo”.

Una persona determinante, que marca la ideología del experredista, cita, fue su maestro de civismo en tercero de secundaria en la escuela Jaime Torres Bodet: Rodolfo Lara Laguna.

“Como él mismo cuenta, era común que el profesor se desviara del tema para hablarles de política, de la represión estudiantil de 1968, de la Revolución en Cuba, de la guerra de Vietnam y de las guerrillas en América Latina”, rememora la socióloga respecto a la forma en la que el adolescente Andrés Manuel veía al académico. Después, añade, como estudiante en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM “entra en contacto con la militancia universitaria, con pensamiento de izquierda y con el exilio latinoamericano”, ideas identitarias del político, afirma, en las que resalta un “humanismo cristiano” cuya influencia es el poeta Carlos Pellicer, a quien conoció en la Autónoma de México.

De Lara, una de sus primeras figuras influyentes, la autora asevera que participó en una huelga de hambre en la Plaza de Armas de Villahermosa frente a palacio de gobierno, en protesta contra los porros de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, y también fue encarcelado cuando estalló el movimiento estudiantil del 68. Años después del tercer grado de secundaria, a mediados de la década de 1970, AMLO se afilió al PRI –el partido en el poder cuando Tlatelolco–, el primero en el que militó.

Pero, ¿a quién representa el pensamiento de López Obrador? La autora lo sintetiza: “AMLO y su pensamiento se ligan a las luchas opositoras al neoliberalismo y a la conformación del sujeto opositor a este sistema. Al pueblo entendido como articulación de amplios sujetos, grupos y clases antagónicas al poder”.

Las mañaneras

Las “mañaneras”, como se denomina a las conferencias de prensa que ofrece todos los días el presidente, han sido una estrategia de comunicación política en su carrera. Como jefe de Gobierno del Distrito Federal realizó el mismo ejercicio, del cual el entonces pasante Gerson Hernández Mecalco analizó, desde la perspectiva de la comunicación política, 35 sesiones entre 2001 y 2005 (siete por año), y remembró rasgos que calificó como populistas y neopopulistas en el código lingüístico del mandatario.

En el estudio con el cual obtuvo el título de licenciado en Ciencias de la Comunicación, el exalumno de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales retoma una entrevista al doctor Manuel González Navarro, en ese entonces presidente de la Sociedad Mexicana de Psicología Social, sobre la figura de AMLO, en la que el también profesor de tiempo completo de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) manifiesta que en los discursos y acciones de gobierno de López Obrador percibió un rasgo de dirigente mesiánico.

“Hay un estilo que tiene rasgos de una conducta convencida de que tiene una misión. Quizá la misión de democratizar al país y distribuir los recursos y, en este sentido, es mesiánica, profética”.

Del análisis de su discurso, el autor afirma que el código lingüístico del mensaje político de AMLO integraba una “máscara de poder”.

“En las conferencias matutinas de AMLO se emitió la imagen solitaria de un líder que se presenta ante un público al cual no representa, la imagen del líder mostrada como un tema absolutamente dominante, que excluye toda presencia humana, el político madrugador, el líder que empieza a trabajar primero que todos en el ámbito en el que se desenvuelve, tal como lo hace gran parte de la población trabajadora en el país. El emisor en el discurso populista representa el ‘yo’, explícito o enmascarado como gobierno o partido; sin embargo, él es el sujeto más mencionado y, por ende, la parte sustancial del discurso. Se menciona casi seis veces –de diez– por menos de una vez que se refiere al pueblo”.

Para obtener el grado de maestría en Estudios Políticos y Sociales, Ehtel Bedolla Garduño presentó en 2006 Andrés Manuel López Obrador: un ejercicio neopopulista del poder. La autora analizó, entre otros aspectos, la forma en la que el entonces jefe de Gobierno actuó ante los “videoescándalos”, como se denominó a las grabaciones en las que aparecieron miembros de su equipo político en posibles actos de corrupción, y consideró que en posturas como la “teoría del complot” existían rasgos de populismo al no reconocer la presunta corrupción de sus subalternos dentro de la entonces administración capitalina.

La primera tesis en la que AMLO fue objeto de estudio data de 2004 y fue presentada por Guillermo Paredes Orozco: La política cultural para el Distrito Federal durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador; una propuesta para su evaluación, en la que concluyó que el presupuesto para esta área fue reducido sistemáticamente para ser orientado a otras que la jefatura de gobierno consideraba más importantes.

Los amlovers

En la tesis sobre la construcción de la marca política de AMLO por la que obtuvo el título de licenciada en Ciencias de la Comunicación este 2019, la última aprobada que tiene como objeto de estudio al presidente, Miriam Santos Paniagua expone, por ejemplo, que los amlovers, como se denomina a los más partidarios del político tabasqueño, “se ubican en el mejor estatus de seguidores que cualquier marca comercial desearía, dado que estas personas atribuyen a López Obrador un significado mucho más profundo que el de los fanáticos o el de los militantes políticos”.

Los amlover, asevera, “expresan amor desmedido por la marca persona, la marca política y, en algunos casos, la marca política en conjunto; puede ser totalmente racional o no, pero el hecho es que convergen sentimientos, emociones y experiencias que definitivamente conducen a la acción”.

Aunque menciona que el fundador del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) aún no puede considerarse una “lovermark” consolidada, pero que sí mantiene elementos, débiles, de ello, sostiene que es la imagen en construcción político-publicitaria más fuerte en los últimos diez años en México.

AJ