Son cuatro las grandes tragedias que se han desencadenado a partir de un descuido o errores humanos que han terminado con la pérdida de decenas de personas que, algunos de los casos siguientes, permanecían en sus casas dormidas sin esperar lo que les pasaría.
En esta nota te contamos lo que pasó en San Juanico en 1984, en Guadalajara en 1992, en Texmelucan en 2010 y en Tlahuelilpan en este mes.
San Juanico, 1984
La tragedia del 19 de noviembre de 1984 en San Juan Ixhuatepec, también conocido como San Juanico, en Tlalnepantla, es una de las más graves que ha vivido México. La explosión terminó con la vida de 503 personas y dejó con graves heridas a 926 más de acuerdo con cifras que el Estado Mexicano publicó un año después.
La explosión en cadena de Pemex y las gaseras de San Juanico envolvieron en llamas a todo el pueblo. Terminó con las casas que se habían colocado con el permiso de las autoridades, que fueron concedidos con irresponsabilidad y bajo sospecha de corrupción.
El 18 de noviembre se había registrado una fuga en una tubería de gas licuado en la estación de almacenamiento de Petróleos Mexicanos.
Fue a las 5:35 horas, del 19, cuando la explosión cimbró al pueblo y despertó a cientos de familias, muchas de las cuales murieron prácticamente desintegradas por el calor de las llamas y el impacto de la onda expansiva.
A la primera explosión le siguieron 10 estallidos más en la refinería de la planta de Pemex.
Las crónicas de ese entonces narran a gente corriendo desnuda, en llamas, con niños en brazos, que huían de la catástrofe. Al siguiente día, las personas que sobrevivieron comenzaron a enterrar a sus familias en fosas comunes que fueron cavadas en el panteón de Caracoles.
Guadalajara, 1992
El 22 de abril de 1992 a las 10:09 de la mañana, en Guadalajara, Jalisco, inició una serie de 10 explosiones en el Sector Reforma que provocaron más de 200 muertes, mil 800 heridos y un número indeterminado de personas desaparecidas.
Fue en las entrañas de las calles de Reforma, por donde pasaba el tramo del poliducto sur de Pemex proveniente de la refinería de Salamanca, donde se generó la explosión.
Los habitantes de la zona habían dado el reporte de la fuga de gas que invadía con su olor, extraño y picoso, las calles y hasta el sabor del agua. Las autoridades no tomaron ninguna decisión al respecto y se limitaron a pedir a los jaliscienses que permanecieran en calma.
En ese entonces, Pemex, sin contar con investigación alguna, acusó a la aceitera La Central de haber derramado hexano y en consecuencia haber ocasionado las explosiones. Esta versión fue reproducida por el entonces secretario de Desarrollo Urbano y Ecología (Sedue), Luis Donaldo Colosio. Esta versión, que no tenía un sustento sólido, fue desmentida.
Desde el 14 de abril, los técnicos de Pemex se habían percatado de una pérdida de presión en los medidores del poliducto sur, que atribuían a una fuga considerable.
Texmelucan, 2010
El incendio y explosión de un ducto de Pemex en San Martín Texmelucan, Puebla, cobró la vida de 30 personas y dejó a 52 heridas el 19 de diciembre de 2010.
La perforación de un ducto originada por la extracción ilegal de combustible fue la causante de que las llamas abrasaran la colonia el Arenal. Las llamas, que llegaron a los diez metros de altura, dejaron cientos de viviendas dañadas y la escena aún se mantiene en la mente de los familiares de las víctimas.
El incendio comenzó alrededor de las 5:30 de la mañana, pero fue hasta las 8 horas cuando la magnitud del incendio requirió ayuda de cientos de bomberos. Fue hasta las 11 horas que las llamas fueron sofocadas y dejaron al descubierto el devastador panorama: vehículos calcinados, hogares derruidos, muebles quemados y personas desesperadas buscando a sus familiares.
De acuerdo al gobierno federal, la tragedia se originó por una fuga de combustible del ducto de Pemex que atraviesa Texmelucan y se habría detonado por la chispa de algún motor.
Tlahuelilpan, 2019
El 18 de enero de 2019, ocurrió una explosión de un ducto de Pemex, derivado de una manipulación de una toma clandestina para robo de combustible, en el municipio de Tlahelilpan, Hidalgo; misma que provocó la muerte de 100 personas y 39 heridos.
El ducto explotó justo cuando los pobladores se acercaban a acarrear gasolina en bidones y garrafones, por lo que la gente comenzó a correr en llamas tras el estallido.
El incendio fue controlado alrededor de las 23:45 horas. La fatal explosión había sucedido cerca de las 19 horas.
Los pobladores habían aprovechado la fuga de combustible desde la tarde y llevaron sus recipientes para llenarlos de gasolina. Veinticinco elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) acordonaba la zona e intentó disuadir a las personas para que se alejaran; lo cual resultó imposible pues los pobladores eran alrededor de 600.
De acuerdo con la Fiscalía General de la República (FGR), las primeras investigaciones señalan que fue el movimiento de las personas en la zona, como el uso de ropa con materiales sintéticos que explotó el ducto.
cmo