Arturo Beltrán Leyva, “El Barbas”, se encontraba preocupado, su organización -el cártel de los Beltrán Leyva- estaba perdiendo demasiada mercancía. Varios de sus botes eran incautados en altamar por parte del gobierno de Estados Unidos.
Era 2008, cuando apenas se había dado la ruptura de los hermanos Beltrán Leyva, conocidos como “Los Tres Caballeros”, con su primo Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, y el Cártel de Sinaloa.
Entonces, quizá de ahí venía la información a autoridades estadounidenses sobre la mercancía de los Beltrán Leyva.
Sin embargo, “El Barbas” no quiso equivocarse y llamó a sus contactos en la Secretaría de Seguridad Pública Federal, encabezada entonces por Genaro García Luna, para saber si había algún traidor dentro de la organización.
Al poco tiempo, de lo adentros de esa dependencia federal, llegó la información: un hombre dentro cártel de los Beltrán Leyva era el que daba información a los estadounidenses, era informante de la Administración para el Control de las Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).
De dentro de la Secretaría de Seguridad Pública Federal no sólo vino el nombre del informante, sino hasta su fotografía.
Los Beltrán Leyva, entonces, se encargaron de ubicar al informante de la DEA, lo secuestraron y torturaron, hasta que finalmente fue asesinado.
El hombre que personalmente le dio los datos del informante a “El Barbas” fue Iván Reyes Arzate, “La Reyna”, quien dirigió la "Unidad de Investigación Sensible" de la DEA en México.
“La Reyna” está actualmente detenido en Estados Unidos, tras entregarse en 2017, y la versión de esta “entrega” del informante viene del Departamento de Justicia estadounidense.
Sin embargo, nueva información sugiere que no sólo Reyes Arzate está detrás de la traición al informante, sino más altos miembros de la Secretaría de Seguridad Pública Federal.
De acuerdo con Milenio, “La Reyna”, quien ha decidido colaborar con autoridades estadounidenses para evitar la cadena perpetua, señaló a su jefe directo de estar involucrado con la traición: Ramón Eduardo Pequeño García.
Pequeño García, un hombre de confianza de García Luna, fue encargado primero División de Seguridad Regional, luego la División Antidrogas de la Policía Federal.
Reyes Arzate también acusó a Luis Cárdenas Palomino, quien era jefe de la División de Investigación de la Policía Federal y otro de los hombres cercanos a García Luna.
Cárdenas Palomino, detalla “La Reyna”, se reunió con los Beltrán Leyva cuando estos sospecharon del informante, luego este se reunió con su “compadre”, Genaro García Luna, el todopoderoso súper policía de Felipe Calderón.
Reyes Arzate asegura que Cárdenas Palomino y García Luna fueron quienes consiguieron la identidad y detalles del informante para que “La Reyna” finalmente se los diera a “El Barbas” y pudiera asesinarlo.
La información finalmente habría venido de Javier Garza Palacios, otro de los hombres cercanos a García Luna, entonces encargado de la Policía Federal mexicana en Bogotá, Colombia.
Entonces, explica “La Reyna”, las incautaciones contra los Beltrán Leyva en Estados Unidos disminuyeron.
Iván Reyes Arzate es una de las piezas claves en el caso del gobierno estadounidense contra García Luna, él será el testigo que puede señalar las corruptelas del exsecretario mexicano desde dentro de la Secretaría de Seguridad Pública Federal.
Cabe mencionar que García Luna es acusado de haber recibido sobornos del Cártel de Sinaloa y de los Beltrán Leyva a cambio de protección e información para seguir traficando drogas, así como para eliminar a grupos enemigos.
La principal acusación contra Genaro viene de Jesús Zambada García, “El Rey”, hermano de Ismael Zambada García, “El Mayo”. Sin embargo, también se suman las de “La Reyna” y las de Sergio Villarreal, “El Grande”, capo de los Beltrán Leyva detenido en Estados Unidos.
rgg