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La tercera fuga que “El Chapo” no logró consumar

Joaquín Guzmán Loera se había fugado en 2001, luego en 2015, entonces, podría hacerlo una vez más

Escrito en NACIÓN el

Cuando Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, fue detenido por tercera ocasión, el 8 de enero de 2016, el miedo de que el líder del cártel de Sinaloa se volviera a escapar era latente. Lo había hecho en 2001, lo hizo en 2015, entonces, podría hacerlo una vez más.

Así lo aseguró en entrevista con Univisión, quien fuera el titular de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), Renato Sales.

Autoridades mexicanas, sin embargo, reaprehendieron en el penal del Altiplano, en el Estado de México, el mismo del que seis meses atrás se había fugado, incluso el túnel por el que huyó aún se encontraba intacto pues aún se estaban haciendo peritajes del escape.

Incluso, cuando llegó Guzmán Loera al Altiplano, Sales ordenó que taparan el túnel aunque fueran sancionados o arrestados, “cualquier cosa es preferible” a que se escapara, según Sales.

Sin embargo, el Altiplano seguía siendo la cárcel de mayor seguridad de todo el país, de ahí la decisión de reinstalarlo.

Fue entonces cuando, relata Sales, comenzaron las sospechas fundamentadas sobre la tercera fuga, misma que ya se estaba cimentando.

Comenzaron a recibir reportes de inteligencia y de ruidos en distintas torres del penal.

Además, las investigaciones de la fuga de 2015 indicaban que la arena para construir el túnel se había ocultado con las obras de reparación del drenaje profundo de la Ciudad de México, mismo que pasa junto a la cárcel y que continuaban en 2016, de acuerdo con el entonces titular de la CNS.

Por ello, Renato Sales se reunió con el entonces presidente, Enrique Peña Nieto, y su secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quienes revisaron las señales y tomaron una decisión: “vamos a moverlo a otro penal".

Guzmán Loera fue trasladado al penal de Ciudad Juárez, Chihuahua. Este hecho causó mucha polémica, pues no presumía una buena calificación, ni era de máxima seguridad. Peña Nieto, Osorio Chong y Sales tenían sus razones.

"Por una razón muy simple: el tipo de tierra. Es piedra fundamentalmente en Juárez, entonces es muy difícil hacer un túnel. Pero además en dos kilómetros a la redonda de ese penal no hay absolutamente nada y en un radio de cinco kilómetros había muy pocas edificaciones".

Además, estaban cerca de la frontera de Estados Unidos, así podían mantener contacto prácticamente directo con sus autoridades, hecho que facilitó la extradición en enero del 2017. Univisión obtuvo imágenes inéditas del traslado de “El Chapo” a Ciudad Juárez, así como de sus últimos momentos en México.

En estas se muestra el operativo de traslado, donde Guzmán Loera mantiene un rostro serio y la cabeza baja, mientras cuatro agentes federales lo suben a dos helicópteros.

En dicho operativo participaron 500 agentes, más 75 funcionarios de la Secretaría de Gobernación (Segob).

“El Chapo” pensaba que estaba siendo extraditado, dijo Renato Sales, preguntó “¿a dónde me llevan?”.

Luego, se dio cuenta que no iba a Estados Unidos, sino a Chihuahua, escenario no tan tranquilo para el líder del cártel de Sinaloa, donde uno de sus principales enemigos tienen su bastión criminal: el cártel de Juárez.

Al llegar al penal, un médico lo revisa, luego, lo instalan en su nueva celda.

Cuando se fugó por segunda ocasión Renato Sales era comisionado Nacional Antisecuestros, luego lo designan titular de la CNS y se da la tercera captura, desde entonces y hasta que fue extraditado a Estados Unidos, el funcionario lo tuvo en total vigilancia.

"Estaban las cámaras que lo ubicaban, lo tenía en mi teléfono celular con una clave especial. Entonces cuando no estaba yo en la oficina, estaba desayunando con mi esposa y con mis hijos y de pronto ponía yo al señor, pues para verlo"

Desde su tercera detención, la prisión se ha convertido en un infierno, no solo lo es en Estados Unidos, también lo fue en sus últimas semanas en México, según su entonces abogado en México, José Refugio Rodríguez.

"Joaquín Guzmán vivió un infierno cuando lo volvieron a detener. No lo dejaban dormir, cada cuatro horas le pasaban lista, lo vigilaban las 24 horas del día. ¿De dónde sacan que se iba a fugar?"

El 19 de enero de 2017, Guzmán Loera fue extraditado a Estados Unidos luego que un juzgado en la Ciudad de México lo autorizó. Sales estuvo al tanto del operativo.

"Se le dice se le va a extraditar pero se hace con mucha rapidez, para que no se generara otro tipo de problemas y para no permitir igual que se generaran condiciones jurídicas que imposibilitaran el traslado”.

Ahora no fueron agentes federales quienes lo trasladaron, sino elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Lo sacaron del penal y lo subieron al avión, “El Chapo” mantuvo la cabeza siempre abajo.

Al día siguiente, Sales llegó a su oficina de la Ciudad de México y encendió, como ya era su costumbre, el monitor de la pantalla donde solía monitorear a Guzmán Loera, pero no lo vio.

"Me llevé el susto de mi vida. Pensé: se fugó. Por un segundo olvidé que ya lo habíamos extraditado".

Luego, tras casi dos años en Estados Unidos, comenzó el juicio en su contra el 5 de noviembre del 2018, mismo que duró tres meses, donde Guzmán Loera fue declarado culpable por 10 cargos criminales, ahora, el próximo 25 de junio recibirá sentencia el cual podría ser de una o más cadenas perpetuas.

Con información e imágenes de Univisión

rgg