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La misteriosa muerte de “El Chatarras”, operador del Cártel de Sinaloa

Asesinado en un elevador en la CDMX, "El Chatarras" libraba una guerra en Ensenada, Baja California. Hay muchas dudas alrededor de su muerte.

Escrito en NACIÓN el

Víctor Manuel Padilla Murillo, mejor conocido como “El Chatarras”, era operador del Cártel de Sinaloa. 

En sus inicios formaba parte de una célula de dicha organización criminal que se dedicaba al contrabando en Ensenada, Baja California. 

Luego, Padilla Murillo se hizo pieza clave en el trasiego de cocaína en el puerto de Ensenada trabajando para Ismael Zambada García, "El Mayo".

Con un bajo perfil, su apodo  provenía de una recicladora que poseía en la entidad fronteriza. 

En 2011, fue detenido por fraude pero a los dos años salió de prisión. En 2019, fue detenido y entregado a las autoridades mexicanas tras intentar ingresar a Estados Unidos por Los Ángeles. Aún así, siguió en libertad.

Sin embargo, “El Chatarras” fue sorpresivamente asesinado dentro de un elevador en un edificio ubicado en la calle Lerdo, de la colonia Guerrero, alcaldía Cuauhtémoc, en la Ciudad de México. 

Los hechos ocurrieron la noche del pasado viernes 28 de agosto, cuando Padilla Murillo salió de un bar en Tlalnepantla, Estado de México.

Junto a su escolta y en compañía de dos mujeres, arribaron al inmueble ubicado en la colonia Guerrero.

Ingresaron al elevador y cuándo este abrió en el quinto piso, sujetos armados ya esperaban al operador del Cártel de Sinaloa, quienes dispararon contra él. 

El escolta de “El Chatarras” y las mujeres que los acompañaban resultaron ilesos en el ataque. 

Los responsables del asesinato en una camioneta Honda color blanco que fue abandonada en el cruce de Fray Servando Teresa de Mier y Bolívar.

En el vehículo fueron encontradas dos pistolas, una con silenciador adaptado, con las que presuntamente se disparó contra Víctor Manuel.

El Universal aseguró que “El Chatarras” era testigo protegido de la Fiscalía General de la República (FGR), por ello el operador del Cártel de Sinaloa vivía cerca de las oficinas de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO).

Incluso, detallaron que se investigaría una supuesta colusión dentro de la FGR que facilicó el asesinato de Víctor Manuel. 

Sin embargo, la fiscalía ya rechazó dicha versión, descartando que “El Chatarras” cooperará de alguna manera con las autoridades federales.

Ahora, indagatorias de la Fiscalía de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) investigan si trasciende el escolta fue quien “puso” a “El Chatarras”, pues éste no reaccionó al ataque y tampoco resultó herido en el mismo.

Cabe mencionar que, tras el asesinato de Padilla Murillo, surgieron narcomensajes en Endenada donde se jactan de la ejecución y aseguran “El Chatarras” tenía escoltas del gobierno. 

La muerte de Víctor Manuel Padilla Murillo pudo haberse orquestado desde tierras bajacalifornianas, pues, a principios de agosto La Silla Rota alertó de una serie de asesinatos de empleados del puerto de Ensenada como parte de una guerra por el control del tráfico de drogas a través de éste.

En esta guerra estaba involucrado “El Chatarras”, quien comenzó una disputa contra un sujeto apodado “El Marino”, quien intentó cobrar piso a Padilla Murillo. La negativa de Víctor Manuel detonó amenazas y atentados en su contra.

En Baja California operan al menos cuatro cárteles de la droga: El Cártel de Sinaloa, el Cártel de los Arellano Félix, el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y una organización endémica: el Cártel Tijuana Nueva Generación, aliada al CJNG y formada por desertores de los de Sinaloa y los Arellano Félix.


rgg