El tráfico de armas de fuego provenientes de Estados Unidos hacia México, es uno de los temas que han traspasado a gobiernos de ambos países, además de que es uno de los tópicos centrales a tratar en sus relaciones diplomáticas, pues de él derivan otras problemáticas como la violencia y el trasiego de drogas.
Este miércoles, ante la demanda que entabló el gobierno de México en contra de varios fabricantes de armas ante un tribunal de Estados Unidos, hacemos un recuento de la larga historia que ha existido entre las naciones alrededor del tráfico de armas.
El presidente López Obrador comentó en la mañanera de este jueves que la demanda que emprendieron contra fabricantes de armas no fue contra el gobierno de Estados Unidos y rechazó que haya posibilidades injerencistas.
Acusó que los fabricantes hacen armas “a la medida” para la delincuencia organizada.
“Va a darse curso en Estados Unidos a esta denuncia y que nos apeguemos a legalidad, no es un hecho injerencista, no es contra el gobierno, es un procedimiento civil, porque nos afecta que no haya control sobre la venta de las armas”, lanzó el mandatario mexicano.
LAS ARMAS QUE ENTRAN A MÉXICO
En los últimos años, de acuerdo con datos de los gobiernos de México y EU, el 70% de las armas de fuego que ingresaron al país mexicano de manera ilegal, fueron fabricadas en el vecino país del norte.
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Con las armas que se traficaron hacia México entre 2009 a 2019, se concluyó que en nuestro país circulan alrededor de un millón 679 mil 884 de armas ilegales, según informó el Gobierno Federal en agosto de hace dos años.
El total de armas que cruzaron la frontera bajo la ilegalidad fueron 2 millones 12 mil 573, por lo que se calcula que cada año ingresan a México 200 mil piezas de este tipo de armamento.
De este universo, 19% entra desde California a través del cruce San Diego-Tijuana; 15% desde Arizona a través del cruce El Paso-Ciudad Juárez (Nuevo México); y 41% desde Texas, mediante los cruces Laredo-Nuevo Laredo, McAllen-Reynosa y Brownsville-Matamoros.
¿QUÉ TIPO DE ARMAS SE TRAFICAN?
El arma estadounidense favorita de los cárteles mexicanos es el llamado fusil de francotirador calibre .50, por su precisión de largo alcance. Son de cinco a 10 veces más grandes que las disparadas por los modelos semiautomáticos más comunes, como el AR-15 y el AK-47 o cuerno de chivo, informó una investigación periodística del Washington Post publicada en noviembre del 2020.
El calibre .50 fue una de las armas utilizadas en el llamado ''''Culiacanzo'''' en octubre del año pasado cuando militares detuvieron a Ovidio Guzmán, hijo del líder del cártel de Sinaloa, Joaquín ''''El Chapo'''' Guzmán.
De igual manera, se detectó que se utilizaron armas calibre .223 de fabricación Remington y de procedencia norteamericana durante la masacre de la familia LeBarón, donde sicarios le arrebataron la vida a tres mujeres y seis niños y niñas.
Pero estas no son las únicas ocasiones en las que se han utilizado armas fabricadas en EU en crímenes cometidos en México.
EL POLÉMICO RÁPIDO Y FURIOSO
Esta operación fue iniciada por la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por siglas en inglés) de los Estados Unidos, y consistió en vender armas a presuntos criminales y dejarlas pasar hacia la frontera mexicana con el objetivo de rastrearlas y darles seguimiento para identificar a los responsables del tráfico de armas que posteriormente terminan en manos de narcotraficantes.
A través de este programa, la ATF permitió que 2,500 armas fueran compradas ilegalmente y transportadas a México, sin embargo la controversia estalló cuando en diciembre de 2010, dos rifles de asalto comprados por una persona que ahora está presa fueron utilizados en un tiroteo en Arizona donde murió el agente fronterizo Brian Terry.
El 15 de febrero de 2011, fue asesinado en una carretera de San Luis Potosí, México, el agente de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por siglas en inglés) estadounidense, Jaime Zapata. Se comprobó que el agente había muerto por disparos hechos con un arma de “Rápido y Furioso”.
En mayo del año pasado, el canciller Marcelo Ebrard informó sobre la entrega de una nota diplomática a la embajada de de Estados Unidos en México para que se proporcione la información respecto al fallido operativo “Rápido y Furioso” con el que se realizó el trasiego de más de dos mil armas de alto calibre que entraron a territorio nacional desde el país vecino.
Días después, el presidente Andrés Manuel López Obrador presumió la cooperación de su gobierno con el de Estados Unidos para compartir información sobre un narcotúnel descubierto recientemente en la frontera y el operativo.
AMLO se refirió a un tuit de su homólogo, Donald Trump, quien el domingo compartió el hallazgo de un narcotúnel en la frontera de Tijuana con San Diego, California, con el texto "¡México debe tomar el control de este gran problema!".
DE LA INICIATIVA MÉRIDA A FROZEN
Nacida en diciembre de 2008, dos años después de que el entonces presidente Felipe Calderón comenzara la llamada “guerra contra el narcotráfico”, en conjunto con su entonces homólogo de Estados Unidos, George W. Bush. Posteriormente tuvo continuidad durante las administraciones de Enrique Peña Nieto y Barack Obama.
La Iniciativa Mérida, se convirtió así en un tratado internacional de seguridad de los Estados Unidos en acuerdo con México y los países de Centroamérica para combatir el crimen organizado. La iniciativa abarca la mayoría de la ayuda exterior que Estados Unidos ha proporcionado a México en la última década.
Consiste en capacitar y abastecer de equipo estadounidense, así como armas, a las fuerzas del orden mexicano son sus principales objetivos, además de la inversión de miles de millones de dólares del gobierno de Estados Unidos.
Así, las Fuerzas Armadas mexicanas, quienes encabezaban la ofensiva contra los cárteles de la droga, recibieron tecnología, vehículos, capacitación y demás apoyo del Ejército más poderoso del mundo.
Durante los primeros cinco años del Plan Mérida se destinaron 2.3 mil millones de dólares a la iniciativa, más 1.6 mil millones de dólares invertidos en equipo y entrenamiento. Un informe del Congreso estadounidense señaló que en 2019 se aportaron 139 mdd y para 2020 150 millones más.
Ante la falta de resultados de la iniciativa, el actual jefe del Ejecutivo Mexicano, Andrés Manuel López Obrador anunció en mayo de 2019 que buscaría desaparecer este acuerdo con EU.
El 21 de octubre de ese año, los gobiernos de México y Estados Unidos anunciaron el programa "Frozen" para frenar el tráfico de armas de fuego fabricadas en la Unión Americana que son ingresadas de contrabando a territorio nacional.
Durante la firma del acuerdo participaron el canciller Marcelo Ebrard Casaubón, el entonces secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo y el ahora ex embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau.
Con el nuevo plan se busca frenar el paso de armas de fuego a través de cinco puntos detectados entre la frontera de ambas naciones, principalmente dos identificados en el estado de Texas.
(djh)