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La jaula de “El Chapo” que lo estaría dejando ciego

Una de las abogadas del capo relató cómo ha cambiado “El Chapo” en las semanas que ha estado dentro del penal de máxima seguridad.

Escrito en NACIÓN el

Si Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, la pasaba mal en “The Little Gitmo”, una pequeña cárcel en el Centro Correccional Metropolitano de Nueva York, el “Alcatraz de las Rocosas” en Colorado es aún peor.

Mariel Colón, una de los abogados del exlíder del cártel de Sinaloa y cercana a Emma Coronel, esposa del capo, aseguró haber visitado a su cliente hace dos semanas en prisión.

La abogada, entrevistada por Univisión, relató cómo ha cambiado “El Chapo” en las semanas que ha estado dentro de dicho penal de máxima seguridad.

Colón precisa que la rutina diaria de Guzmán Loera es pasar 23 horas en su celda de 2.1 por 3.6 metros, con una pequeña ventana que no deja ver más allá del edificio y unas puertas dobles; bancos inamovibles, escritorios de concreto, un retrete combinado con lavabo y una ducha.

La otra hora del día la pasa al aire libre, pero en una jaula, donde lo único que se puede ver, aparte de la cárcel, es el cielo, ahí debe de usar grilletes, esposas y cadenas en el estómago.

Estas condiciones extremas, según la litigante, ha provocado que “El Chapo” se vea mucho más flaco y hasta “apagado”.

Las consecuencias en el estado de salud de Guzmán Loera, de acuerdo con Colón, son evidentes, principalmente en la visión la cual ha disminuido considerablemente para el capo criminal.

"En un mes y medio empeoró bastante su vista, no es que esté ciego, pero ve borroso. No puede leer. Necesita lentes”.

Si bien no se ha quedado ciego, “El Chapo” ve borroso en demasía y temen que la debilidad de su visión avance a tal grado que ya no pueda ver.

“El estar en una celda 23 horas al día, sin ver la luz del sol, eso te afecta muchísimo la vista. Los presos que están así no pueden usar la vista de larga distancia pues siempre están en un encerrados y eso les afecta"

Por si fuera poco, Guzmán Loera no puede ni comunicarse con sus guardias, pues estos no hablan otro idioma que no sea inglés.

"Se pasa todo el tiempo en aislamiento, nadie habla español, los guardias no hablan español, así que se le dificultan muchas cosas"

Esta nula comunicación provocó que no fuera hasta que la abogada intervino que pudo pedir una consulta al oculista dentro de prisión.

Otra de las consecuencias de la falta de comunicación, dice el abogado, es que intentó pedir un corte de cabello en la peluquería de la prisión, pero, como no lo entendieron, le raparon la cabeza.

En los casi dos meses de prisión en el “Alcatraz de las Rocosas”, “El Chapo” solo ha recibido visitas de dos abogados en dos ocasiones, pese a que se le permitió ver a sus gemelas de siete años.

El único beneficio que ha tenido fue el recibir un par de llamadas de su madre, María Consuelo Loera Pérez.

Así, en dichas condiciones, “El Chapo” pasara el resto de su vida en una de las prisiones más temibles del mundo.   

 

Con información de Univisión

rgg