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La historia de Lino Candelas: migrante leonés que pasó dos años en una cárcel de EU

Lino Candelas fue deportado el pasado lunes y ya está en casa. Esta es la historia de un hombre que pasó dos años en la cárcel por buscar el sueño americano

Escrito en GUANAJUATO el

Lino Candelas al fin está en su tierra con los suyos. Después de un largo camino, regresó con su familia tras ser deportado el pasado lunes de Estados Unidos después de pasar 2 años en la cárcel por buscar el sueño americano.

“Todos los días pensaba en cómo estaría mi familia, mi esposa, mi hijo, si estaban pasando hambre”. Relató.

Sus familiares pensaron que podía estar muerto, pero su esposa Sanjuana Alvarado nunca perdió la esperanza de verlo entrar por la puerta de su casa. 

El ''panza verde'' se fue de la ciudad en busca del sueño americano y cruzó la frontera junto con otros amigos con la esperanza de juntar algo de dinero, regresar a su tierra y construir la casa de sus sueños, en donde viviría junto a su familia. Jamás imaginó que terminaría en la cárcel por intentar alcanzar su sueño.  

Lino ya había sido detenido en varias ocasiones por tratar de cruzar al país vecino, hasta que la advertencia de que si volvía a intentarlo terminaría tras las rejas, se hizo realidad. 

Lino Candelas cuenta los meses de incertidumbre que vivió extrañando a su familia 

Al poco tiempo de cumplir el plazo de siete meses en el que tenía prohibido pasar, lo intentó nuevamente y fue detenido por la migra. 

El leonés confesó que para sobrevivir durante su encierro, decidió no pensar mucho y se enfocó en ver lo positivo a las cosas. Se concentró en vivir la vida que tenía y en mantener la esperanza de volver con los suyos. 

“Si piensa mucho uno, se vuelve loco, a algunos amigos les pasó eso, comenzaron a deprimirse, y me tocó ver a algunos que intentaron suicidarse”. Aseguró

El migrante trabajó en la prisión de jardinero, labor por la que le pagaban 15 dólares cada mes. Así ahorró para su familia en los 2 años que estuvo cautivo.

“Yo siempre pensé que regresaría, me dieron varios años, pero gracias a las nuevas leyes que entraron pude salir, salimos como 500, y solo yo de Guanajuato”.

A su regreso se encontró con la sorpresa de que sería abuelo. Fernando, su niño pequeño, no se le despega en ningún momento. Después de una larga espera, por fin pueden pasar tiempo juntos.

Lino está contento de haber regresado a su tierra, pero se encontró con una dura realidad: la del desempleo. Actualmente se encuentra en busca de un trabajo que le permita sacar adelante a sus hijos y apoyar a su esposa, que acaba de ser intervenida quirúrgicamente. Lino y su familia viven en ''Los Castillos'', una de las zonas más pobres de la ciudad de León.

Así fue como el sueño americano de Lino se convirtió en una pesadilla de la que al fin pudo despertar, aunque la vida lo ha puesto a prueba una vez más.