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La gratuidad en Salud es imposible y no puede ser por decreto, advierte José Narro

En la mesa de análisis LA SILLA ROTA-El Heraldo de México, quien fuera titular de Salud en el sexenio de EPN afirma que la implementación del Insabi es un atentado a los servicios de salud en el país

Escrito en NACIÓN el

José Narro Robles, exsecretario de Salud durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, aseguró que la implementación del nuevo Instituto de Salud para el Bienestar, además de que se trata de una recentralización de los servicios médicos, fue “un atentado en contra de la salud de la población”, pues se llevó a cabo sin haberse establecido normas o reglas de operación. 

“Yo fui parte del equipo de Juan Ramón de la Fuente cuando en la segunda mitad de los años 90, hace 25 años, conseguimos descentralizar los servicios, asegurar que la heterogeneidad de México, que la extensión, los dos millones de kilómetros cuadrados, que el tamaño de nuestra población, hoy, sin duda, 126 millones de personas (...) pudieran tener más cercanas las decisiones en materia de salud y tener una administración más acorde, no centralista, que no puede tomar en cuenta la enorme heterogeneidad de las regiones, las entidades federativas, de las localidades de nuestro país”, dijo este jueves.  

Asimismo, consideró imposible garantizar la gratuidad de los servicios de salud y atención médica, es decir la cobertura universal que se pretende impulsar a partir de la creación del Insabi. 


“A mí me parece muy grave que se nos haya dicho que el primero de diciembre vamos a tener gratuidad en los tres niveles de atención y cobertura universal. Es imposible, no se puede”. 

Ello, debido a que se necesita una inversión “de cientos de miles de millones de pesos” en el sector, además de que México carece de la infraestructura, de instalaciones y médicos especialistas, necesaria para ofrecer servicios de salud gratis. 

“La gratuidad no se da por decreto y requiere siempre tener financiamiento. Pero, además, ¿dónde están los recursos médicos altamente especializados y de enfermería y de química, los recursos humanos que se requieren? No los tenemos formados, tenemos médicos generales pero no tenemos a los especialistas (...) si vamos a ofrecer gratuidad y solución en todos esos sistemas, servicios, áreas, requerimos, (...) estamos en pañales todavía, deberíamos hacerlo de otra manera, responsablemente”, apuntó el exsecretario de Salud.

Al respecto, Narro señaló que dentro del sistema público de salud del país históricamente han persistido los problemas, contexto dentro del cual nació el Seguro Popular, que actualmente el Insabi ha sustituido.

  

“El Seguro Popular nació con problemas, el sistema de salud, el sistema público que tiene México, tiene problemas y tenía problemas el 30 de noviembre de 2018, cuando a mí me tocó concluir mi periodo como responsable de los servicios públicos de salud (...) Había problemas? Sí, el punto es que se han agudizado. ¿Había corrupción? Sí, sin duda, y hay que combatirla, eso tiene que quedar clarísimo”.

Bajo este tenor, dijo que en los dos años y nueve meses en los que se desempeñó como titular de Salud, dio la instrucción para que se presentaran 70 denuncias penales por probable corrupción, “por no haber demostrado el uso de los recursos federales que se habían otorgado, por la vía del seguro popular y de otros programas de la secretaría de salud a las entidades federativas”. 

“Y la pregunta que yo me hago es ¿más allá del discurso, cuántas denuncias penales por corrupción se han presentado en estos ya 14 meses de gobierno. En mis primeros 14 meses yo ya había hecho la presentación de las denuncias”, contó, al recordar que durante el periodo de transición del gobierno de Peña Nieto y el de AMLO, el ahora secretario de Salud, Jorge Alcecer, dijo saber de la existencia de 50 mil millones de pesos de corrupción. “Y después de mucho tiempo, no hay una denuncia”.

“Se tiene que ser muy honesto para reconocer que en el gobierno, en la secretaría de Salud y en las instituciones de salud, han faltado conocimiento, experiencia, pericia, capacidad y ha sobrado la existencia de ocurrencias, de improvisación, y también, y lo digo con toda claridad, de soberbia”, concluyó José Narro.

“Hay grupos interesados en desestabilizar a la UNAM”

Respecto a conflicto que se vive en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Narro, pese a que no quiso culpar a nadie, afrmó que existen grupos interesados en desestabilizar a la UNAM, en referencia a los actos vandálicos -como los suscitados el pasado día 4 en Rectoría y la Facultad de Derecho- en distintas instalaciones de la máxima casa de estudios, al haber sido tomadas ya 15 escuelas y facultades para denunciar acoso sexual por parte de profesores, personal administrativo y compañeros hacia las alumnas, así como casos de feminicidio. 

La Facultad de Filosofía y Letras y la Preparatoria 9 -en esta segunda el pasado 29 de enero, padres de familia y estudiantes intentaron ingresar y recuperar la escuela de los paristas- son los planteles que registran más meses cerrados, sin actividad desde principios de noviembre. En total, se estima que son 150 mil alumnos los afectados por la suspensión de clases, es decir 42% del alumnado. 

(Las instalaciones de la Facultad de Filosofía y Letras)

 

“Hay problemas, sí, sí hay problemas, siempre los ha habido. La UNAM es un orgullo de México por eso preocupa mucho lo que se le está haciendo, por eso preocupa mucho que desde los rostros embozados, desde una supuesta lucha con la que todos debemos solidarizarnos, se escondan intenciones que no son las pertinentes. La violencia es lo más contrario al pensamiento racional y al pensamiento y la conductas universitarias”, expuso el también ex secretario de Salud durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, en la Mesa de Análisis de LA SILLA ROTA-El Heraldo de México.

“Yo fui rector ocho años, me tocaron momentos complicados y puedo decir con toda claridad, no voy a culpar a nadie en este momento, sería muy irresponsable de mi parte, pero sin duda hay grupos interesados en desestabilizar a la Universidad Nacional Autónoma de México”, precisó Narro. 

Entrevistado por separado por LA SILLA ROTA, Mario Benítez "El Gato", uno de los líderes duros del Consejo General de Huelga (CGH) de la UNAM y que participó en la huelga de 1999 y principios de 2000, considera que el movimiento actual que tiene en paro a 15 escuelas y facultades carece de legitimidad pues no cuenta con organización, debate y se excluye a las mayorías para la toma de decisiones.

“No hay similitud con lo que está pasando ahorita. Hace 20 años el paro era con asambleas, discusiones, había foros, conferencias, todo el tiempo se estuvo discutiendo. No se expulsa a la masa; al contrario, se le integra, se le dan tareas de agitación, de propaganda, la causa es legítima y está respaldada por horas y horas de discusión por una asamblea con delegados y actualmente vemos un paro que no está legitimado por asambleas, no es un paro auténtico.

“No nos encapuchábamos, dábamos la cara, no cambiamos nuestro nombre; escribíamos las peticiones, no las cambiábamos a cada rato. Era un ambiente de lucha de masas organizadas en asambleas y horas y horas de debate y eso está ausente en este tipo de eventos donde no tienen esta tradición de incorporar”, dijo “El Gato” para el periodista Marco Antonio Martínez.

Las protestas en cuestión comenzaron en octubre pasado, lideradas por colectivos feministas que denuncian acoso sistemático y casos de violencia de género en la universidad. Para entregar las escuelas, los estudiantes han hecho llegar a las autoridades de la UNAM varios pliegos petitorios al respecto, ya que consideran insuficientes la actuación de la UNAM en cuestiones de género, dentro de las que se han sumado otras demandas, relacionadas con la seguridad y protocolos de salud.

(Paristas de la Prepa 9)

La Oficina de la Abogacía General de la UNAM, registra 921 quejas y denuncias por violencia de género durante los tres últimos cursos lectivos. Cifras oficiales aseguran que más de la mitad de las investigaciones iniciadas en 2019 en contra de los denunciados concluyeron con una sanción. Sin embargo, las actuaciones de las autoridades universitarias no cumplen las expectativas de los estudiantes.

Desde el inicio de las protestas, la oficina reporta que se han iniciado 17 procesos de investigación y que se ha separado temporalmente a nueve profesores.

Este miércoles 5 de febrero, el rector de la universidad, Enrique Graue, aseguró que la UNAM está "comprometida con la equidad de género, la seguridad de nuestras mujeres" y que siente una profunda indignación por la violencia.

Además, señaló que desde 2016 la UNAM implementa protocolos contra la violencia de género que se han ajustado con sugerencias de diversos sectores. No obstante, condenó el vandalismo y lamentó que algunas personas aprovechen protestas pacíficas para crear un escenario de actos violentos.

"La Universidad volvió a ser escenario de violencia", dijo Graue quien resaltó que la entrega de un pliego nuevamente terminó en "vandalismo y provocación".

"Ellas (las mujeres) no quieren retomar (las clases), pues han sido vejadas y violentadas históricamente", describió el rector, sin embargo resaltó que el movimiento tiene dos caras: en una cara están los universitarios y en la otra la provocación.

“Quienes quieren desestabilizarnos, no responderemos a la violencia con más violencia”, dijo Graue.

En tanto, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que "hay mano negra" en las protestas y los paros de labores. 

"Yo espero que se resuelvan los problemas en la UNAM, no hay condiciones para llevar a cabo un movimiento que paralice la universidad, no es la situación del 68, del autoritarismo, ni posterior al 68, cuando esta toma de la universidad", remarcó durante la conferencia “mañanera” de este miércoles.

"Además, nada de capuchas, con todo respeto. Un luchador social debe de dar la cara y no apostar por la violencia (...) siento que hay mano negra, porque siempre hay quienes mueven la cuna y hay que lamparearlos para que no anden ahí en los sótanos, ojalá y se resuelvan las cosas", añadió el mandatario.

Para Narro, sin embargo, “es un tema que evidentemente no tiene una solución simple, este (el auditorio Justo Sierra, anexo a la Facultad de Filosofía y Letras y ubicado como punto de encuentro de los calificados como incitadores) tiene muchos años de haber estado tomado. El rector (Francisco) Barnés fue el primero que se enfrentó a este problema, pero también le pasó a Juan Ramón de la Fuente, a mí y ahora al doctor Graue, se requiere el apoyo desde las estructuras públicas del gobierno, no es un asunto que sólo la universidad pueda resolver sola”.

(José Narro y Enrique Graue, últimos rectores de la UNAM)

Alfredo González y Jorge Ramos, conductores de la Mesa de Análisis LA SILLA ROTA-El Heraldo de México. Al centro, José Narro, exsecretario de Salud y exrector de la UNAM

(diego joaquín)