El piloto que conducía el avión que este domingo cayó en Coahuila con 12 personas más a bordo tenía un currículum delictivo: pudo haber estado al mando del capo Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Juan José Aguilar Talavera tenía formación militar, informó el diario Milenio, pero también en el trasiego de drogas. En 2006 fue detenido por presuntamente haber pertenecido a una célula de narcopilotos que trabajaban para el cártel de Sinaloa.
Estaban acusados de haber introducido al país cinco ciudadanos colombianos indocumentados, lavado de dinero y trasiego de drogas.
Entre las personas que él y su hermano Miguel trasladaban, se encontraba Diana Lorena Toro Díaz, boletinada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos como operadora financiera del cártel de Sinaloa y de la red encabezada por Alejandro Flores Cacho.
Flores Cacho es propietario de diversas aerolíneas usadas para trasiego de drogas, como LuzAir SA de CV.
Él y 10 personas más fueron indiciadas en ese año por presuntamente gestionar las acciones para que un embarque de 5.5 toneladas de cocaína en un avión DC-9 decomisado en Ciudad del Carmen, Campeche. Uno de ellos, el venezolano Miguel Vicente Vázquez, fue sentenciado a 17 años de prisión por ese delito.
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El anterior fue uno de los trasiegos aéreos más sonados en el sexenio de Vicente Fox, pero no existen registros públicos del destino legal de Aguilar Talavera o si recibió sentencia alguna por el caso.
Cinco años después Aguilar Talavera ya volaba de nuevo. Ahora, un Hawker 800 para realizar una operación que parece ficción: sacar de Libia a Saadi Gaddafi para trasladarlo a México y ocultarlo en una villa en Nayarit.
Cuando el piloto se enteró del propósito del viaje, organizado por dos empresarios canadienses, se negó a realizarla. Esta información fue recogida por la entonces Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada. Al no llevarse a cabo la operación, el capitán Juanito, como se le conocía, no enfrentó cargos.
Irregular, la aerolínea del avión siniestrado
La empresa TVPX Aircraft Solutions no existe en términos concretos, pero sí legales. Esta protección legal constituida en Utah, Canadá, permite que extranjeros puedan poseer una aeronave en Estados Unidos de forma anónima.
Estados Unidos es un país donde no se permite que ciudadanos de otros países ofrezcan servicios de traslado aéreo.
De acuerdo con Milenio, los dueños de la aeronave son originarios del Estado de México, pero están blindados por contratos de confidencialidad firmados por el consorcio.
cmo