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Inegi censa bajo el acoso de la violencia

Las muertes por homicidio crecieron 34 por ciento entre el último Censo de Población y Vivienda de 2010 y el que se aplica en 2020

Escrito en NACIÓN el

En tan sólo 25 días, 151 mil entrevistadores recorrerán 2 millones de kilómetros cuadrados de la superficie mexicana para contar a la población de nuestro país. El Censo de Población y Vivienda 2020 que está aplicando el Inegi parece una tarea fácil, pero levantar las encuestas casa por casa en zonas de alto riesgo delictivo se vuelve una hazaña cuando en el último año aumentaron los homicidios y el entorno social se hizo más violento.

Tan sólo el pasado lunes 9 de marzo Mauricio Marín Santiago, entrevistador del censo que se está aplicando estos días, fue atacado a balazos en la calle Víctor Henestrosa, de la colonia Magisterio Democrático, en el municipio de Juchitán, Oaxaca. 

El Inegi informó que mientras realizaba su labor dos sujetos le dispararon a bordo de una motocicleta, por lo que su estado de salud es grave. Además señaló que se llevan a cabo las investigaciones por parte de las autoridades del estado.

Este atentado muestra que los entrevistadores levantan un censo en un México más violento, pues mientras en 2010 (año en que se aplicó el último Censo de Población y Vivienda) se registraron 25 mil 757 homicidios en el país, la cifra subió a 34 mil 558 en 2019, equivalente a 34.1 por ciento más homicidios en una década, según cifras del Secretariado Ejecutivo Nacional de Seguridad Pública.

Ante este clima de violencia que impera en el territorio nacional, Edgar Vielma Orozco, director general de Estadísticas Sociodemográficas del Inegi, admitió que al enfrentarse a un México con más homicidios que en 2010 diseñaron una estrategia de seguridad previa al levantamiento de las encuestas, especialmente para quienes ingresan a zonas conocidas como focos rojos.

Las medidas con las que cuentan los entrevistadores van desde aplicar los cuestionarios en papel, en vez de hacerlo con el dispositivo electrónico que por primera vez están utilizando para las entrevistas por medio de una app, hasta ingresar sin uniforme para no llamar la atención de los vecinos y transeúntes.

“Diseñamos mecanismos de repliegue, de compactación, negociamos horarios y días de entrada o formas de ingreso, es decir, planificamos estrategias que nos permitan llegar a zonas de difícil acceso en el territorio nacional”, detalló Edgar Vielma.

La compactación consiste en que el grupo de encuestadores se encuentre lo más cercano posible, “de tal forma que si hay que reaccionar sacando de inmediato al personal tomamos el vehículo y nos llevamos a las personas y nos retiramos de inmediato, por lo que se busca que sean grupos compactos en zonas de riesgo, por eso dependiendo de lo que observamos es que nos ensanchamos o nos compactamos”, explicó el funcionario del Inegi.

Pero también se establecieron operativos por horarios, por días o formas de levantar el censo en un tiempo más rápido o negociando el ingreso, pues “la experiencia que tenemos nos dice que sí hay partes del país donde sí hay mayor dificultad; ya durante estas semanas de recorridos de prueba hemos tenido el robo de algunos dispositivos y eso nos indica que tenemos que ir con cuestionarios de papel, pero varía en cada estado y localidad”, señaló el presidente del Inegi, Julio Santaella Castell.

Sin embargo, estas medidas resultaron insuficientes en el caso Mauricio Marín, ya que recibió los balazos, a pesar de que aplicaba las encuestas en cuestionarios impresos por tratarse de una zona de alto riesgo delictivo.

Instructores, coordinadores y responsables del Censo 2020, que tienen a su cargo a los entrevistadores de diferentes zonas del Estado de México, relataron que otra medida de seguridad fue reclutar a vecinos de las mismas localidades, quienes sabían con quién dirigirse para tener su respaldo antes del arranque del censo.

“Junto con los entrevistadores que conocen a la gente en varias localidades buscamos a delegados vecinales y a líderes de colonias para pedirles permiso, porque hay áreas en las que nos hemos topado con gente armada que impide caminar por sus calles. Pero ya logramos negociar horarios para nuestro ingreso, así como levantar las encuestas sin usar el uniforme para no alterar a los vecinos y en algunos casos nos va a acompañar una patrulla del municipio para hacer las encuestas en un operativo de compactación en el menor tiempo posible”, relató Gabriel, quien pidió omitir cargo por cuestiones de seguridad.

La planeación previa para acceder a las casas ubicadas en zonas de alto riesgo delictivo fue crucial, destacó Emmanuel, instructor estatal del oriente del Estado de México. De lo contrario, “habría sido imposible ir tocando puerta por puerta” para cumplir con el Censo 2020 en el que se estima visitar 50 millones de inmuebles en todo el país, de los cuales se calcula que 45 millones son viviendas particulares y 35 millones están habitadas.

Cinco estados concentran casi la mitad de delitos del país

El Inegi tiene identificados plenamente los focos rojos, por lo que en el trabajo previo se elaboraron los mapas de riesgo, a fin de que cada comité municipal del Censo 2020 cuente con los elementos para que el equipo de trabajo diseñe las estrategias específicas para proteger al personal durante el levantamiento de las encuestas.

Sin embargo, Vielma Orozco aclaró que no puede hacer público el listado de las localidades inseguras que hay en el país, pues significaría poner en riesgo al personal que está aplicando las entrevistas y al mismo Censo 2020.

“Por protección de nuestros entrevistadores no se puede publicar un desglose de focos rojos en materia de inseguridad para el Censo, no solamente por seguridad en el levantamiento de las entrevistas, sino porque seguimos operando en esas zonas de riesgo, pues después regreso con otras encuestas y para salvaguardar la integridad de los entrevistadores no podemos dar manifiesto de zonas de alto riesgo”, apuntó.

Pero cifras del Secretariado Ejecutivo Nacional de Seguridad Pública, revelan que cinco entidades del país concentran el 48 por ciento del total de presuntos delitos cometidos solamente en enero de 2020.

La lista la encabeza el Estado de México con 29 mil 428 delitos, Ciudad de México con 18 mil 547, Jalisco con 11 mil 836 actos delictivos, Guanajuato con 11 mil 628 y Baja California con 8 mil 384, sumando 79 mil 823 delitos durante el primer mes de este año 2020 de un total de 165 mil 749 que se registraron en el territorio nacional.

Más vale pedir permiso

San Miguel las Tablas es una de las recientes colonias en Valle de Chalco, Estado de México. Conforme se fue secando la laguna de Chalco, el cascajo fue moldeando las calles en las que se han ido asentando las viviendas que hoy conforman esta colonia de suelo arcilloso en la que el personal del INEGI ha podido ingresar gracias al permiso del delegado vecinal.

“De no haber negociado con ellos el ingreso, no estaríamos caminando por estas calles, pero fueron accesibles y hasta nos dieron un espacio para instalar una oficina”, relató Emmanuel.

En esta colonia, Aketzali Martínez camina sobre calles sinuosas en las que el polvorín se levanta y llega hasta los pulmones con el resoplar del viento que se ha registrado en estas semanas. El objetivo es claro: tocar puerta por puerta para entrevistar a los habitantes de esta zona colindante con la alcaldía de Tláhuac en la que aún no hay drenaje ni agua potable.

La mochila que la joven entrevistadora lleva en su espalda pesa más de 5 kilogramos porque aquí se estableció llevar cuestionarios impresos para no cargar con el dispositivo electrónico que la pondría en mayor riesgo.

Las nomenclaturas en las calles son inexistentes, salvo en algunas esquinas donde los mismos habitantes pintaron los nombres en viviendas que tienen barda de tabique o cemento. Las casas no están del todo delimitadas, algunas han dado forma a su perímetro con madera y las tradicionales mallas para gallinero o simples plásticos con huecos estratégicos para que el aire no los reviente.

Si no hay donde tocar, Aketzali recurre a un saludo en tono fuerte para esperar a que alguien dentro de la vivienda la escuche y si no surgen ladridos de perro se acerca un poco más y sólo así ha podido entrevistar a la gente de San Miguel Las Tablas.

- ¿Tienes miedo? Se le preguntó.

- "Miedo no tengo, sé que debo ir alerta y atenta. Hay cuestiones que nos comentan, pero es como todo, tanto como entrevistador como ciudadano en la calle te arriesgas a cualquier cosa”, respondió tras agregar que a pesar de que es cansado levantar los cuestionarios, está convencida de que la información recabada por los 151 mil entrevistadores servirá para que el gobierno apoye a las comunidades en función de sus necesidades.

“Ser entrevistadora es ver la realidad de México cara a cara y me deja aprendizaje. Vale la pena caminar bajo el sol o casi de noche, pero cuando ves el resultado de lo que hace todo el equipo de trabajo es satisfactorio al final del día y al final del proyecto nos daremos cuenta para qué sirvió ese cansancio y riesgo que tuvimos”.

La joven entrevistadora no puede ingresar a ninguna vivienda, aunque se lo ofrezcan. Por cuestiones de seguridad, el Inegi estableció que deben permanecer en la entrada de cada domicilio, donde tardan un promedio de 20 y 25 minutos en levantar la información de cada uno de los integrantes de las familias y al finalizar pega la calcomanía donde queda el registro de que esa vivienda fue censada.

7 de cada 10 entrevistadores son mujeres

De los 151 mil entrevistadores que levantan el Censo 2020, 73 por ciento son mujeres, lo cual revela el empoderamiento de ellas en trabajos que son arriesgados especialmente en esta época en la que se han dado a conocer más casos de feminicidio.

El director de Estadísticas Sociodemográficas del Inegi resaltó que este censo costó 12 mil millones de pesos, que se traduce en un gasto per cápita de 96 pesos, cantidad que es casi la misma del censo aplicado hace 10 años, pese a un 40 por ciento de inflación en la última década.

Destacó también que por primera vez los resultados del Censo de Población y Vivienda estarán listos el mismo año en que se aplicó el levantamiento de los cuestionarios, pues el avance tecnológico permitió que en esta ocasión los entrevistadores llenen los cuestionarios con un dispositivo electrónico que envía la información en tiempo real al área central, donde el Inegi está concentrando todos los datos que podrá dar a conocer el 4 de noviembre de 2020.

AJ