Registrándose los mayores número de contagios y muertes por covid-19 en México, el regreso a clases es incierto, así los alertan Carlos Jonguitud Carrillo, líder del Sindicato de Trabajadores de la Educación (STE); Leonardo García, presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia; y Roberto Rodríguez, experto en educación; durante su participación en la mesa de análisis El Heraldo y La Silla Rota.
Aunque la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha señalado el 10 de agosto como la fecha para el regreso a clases, esta depende del “Semáforo Epidemiológico”, si sigue en rojo será pospuesta, así lo asegura Jonguitud Carrillo.
Los padres de familia, por su parte, no tienen claridad sobre el regreso a clases, desde que se pararon el 20 de abril, explica García, quien agrega dicha confusión se debe al cambio de fraseo en la misma vocería de Palacio Nacional sobre la pandemia.
El presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia detalla que abrieron en su portal y redes sociales una encuesta que ha sido realizada por casi 2 mil padres y madres en las contestaron, entre otras preguntas, qué condiciones piden a la autoridad para poder regresar las aulas y si están dispuesto a hacerlo en estos instantes.
“(Los padres de familia) piden garantía de que no haya infecciones, ni se registre un brote en las escuelas. En el caso de la fecha, dicen que ahorita no regresarían y proponen la cuarta semana de agosto, solo si las primeras dos condiciones están cubiertas”.
Para Rodríguez, todo calendario educativo, incluso el día propuesto por la SEP, no puede tomarse sino como indicativo, como propuesta, pues cada estado tiene la decisión de cómo y cuándo regresar a clases, aunque lo ideal es que sea en un plan en concordancia con el gobierno federal.
“Sería tener un tremendo error que, hasta no concluida la fase de semáforo rojo, se tomara cualquier iniciativa que implicara la presencia de los niños en los planteles escolares”.
El experto en educación descarta que la pandemia sea culpable de los déficits escolares en el país, pues es una problemática más profunda y estructural: “si quitamos al covid-19 de enfrente, no con eso va a mejorar la calidad de la educación que necesitamos y que los ciudadanos estamos exigiendo”.
El líder del STE detalló que, hasta el el 3 de junio, se han registrado 2 mil 126 casos de covid-19 en menores de edad en México, de los cuales 43 han fallecidos.
“Actualmente los casos van en ascenso, no podemos decir que van a descender porque no somos los expertos en el tema, lo que sí podemos garantizar a los alumnos que el programa #AprendeEnCasa está evolucionando día a día y con más del 80% de los profesores participando cada día más”.
En contraste, Leonardo García lamentó que haya un 20% de alumnos de educación básica a los que no se les garantizó el derecho de aprender, lo que significa tendrán una laguna mental delicada cuando inicie el próximo ciclo escolar. Este 20% equivaldría a 5 millones de alumnos de educación básica.
En respuesta, Jonguitud Carrillo negó que 20% de los alumnos no recibieran clases en casa, pues el 95% de los alumnos tiene televisión, medio por el que también se transmitieron clases.
“Fue mínimo el rezago, aún así se va a realizar una prueba diagnóstica en agosto, vamos a evaluar y haremos que los niños recuperen la falta de aprendizaje”.
El presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia insistió que, en palabras del titular de la SEP, Esteban Moctezuma, solo el 50% de los niños mexicanos de educación básica tiene televisión abierta o acceso los canales donde se están transmitiendo dichas clases, y solo el 60% tiene internet, entonces ese 20% puede quedarse corto.
Por ello, García adelantó que están preparando una serie de paneles, para finales de junio, en la que participarán 25 organizaciones, donde se abordará cómo debería ser las clases post covid-19 y que surjan propuestas para presentarselas a las autoridades.
Roberto Rodríguez insistió en el rezago educativo que alumnos de todos los niveles presentarán debido a la pandemia, por lo que pidió flexibilidad y todas las oportunidades posibles para los que no lograron tener acceso a las enseñanzas y aprendizajes.
“Durante esta etapa crítica, la posibilidad de acceso al conocimiento, aún para quienes tienen acceso a todos los medios, no es igual a la que ocurre en la normalidad y por lo tanto hay que tener formas de evaluación distintas a las que normalmente se imponen en todos los niveles de la educación”.
El líder del STE puso sobre la mesa el uso de los comités escolares que son autónomos y en los que participan padres de familia para buscar formas de educación alternativas ante la pandemia, sin embargo, Leonardo García aseguró que estos son “de papel”, pese a los incentivos de hasta medio millón de pesos a las escuelas para todos se involucren.
“Datos de la SEP y del Instituto Nacional de Evaluación de la Educación (INEE) señalan que legamos a tener 2 millones 250 mil padres participando en los comités, pero todos eran de papel, salvo honrosas excepciones, te decían ‘aquí hay un acta, fírmale, vete y déjame hacer mi trabajo’, cuando acaba el ciclo escolar los padres firmaban otra vez. No hay garantía de que hoy sea diferente”.