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Hoteleros piden SOS; por coronavirus ocupación se desploma a 6%

En CDMX ya cerraron 150 hoteles de los 600 que hay; la próxima semana se espera que la cifra suba a 300, alerta Asociación de Hoteles y Moteles

Escrito en NACIÓN el

Al final del día no importa el nombre. Si se llama “plan de estimulación, apoyo y/o subsidio salarial, subsidios a las empresas, asistencia de liquidez, diferir pagos de impuestos, plan de Préstamos para la Interrupción de Negocios del Coronavirus, aplazamiento de cargas sociales y fiscales de las empresas, línea de financiamiento”.

En la práctica, el trasfondo es dinero, aunque el detalle parece estar en la forma. Y eso es lo que agrupaciones de empresarios hoteleros de cinco, cuatro y hasta tres estrellas han solicitado al gobierno federal, basados en el esquema de propuestas y respuestas que el sector turístico en España, Francia o China, entre otros, ha señalado como alternativas para sobrevivir y enfrentar la pandemia por el Covid-19

En México, a la fecha, esta cifra no tiene rostro, solo propuestas sin números concretos. Quizás sería prematuro poner un número a esto; pero en un intento de acercamiento al tema, LSR solicitó al Consejo Nacional Empresarial Turístico y la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles una estimación del monto económico que el gobierno federal debiera brindarles como apoyo y en correspondencia a su aportación al sector económico.

Y cómo no hacerlo, si tan solo en 2019 el turismo en México representó el 8.7 por ciento del Producto Interno Bruto nacional; lo que equivale a uno de los principales motores económicos del país, después de envío de remesas hecho por los migrantes desde el extranjero. Por eso ayer el cierre del hotel Fiesta Inn Alameda sorprendió a muchos, al advertir que la fase dos del Coronavirus es real y no un amplío período vacacional, como ha mal interpretado un sector de la población.

“Nosotros no estamos pidiendo recursos para salvar al sector”, afirmó a LSR Braulio Arsuaga, presidente del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET). “Estamos pidiendo diferimientos, prórrogas, créditos a tasas más blandas, que no suban los costos de los energéticos. En resumen, no estamos pidiendo un rescate, estamos pidiendo diferimientos para privilegiar el flujo”, dijo.

Rafael García, presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles (AMHM) habló en el mismo sentido. “Lo que solicitamos a nivel nacional, local y estatal, es reducir y/o retrasar el impuesto al pago de nóminas, hospedaje, predial, agua; pero sobre todo condonación o baja en el porcentaje de impuestos para enviar ese dinero a nómina”, precisó. “El ISR puede bajar del 35 por ciento al 20 o 10; o bien, pagarlo a diferencia de seis meses para no tener que despedir gente. El mismo esquema puede funcionar con las cuotas obrero patronales al IMSS e Infonavit”.

En 29 días de pandemia, el mensaje fue recibido por el gobierno federal; hace diez días el secretario de Turismo, Miguel Torruco, se reunió con miembros de la Comisión Ejecutiva de Turismo de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) así como representantes del sector. El comunicado de aquella reunión, señala textual, que Torruco “explicó que estas peticiones que recibió de parte de los empresarios se dividen en dos listas: una para los días de la emergencia y otra posterior, las cuales serán analizadas por el Gabinete de Crecimiento Económico y turnadas al presidente Andrés Manuel López Obrador”.

Pero al momento no han recibido respuesta pues la prioridad del gobierno ha sido atender el tema de salud y de apoyos económicos a sectores vulnerables; mientras que el gobierno capitalino abrió la puerta de trámite para apoyos económicos a medianas, pequeñas y micro empresas, pero hasta ahí.

Numeralia de impacto

No solo ocurre en el extranjero, el impacto turístico por el covid-19 comenzó ya a medirse en México. La AMHyM informó que esta semana 153 hoteles cerraron ya y que 85 más lo harán en los próximos días en las principales entidades del país. En CDMX ya cerraron 150 hoteles de los 600 que hay; la próxima semana se espera que la cifra suba a 300. La ocupación en este momento, informó a LSR, es el 6% y la próxima semana bajaría a tres.

Agrega además que la suspensión -por así llamarlo- del período vacacional de Semana Santa (como consecuencia de la campaña #QuedateEnCasa cuyo objetivo es cortar la cadena de transmisión del virus), abrió ya un listado de cancelaciones por ocupación hotelera. “Tan sólo en el estado de Guanajuato se prevé una disminución en ingresos en el orden de los 12 millones 200 mil pesos, mientras que en la Ciudad de México se estiman pérdidas por 25 millones de pesos”, informó esta asociación a través de un comunicado.

Y precisa “actualmente hay cerca de 24 mil establecimientos de hospedaje a nivel nacional, de los cuales, el 80 por ciento está conformado por micro, pequeñas y medianas empresas turísticas que en promedio dan empleo de 10 a 55 personas por unidad, y hasta 250 personas en el caso de las medianas… Se ponen en riesgo cerca de 200 mil empleos a nivel nacional”.

Las cifras del CNET apuntan en el mismo sentido. “El Covid-19 impactará el sector turístico con una reducción de entre 5.4 y 13.3 por ciento del PIB… enfrentando pérdidas de al menos 30 mil millones de pesos en ingresos en el sector aéreo… Esta crisis también supone la afectación de un gran número de empleos”. Un comunicado emitido por Grupo Posadas advierte que, tan solo en esta cadena hotelera -cita textual-, “pausó operaciones” desde el lunes un total de 47 hoteles.

“Nosotros ofrecimos 14 medidas divididas en 2 fases: durante la emergencia y una vez pasada la emergencia”, explica Arsuaga, “ya vamos tarde, hoy hay 280 hoteles cerrados temporalmente, hay 6 mil restaurantes también cerrados temporalmente y esto lo que nos está diciendo es que si las grandes empresas están así, las pequeñas están mucho peor y muchas de ellas no deben tener flujo. Entonces ya es demasiado tarde, aunque a final de cuentas se requiere y se seguirá requiriendo, ya es demasiado tarde. Tenemos una ventana muy chica que es la primera prórroga para la declaración del 31 de marzo”

“La respuesta la podemos recibir a cualquier hora y día”, advierte por su parte García. “Mientras más rápido mejor, a más retraso el panorama es más gris y puede repercutir en los trabajadores que no queremos despedir. Mientras más rápido las promesas de apoyo será mejor porque tomaremos las medidas con más prudencia e inteligencia”. Y remata con confianza, “sí estamos preocupados y ojalá se combata esto; pero también estamos listos para recuperarnos”.