Un hombre llegó a la sala de Urgencias de un hospital público, el estrés laboral lo tenía tan alterado que llevaba tres días sin dormir. De pronto, cuando la doctora Gaby se acercó a tomarle una muestra de sangre se alteró y le dio un golpe tan fuerte que le fracturó la nariz.
Gaby trabaja en una institución de salud pública de Zapopan, Jalisco. Ella explica que este tipo de situaciones muestran la necesidad de emprender un protocolo para tener mejor control de estos pacientes psiquiátricos, por lo que planea llevarlo a la Secretaría de Salud.
Relata que una tarde llegó un paciente de 32 años porque se sentía mal por no haber dormido durante tres días, el diagnóstico fue estrés laboral. Se le canalizó a psiquiatría, pero era necesario realizarle estudios sanguíneos y de orina para su valoración.
“Me acerco al paciente, le explico de las muestras de sangre y qué se va a hacer, al momento de intentar tomar la muestra el paciente grita: ‘Estoy harto de tener que esperar, por mí tragan’, y me dio un golpe en la nariz, me fracturó”, recuerda Gaby.
La especialista comenta que la sangre no le paraba y que le fluía tanto que incluso comenzó a ahogarse, mientras que el hombre continuaba alterado y reclamando, por lo que ella le respondió: “Entiendo su molestia, créame, pero es la primera vez que yo lo atiendo, no tiene por qué actuar de esta forma irracional”.
El paciente siguió insultándola y actuando de manera déspota, por lo que ella se vio forzada a tomar un tubo y pedirle que se retirara, él continúo persiguiéndola, pero otras personas que se encontraban ahí lograron detenerlo.
Gaby tuvo que ser operada de urgencia por el golpe que recibió en la nariz, ahora que se encuentra en recuperación reflexiona sobre lo que vivió y enfatizó: “Yo los entiendo, sé que ustedes no tienen la culpa del servicio de salud deficiente, pero les juro que también nosotros batallamos por lo mismo".
“Día a día tenemos que aguantar malas actitudes y reclamos también, al igual que ustedes, pero no todos somos iguales, no lleguen a los golpes. Existimos médicos que sí amamos lo que hacemos”, afirmó.
(María José Pardo)