Refugios de inmigrantes detenidos por la patrulla fronteriza estadounidense que meses antes estuvieron repletos, ahora permanecen casi vacíos; las recién adoptadas políticas migratorias de México han disminuido el flujo de personas que llega a la frontera sur de México.
En su apogeo, el refugio ubicado en San Diego, California, administrado por Jewish Family Service, albergó a más de 300 migrantes capturados por autoridades de Estados Unidos. Ahora, el refugio está casi vacío: el Departamento de Seguridad Nacional de EU afirmó que las detenciones bajaron un 28 por ciento en junio.
En ese mes, 104 mil 344 personas cruzaron desde México; comparando con las 144 mil 278 personas que cruzaron en mayo, siendo la mayor cifra mensual registrada en 13 años.
Nos sorprendió esta drástica disminución que ocurrió de la noche a la mañana. Las autoridades migratorias estadounidenses no nos están trayendo a las familias que han sido procesadas porque las devuelven a México”, afirmó Kate Clark, directora de servicios de inmigración en el refugio.
Sin embargo, del lado mexicano la historia es distinta. Ciudades como Tijuana están llenas de migrantes, pues muchos fueron regresados en el marco del programa “Permanecer en México” del gobierno de Donald Trump.
Instituto Madre Asunta (The New York Times)
Esto se puede ver con claridad con lo que pasa en el Instituto Madre Asunta, un refugio para familias migrantes ubicado al sur de la frontera. Este lugar ha superado más de tres veces el número de personas para las que fue diseñado.
Estamos haciendo todo lo posible para alojar a 140 personas, pero solo tenemos 44 camas”, asegura Adela Contini, la monja que dirige el instituto, quien también sugirió que la cantidad de migrantes que llegan a la frontera de EU podría estar disminuyendo.
La nueva política exige el regreso de los migrantes a territorio mexicano, con el objetivo de evitar que los solicitantes de asilo permanezcan por años en Estados Unidos en espera de la resolución de los procesos judiciales de inmigración.
La política estadounidense de devolver a las personas hacia México y la presión sobre el gobierno de ese país para que detenga la migración están teniendo un gran impacto”, explicó Daniel Bribiescas, abogado de inmigración en Tijuana.
Según datos del Instituto Nacional de Migración de México (OIM), más de 18 mil migrantes incluidos solicitantes de asilo, han regresado a Tijuana y otras ciudades desde la implementación de la política.
Esta medida se enfocó de forma prioritaria en lo centroamericanos que, zona de donde provienen la mayor cantidad de migrantes que desde 2014 han cruzado México en busca de refugio en Estados Unidos.
Como parte de la estrategia mexicana, 20 mil efectivos de la recién formada Guardia Nacional han sido desplegados en las fronteras sur y norte de México.
Los elementos han interceptado autobuses que viajan a lo largo de los principales corredores de migrantes y arrestado a migrantes que no cuentan con documentación que acredite que pueden permanecer de forma legal en el país.
Para garantizar su retorno a Guatemala y Honduras, la OIM inició a proporcionar un servicio de autobús gratuito desde Ciudad Juárez. La semana pasada comenzó a funcionar este servicio.
La mayoría de migrantes han afirmado que no pueden pagar los 3 mil pesos que cuesta el boleto de autobús de regreso a su casa, pues ya han gastado todo su dinero en pagar a los contrabandistas que los llevaron a Estados Unidos.
Expertos afirman que la estrategia de que los migrantes permanezcan en México los pone en peligro, pues las ciudades mexicanas fronterizas son a menudo inseguras.cmo