En los dos primeros años de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador se ha mantenido la letalidad de los soldados, en los enfrentamientos con el crimen organizado, como parte de las tareas de seguridad que realizan.
Documentos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) muestran que, en cuatro mil 995 enfrentamientos que tuvieron los militares con grupos criminales, entre 11 de enero de 2007 y el 31 de diciembre de 2020, han muerto cinco mil 42 supuestos infractores y 42 civiles más ajenos a los hechos perdieron la vida en el fuego cruzado.
En los dos primeros años de la administración de López Obrador, los registros oficiales consultados por La Silla Rota indican que, entre el 1 de enero de 2019 y el 31 de diciembre de 2020, se registraron 502 enfrentamientos.
En estos, murieron 430 supuestos agresores, 75 más resultaron heridos y 307 fueron detenidos en distintos estados del país. Además, ocho civiles ajenos a los hechos perdieron la vida. En el caso del Ejército, durante el mismo periodo, se reportan 17 bajas y 140 lesionados.
De acuerdo con las mediciones internacionales para conocer la letalidad de instituciones de seguridad, los datos de la Sedena revelan que, por cada civil detenido en la administración del presidente López Obrador, murieron 1.4 supuestos agresores; mientras que, por cada atacante lesionado, fueron asesinados 5.7 más y, por cada militar muerto, murieron 25.2 supuestos integrantes del crimen organizado.
Al comparar el mismo periodo (los dos primeros años de gobierno) de los sexenios anteriores, los datos indican que, en la administración de Enrique Peña Nieto, por cada civil detenido, murieron 1.3; mientras que, por cada agresor lesionado, fueron asesinados 7.57 más y, por cada militar muerto, murieron 17.46 agresores.
En el caso de Felipe Calderón Hinojosa, los registros de la Sedena muestran que, por cada infractor detenido, murieron 0.21; por cada atacante lesionado, murieron 2.3; mientras que por cada soldado abatido perdieron la vida 0.30.
Las muertes de los 430 supuestos agresores durante enfrentamientos con el Ejército se han registrado en 18 entidades del país, principalmente en Tamaulipas, 252 abatidos; Michoacán, 50; Guerrero, 28; Zacatecas, 24; Coahuila, 23, Chihuahua, 14 y Sonora, nueve.
Los datos consultados por La Silla Rota indican que, durante esta administración se han documentado distintos enfrentamientos en los que perdieron la vida más de 10 personas en un solo hecho.
Uno de ellos fue el 15 de octubre en Iguala, Guerrero, donde murieron 14 personas. Un segundo fue el 30 de noviembre de 2019 en Villa Unión, Coahuila, donde se reportaron 19 agresores muertos. El 12 de octubre de 2020 murieron 12 personas más en Calera, Zacatecas.
Durante este sexenio se han iniciado distintas carpetas de investigación por el abuso de los elementos en los operativos. Una de ellas fue agosto de 2020, cuando, en un enfrentamiento en Nuevo Laredo, Tamaulipas, entre militares y presuntos integrantes de la delincuencia organizada, se ordenó matar a un civil que estaba vivo. Las indagaciones incluyen a más de 30 soldados.
En julio del mismo año, en Nuevo Laredo, tres personas secuestradas fueron asesinadas por los militares. Los soldados reportaron que las tres víctimas formaban parte de una organización del crimen organizado.
En septiembre de 2019, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) inició una investigación por la muerte de ocho personas en Nuevo Laredo, Tamaulipas. El múltiple homicidio fue descrito como un “enfrentamiento”. En los hechos participaron elementos de la Sedena, así como del gobierno de esa entidad.
El caso más reciente es el homicidio de Elvin Mazariegos Pérez, originario de Guatemala, quien ingresó a territorio nacional para comprar víveres. La persona fue privada de la vida por los militares en la comunidad Bacantón, municipio de Mazapa de Madero, en Chiapas, en marzo pasado.