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Fideicomisos, en la mira de la 4T;útiles pero hay corrupción: expertos

Los fideicomisos han sido usados por distintas administraciones por su opacidad, advierten especialistas, quienes piden antes que desaparecerlos sean revisados

Escrito en NACIÓN el

Dolores Padierna lo reconoce. “La iniciativa se metió a la congeladora”. Se refiere a su propuesta legislativa sobre fideicomisos que presentó el 20 de marzo. El objetivo, asegura a La Silla Rota, era proveer de dinero al gobierno federal para enfrentar la crisis económica y la emergencia sanitaria. Pero será descongelada: hoy el presidente López Obrador pidió al Congreso su apoyo para desaparecer los fideicomisos.

Cuando la legisladora presentó su iniciativa, así justificó su propuesta. “Presento una iniciativa a nombre de Morena que tiene como propósito extinguir los fideicomisos para enfrentar la crisis de salud y económica creada por la pandemia del covid 19… Se propone reformar y derogar diversas disposiciones a 14 leyes, abrogar una y extinguir 44 fideicomisos… Aclaro que se extingue el fideicomiso, pero no se suspende el objeto de su creación”, precisó.

Un par de días bastaron para que le llovieran “jitomatazos”: del sector cinematográfico, reporteros, defensores de derechos humanos, científicos y otros, quienes defendieron que sus fideicomisos no podían desaparecer así nomás. Las consecuencias mediáticas obligaron a los coordinadores de Morena en el Congreso (Mario Delgado y Ricardo Monreal) salir a declarar que la iniciativa quedaba congelada hasta no llevarla a un parlamento abierto para su análisis.

-¿Qué fue lo que ocurrió diputada?, se le pregunta.

Lo que observo es que solo vieron una hoja de la iniciativa, el cuadro donde viene la lista de fideicomisos y la otra columna que dice se extingue. Si se redujeron a eso, pues se alarmaron y no leyeron el resto que dice que los fondos no desaparecen, pero quedan bajo el control y administración pública federal.

-¿Se fue usted por la libre con esta iniciativa, diputada?

No. En Morena no hacemos nada por la libre (aclara). Soy buena legisladora y me interesa que se precise y aclare. Hay una emergencia económica, y el presidente ha pedido revisar esos fideicomisos, pero no quiere decir que ellos nos enviaron la iniciativa. Es el Legislativo que debe extinguirlos, no el Ejecutivo.

Dos días después, el mandatario le respaldó durante su conferencia mañanera tras asegurar que había un promedio de 250 mil mdp (equivalente a un punto del PIB) dispersos en fondos y fideicomisos. “Imagínense si ese dinero no nos va a ser de utilidad para no endeudarnos”, declaró sonriente.

Padierna cuenta que el 30 de abril al conocer los pre criterios generales de economía y detectar la estrepitosa caída del tema petrolero, “unos cuantos en Morena nos dimos a la tarea de buscar recursos de donde se pueda para que el Ejecutivo tenga eso”, dice. Y que fue entonces cuando revisaron cada fideicomiso y surgió la iniciativa para eliminar “así sea los poquitos que hay, propios de la misma administración, sin justificación de tenerlos ocultos o parados, con eso nos conformamos”, señala.

La ruta legislativa era debatir el tema en un período extraordinario presencial que se contempla convocar la próxima semana con el cambio de semáforo epidemiológico en color naranja. Pero ella no contaba con la “congeladora legislativa”. No obstante, confía en los resultados de los parlamentos abiertos que desde la última semana de mayo se han realizado ya en los temas de deportes, desastres naturales, periodismo y derechos humanos, científicos y cineastas a quienes garantizarán recursos económicos bajo un nuevo esquema: “desaparecer la figura de fideicomisos es el otro debate, los fideicomisos están calificados muy negativamente por la sociedad, que no sean fideicomisos sino tal vez fondos dependientes de la administración pública federal que deben ser auditables.

Una investigación del centro Fundar señaló que en 2017, había 973 mil mdp disponibles en fideicomisos que equivalían al 5.2 por ciento del PIB de 2018 repartidos en cinco bancos. Y precisa que el problema de fondo es no saber con precisión, cita, “cómo y en qué se gastan estos recursos”. 

Padierna repite el mismo argumento y enlista a La Silla Rota qué fideicomisos borrar del mapa. “Los que no tienen destino específico, ni beneficiarios, no tienen ni gente”. Y enlista: uno para servicios de salud que redirigiría a la secretaría de Salud. En la ley de hidrocarburos donde un fideicomiso apoya pequeñas empresas privadas en el sector y otro más dentro de la industria eléctrica, que serían devueltos a Hacienda. Otro para la cooperación internacional “en este momento es más importante la pandemia que tener un dinero guardado para cooperación internacional”, señala.

“El tema de financiera rural que es uno de los fondos más altos. Otro, los cruces ferroviarios, también se va. Uno más, los derechos de aduanas en lugar de dársele a Hacienda no se le da, es un fideicomiso guardado cuando las aduanas reciben un derecho de importación ¿Por qué no se va también a Hacienda? Si hay un lugar de corrupción se llama aduanas”. Y saca cuentas: “tan solo quitando esos dos, ya ganamos porque uno tiene 66 mil mdp y el otro 12 mil mdp”.

¿Exagera Padierna?

Arturo González y Aragón, exauditor Superior de la Federación, sabe de lo que habla cuando asegura, “¡Claro que se debe revisar los fideicomisos a fondo! Y todos aquellos que no cumplan con su misión, que se eliminen y se devuelvan esos recursos a Hacienda”, sostiene. “Pero que sea previo análisis”, advierte. Durante su gestión (2000-2009) narra a La Silla Rota qué encontró. “Había fideicomisos sin estructura ni personal; solo se les asignaba recursos y es cierto, había ahí una gran trampa, eso es verdad ¿eh? Era una manera de desviar recursos sin justificación. Pero también hay fideicomisos buenos que sí cumplían con un fin. Pero no pueden desaparecer todos, tampoco es así. Tiene que hacerse un estudio a fondo para ver quién sí cumple con su objetivo social”.

Leonardo Núñez, especialista en el tema en Mexicanos contra la Corrupción, coincide con el exauditor. “Los fideicomisos son un arma de doble filo: pueden ser extremadamente eficientes para dar patrimonio, certidumbre y eficiencia a la administración pública; pero también convertirse en un espacio para la corrupción y opacidad. Las administraciones anteriores sin duda los utilizaron en exceso como un instrumento para alejarse de la transparencia”, dice, en referencia a que los principales partidos políticos se vieron beneficiados de esa opacidad.

¿Quién fue uno de ellos? González y Aragón lo contó así. “Al inicio de mi gestión los fideicomisos no se podían auditar por el secreto bancario; tuvimos que hacer una gestión legislativa para acabar con eso ¿Sabe quién se escudaba ahí? El exjefe de gobierno, López Obrador y su oficial mayor, Octavio Romero que hoy está en Pemex. Fue una buena batalla. El problema es que cuando lo logramos ya no le tocó a él sino fiscalizar a su sucesor, Marcelo Ebrard, porque las auditorias era anuales”.

Manuel Guadarrama, coordinador de gobierno y finanzas del Instituto Mexicano para la Competitividad, afirma también: “sí, esta figura ha sido usada y abusada a lo largo de distintas administraciones, sí hay falta de rendición de cuentas y transparencia en muchos fideicomisos por no tener estructura ni diseño para un fin específico”. Pero, subraya, no todo es negro. “Hubo avances sobre los informes de finanzas públicas y el estado que guardaban; y muchos de los fideicomisos que existen recibían recursos de su manejo del propio fideicomiso, es decir, de los rendimientos, su manejo y aprovechamiento. No tanto de recibir recursos presupuestales; algunos de ellos eran bastante eficientes, y cumplían fines específicos como los de protección a víctimas, ciencia y tecnología, cine, periodistas y el Fonden para desastres”, enlista.

¿Qué pasó entonces? ¿En qué momento los fideicomisos buenos se trastocaron? Padierna expone sus argumentos y ejemplifica que en la Conade (Comisión Nacional de Deporte) saben de casos de federaciones deportivas que no presentan comprobaciones, presentan facturas falsas e incluso hay becados que no existen. Casi similar, relata, hay en Conacyt (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología) donde también han detectado becados que no existen y viajes no científicos que se han realizado.

“No podemos generalizar”, advierte, “en el caso de los cineastas la preocupación son los compromisos multianuales para seguir haciendo películas que no se hacen en dos meses o un año. Eso es delicado, por eso hay que garantizarles la multianualidad para no someterlos a la incertidumbre. En Conacyt igual: nos explican que una investigación científica no se hace en tres meses y algunas investigaciones tardan años; bueno, les creemos y hay que preservarles también esa multianualidad”.

“Algunos periodistas protegidos nos dicen yo no sé cuándo va a acabar la violencia, si me quitan esta protección ¿De qué voy a vivir? Si estoy en otro país por las amenazas de que soy objeto. Bueno, como la violencia no está próxima a acabarse, también hay que preservarles esa multianualidad. Los deportistas de alto rendimiento: ya los conocemos. Hay que garantizar su beca durante tres años para su preparación, eso se queda también. Nunca estuvo en riesgo. Pero también que quede muy claro que se les va a auditar: aunque sean deportistas reconocidos, nuestros científicos, los cineastas que amamos. Se les va a auditar. Si son orgullo de México, bueno que lo sigan siendo pero que no los opaque nada”.

Entonces ¿eliminar o no fideicomisos?

La postura del investigador Leonardo Núñez es cautelosa. “Tiene una respuesta ambivalente. Es sí y no; sí porque hay algunos que deben revisarse, pero no podemos decir a priori cuáles son. Me parece engañoso presentar una la iniciativa en lugar de proponer una discusión; creo que fue una equivocación adelantar un listado de fideicomisos susceptibles de ser afectados porque ni todos los que son opacos están ahí, ni todos son opacos. Y tampoco es necesariamente cambiar el nombre de fideicomiso a fondo. Lo que se requiere son reglas más transparentes y eficientes para los fideicomisos ya existentes; y abrir al escrutinio los opacos y discrecionales”, propone.

“A mí me parece más bien una iniciativa desafortunada”, expone Manuel Guadarrama. “Si bien la iniciativa va en el contexto de la crisis económica y sanitaria, la realidad es que tiene antecedentes desde 2019 con la ley de austeridad. No termina de convencer que sea específicamente por el tema de la pandemia porque trae la lógica del gobierno federal de aplicar recortes sin un estudio profundo”.

Y precisa “revisamos que en los fideicomisos hay más de 700 mil mdp, calculamos que con los recortes el gobierno tendría aproximadamente acceso a menos de 200 mil millones porque todos los demás fideicomisos están contemplados en leyes (protección a víctimas, cine, presupuesto y responsabilidad hacendaria con el fondo de desastres). Por eso no podrían de machetazo quitar 44 fideicomisos y modificar cuatro más. Creemos que se tiene que retirar la iniciativa porque tampoco queda claro el dinero a qué partida presupuestal en específico se puede apoyar con esos recursos”.

Quizás este experto del IMCO no esté tan errado, pues a pregunta expresa a la legisladora de Morena sobre cuánto dinero podrían recaudar para el gobierno con esta iniciativa, explica, “141 mil mdp es lo que suman estos fideicomisos en su totalidad. Habría que, con las mesas del debate, ir palomeando uno por uno cuáles sí y cuáles no. Y de los cuáles sí, determinar qué fondos quedan y cuáles no, porque hay algunos fideicomisos que tienen recursos privados y eso no lo podemos quitar porque se donó para un determinado fin. Pero lo que es recurso público, ese sí se tiene que averiguar. Pero en aquellos fideicomisos dónde no haya gente a quién consultar, se va a proceder para enviar estos recursos a Hacienda”.

 

fmma