El fentanilo se convirtió en la droga “rey” del 2020. Aunque no fue la sustancia ilícita que más se decomisó el año pasado, sí fue en la que más aumentaron sus aseguramientos.
Durante el 2020, las Fuerzas Armadas decomisaron mil 301 kilos de fentanilo en el país, 1.3 toneladas de droga.
Esto significó un aumento del 486%, casi seis veces más de lo decomisado en 2019, apenas 222 kilos de fentanilo, según los mismos reportes de las Fuerzas Armadas.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tiene claro las razones del aumento en los decomisos de fentanilo en el país y enlista cuatro motivos:
El incremento de la demanda de fentanilo, mayor rentabilidad para las organizaciones delictivas, alta capacidad adictiva en los consumidores y facilidad para su tráfico ilegal.
FENTANILO, EL “REY” DE LA SOBREDOSIS
El fentanilo es un verdadero problema de salud en Estados Unidos, donde se ha declarado una “crisis de opioides”.
De acuerdo con la Administración para el Control de las Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) el fentanilo es la droga que más causa muerte por sobredosis en el país estadounidense.
Tan solo en 2017, 70 mil 237 personas murieron en Estados Unidos por sobredosis, de las cuales el 40% están relacionadas con opioides, como el fentanilo, de acuerdo con datos del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su siglas en inglés).
“El fentanilo es el principal responsable de las muertes relacionadas con opioides sintéticos”, señala la CDC.
El fentanilo en sí es una sustancia letal, si es 100% pura con solo tocarla te puede causar la muerte. En consecuencia, si la dosis de fentanilo consumida es muy alta fácilmente puede provocar sobredosis.
“La alta potencia y los poderosos efectos del fentanilo continúan provocando que los usuarios sufran una sobredosis y mueran en cantidades récord”, asegura la DEA en su Evaluación Nacional de Amenazas de Drogas.
Otra de las razones de su alto consumo es su precio que llega a ser de hasta 3 mil dólares el kilo, prácticamente 3 dólares el gramo.
Mientras que otras drogas como la heroína puede costar, en su estado más puro, más de mil dólares el gramo, la metanfetamina que cuesta alrededor de 60 dólares el gramo o la cocaína que cuesta alrededor de 150 dólares el gramo.
Un motivo más de la crisis ocasionada por el fentanilo es su fácil adicción. De acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), el fentanilo es similar a la morfina pero entre 50 y 100 veces más potente.
Al consumirla, sus efectos incluyen desde felicidad extrema, aletargamiento, náuseas, confusión, estreñimiento, sedación, problemas respiratorios, pérdida del conocimiento, estado de coma y hasta la muerte.
Las personas adictas al fentanilo, señalan los NIH, cuando dejan de consumirlo pueden experimentar varios síntomas de abstinencia que a veces comienzan apenas unas pocas horas después de haber consumido.
Dichos síntomas de abstinencia son dolores en músculos y huesos, problemas para dormir, diarrea y vómitos, escalofríos con "piel de gallina", movimientos incontrolables de las piernas y deseos intensos de consumir la droga.
LOS LEALES AL “REY”
El fentanilo llega a Estados Unidos ya sea en polvo o en píldoras a través de México y China, principalmente.
Desde China lo hace a través del correo internacional y servicios de paquetería. Mientras que desde México se introduce contrabando por su frontera sur.
La principal diferencia entre ambos mercados es la pureza. Mientras que el fentanilo de China cuenta con alrededor de 90% de pureza, el que viene de México lo es en apenas 10%, lo que reduce su letalidad.
El Cártel de Sinaloa y el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) son los principales distribuidores de fentanilo desde México a Estados Unidos, asegura la DEA.
Países de Asia, principalmente China, son los principales aliados de los cárteles mexicanos para la distribución de droga. Desde el continente asiático llega a México el fentanilo o los precursores químicos para crearlo.
El punto de llegada desde Asia a México son los puertos de altura del pacífico, principalmente el de Lázaro Cárdenas, en Michoacán, y el de Manzanillo, en Colima.
Aunque también hay puertos de altura en Puerto Vallarta, Jalisco; Ensenada, Baja California; Guaymas, Sonora; Topolobampo y Mazatlán, en Sinaloa; Acapulco, Guerrero; y Salina Cruz, en Chiapas.
Si lo que llega es el precursor químico y no el fentanilo como tal, se elabora en laboratorios donde en ocasiones los mezclan con otras drogas como la cocaína.
Las operaciones de síntesis y producción de píldoras de fentanilo desmanteladas en México, según la DEA, se han producido principalmente en territorio controlado por el Cártel de Sinaloa.
En 2020, las Fuerzas Armadas aseguraron 175 laboratorios clandestinos, es decir, prácticamente se duplicaron los aseguramientos a comparación del año anterior.
La DEA asegura que California y Arizona son los principales puntos de la frontera por donde cruza el fentanilo. Es decir, del lado mexicano cruzan el fentanilo por Baja California y Sonora.
Aunque también la DEA señala que el CJNG y el Cártel de Sinaloa cruzan droga a través de Nuevo México y Texas, es decir, por Chihuahua y Tamaulipas del lado de México.
Los principales centros de distribución del CJNG en Estados Unidos son las ciudades de Los Ángeles, Nueva York, Chicago y Atlanta. Mientras que para el Cártel de Sinaloa lo son Phoenix, Denver y también Los Ángeles, Chicago y Atlanta.
