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Fallece primera mujer por covid-19 en México; la ayuda nunca llegó

La hija de la fallecida denuncia la omisión del Estado para atender sus problemas de salud de una forma científica y profesional.

Escrito en NACIÓN el

La ayuda del sistema de Salud del Gobierno Federal nunca llegó, y acercarse al sector privado de nada sirvió. La omisión de ambos le costó la vida a María Marta “N”, una mujer de 61 años y habitante de la Ciudad de México, quien después de siete días de ver disminuido su estado de salud, murió el 23 de marzo de una neumonía que se agravó al contraer el virus covid-19. Ella es la primera víctima mujer del virus, y la primera en perder la vida en un hospital privado. 

En entrevista con LA SILLA ROTA, la hija de María Marta “N”, quien pidió omitir su nombre, comentó que nunca recibió respuesta del gobierno de la Ciudad de México y del federal, a pesar que su madre tenía los síntomas de haber contraído coronavirus. 

Ante la falta de respuesta acudieron al hospital ABC, el cual les cobró 25 mil pesos por radiografías y una prueba de covid-19.

María Marta “N” llegó a la Ciudad de México el 17 de marzo de un vuelo proveniente de Europa. Al arribar a territorio nacional, no le aplicaron ningún control de salubridad. Un día después los síntomas comenzaron. 

“El día 16 de marzo arribó mi familia proveniente de Europa, donde habían permanecido resguardados en un hotel durante cuatro días, esperando tener un vuelo que los trajera a México. Llegan el día 16 en el vuelo de Iberia 6403 y al bajar del avión no hubo ningún control sanitario, no hubo ninguna sanitización de sus pertenencias, ni seguimiento alguno. Mi madre se comienza a sentir mal, tiene fiebre, es decir el 17 de marzo, tenía 38 grados de temperatura, pero esa tos era con flema, pero independientemente de ellos, acudimos a un servicio de salud privado en Observatorio, al hospital ABC con la finalidad de darle un acceso pronto al estado de salud de mi madre, una mejor atención", narra la hija.

"Se le practicó (la prueba) por parte de ese nosocomio, la cual nos vendieron y comentaron que tendrían los resultados en el término de 24 a 72 horas para determinar la existencia de coronavirus. Esta prueba se aplicó y hubo una consulta en la que se aplicó oxígeno y después de unas horas, ella sale del nosocomio para resguardarse en su domicilio esperando los resultados de esa prueba”, comenta el familiar de María Marta “N”.


Al esperar los resultados, la salud de María Marta “N” comenzó a agravarse, por lo que su familia mando mensajes al teléfono que anunció el Gobierno Federal para que fuera atendida. Después de contestar un test fue contactada por personal de Locatel y una supuesta doctora de la alcaldía Benito Juárez, quien le prometió que visitaría a su familiar. Hasta el momento, nadie se ha presentado.

“Los resultados no llegan al término del viernes 20 de marzo, por lo cual decidimos comunicarnos al servicio telefónico que difundió el Gobierno de la Ciudad y donde se mencionaba que se daría seguimiento a los casos sospechosos del virus con la finalidad de que las personas que estuvieran contagiadas no se trasladarán a otros lugares y evitaran con ello un posible contagio. Después de la llamada que hicimos, nos comentaron que se contactarían con nosotros con la finalidad de que se aplicará la prueba a mi mamá, así como a mi papá, por ser su pareja directa y tener riesgo de ser portador. No se comunicaron, y al siguiente día mi madre vuelve a amanecer el 21 de marzo con temperatura, nos volvemos a comunicar con Locatel, y nos comentaron que nos iban a llamar, sin embargo, hasta la tarde, nos llamó una persona que se presentó como responsable epidemiológica en Benito Juárez, la doctora Almeldia, quien nos dijo que iban a valorar a mis padres".

"Esto no ocurrió en todo el día, y conforme pasaban las horas mi mamá se comenzó a poner mal, por lo que la trasladamos a un nuevo hospital privado. Al admitirla nos dicen que mi mamá tiene un cuadro de neumonía crítico, y que en ese momento había un mal pronóstico. En ese mismo momento se le volvió a hacer una nueva prueba de coronavirus. Al día siguiente, la salud de mi madre comienza a empeorar. Se le dio un tratamiento de acuerdo a la OMS, pero la neumonía no ceso”, lamenta. 

La salud de María Marta “N” empeoró. Su salud era grave. Horas después de agudizarse su estado clínico, murió en un hospital de la colonia Roma a causa de una neumonía que se agravó por el covid-19.

“El lunes nos marca la doctora para decirnos que se había deteriorado la salud de mi mamá, principalmente de los pulmones, por lo que debían trasladarla a terapia intensiva. Quiero aclarar que mi mamá no tuvo ningún desequilibrio generalizado en ese momento o de otro padecimiento. Mi mamá sí fue diagnosticada por melomamultiple, hace un mes. Estaba en tratamiento, estaba controlada. Ella tenía diabetes por este tratamiento y un daño renal, pero al momento en que mi mamá entra a este hospital privado en la Roma, mi mamá no se descompensó por la diabetes o por un sistema renal. Mi mamá muere por una neumonía que le provoca colapso irreversible", dice.

"Mi mamá muere en un hospital privado, atendida por especialistas, a quienes reconocemos. Cuando ella muere, justo llega el estudio en el que menciona que mi madre era portadora, un día después. Mi mamá fallece a las 5:28 de la tarde, el 23 de marzo de 2020 a sus 61 años y la respuesta del coronavirus que se le aplicó el sábado 21, llegó a las 5:30. En el primer hospital privado de Tacubaya, donde se le practico por primera vez, nos llegó el reporte a las 3:11 de que mi mamá es positiva. Este hospital, el ABC ofreció realizar el estudio y entregar el resultado en un término de 24 a 72 horas, justo el día viernes debía de ser entregado”. 

Un día después de la muerte de su madre, su hija reconoce que tiene temor de haber contraído el virus, por lo que ella, y cerca de 10 familiares que tuvieron contacto con su mamá se encuentran en cuarentena para evitar contagiar a alguien mientras esperan los resultados de las pruebas.

“Toda mi familia se encuentra aislada en lugares directos, por lo menos 10 de nosotros tuvimos contacto con ella. Nosotros buscamos sentirnos bien por el medio privado, por el sistema de salud, porque, por el que ofrece el gobierno federal nos sentimos discriminados, aislados y olvidados al que pedimos ayuda. La muerte de mi mamá no puede quedar, como una más, tiene que ser un hecho que muestra lo omisión del Estado para atender sus problemas de salud de una forma científica y profesional. Las pruebas nos costaron en el ABC 25 mil pesos, por la consulta médica, unas radiografías y oxigeno por dos horas que estuvo internada en ese lugar”.