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Estrategia fallida anti covid en México provocó exceso de mortalidad: estudio

El Institute for Global Health Sciences criticó que el gobierno federal provocó con sus decisiones que México sea el tercer lugar en muertes por covid

Escrito en NACIÓN el

Si México no hubiera tenido una deficiente estrategia contra la covid-19, se podrían haber evitado 190 mil muertes por todas las causas en 2020, señaló el Institute for Global Health Sciences de la Universidad de California (UCSF, por sus siglas en inglés).  Criticó que las acciones que llevó a cabo el gobierno han provocado que el país sea el tercer lugar en decesos por covid y el cuarto en exceso de mortalidad.

En el informe sobre la respuesta de México ante la pandemia de covid-19, el instituto criticó la manera en que se manejó la pandemia de covid-19 en México, al señalar que hubo deficiencias en el modelo de emergencias, así como incapacidad de las autoridades para reconocer errores.

“La falta de controles institucionales y una deliberación independiente en el proceso de toma de decisiones llevó a varios problemas en la respuesta a la pandemia: las autoridades no evaluaron adecuadamente el grado de riesgo emergente, minimizando la amenaza; los funcionarios responsables tomaron decisiones clave basadas en suposiciones sobre el virus, más que por precaución; la toma de decisiones técnicas se vio obstaculizada por injerencia política discrecional”, indicó.

Asimismo, destacó que los funcionarios involucrados en el manejo de la pandemia trataron de evitar la culpa y por lo tanto se mantuvo la tendencia a redoblar sus errores, a esto se sumó que no lograron incorporar medidas basadas en evidencia científica de manera oportuna.

El Instituto de la Universidad de California manifestó que como consecuencia de las fallas en el manejo “México ha sido golpeado por una sola ola que ha fluctuado entre muy altas y niveles extremos de covid-19 sin corregir la política para controlar la transmisión”.

Recordó que México tiene la undécima población más grande del mundo, pero es el tercer país con más muertes por covid-19 reportadas en todo el mundo y que ocupa el cuarto lugar en exceso de mortalidad, ya que hubo 43% más defunciones de las esperadas, mientras que el promedio de otros países es de 17.3%.

“Estimamos que si México se hubiera desempeñado como el país promedio, alrededor de 190 mil  muertes por todas las causas habrían sido evitadas en 2020. Esta cifra no considera el pico de muertes observado en enero de 2021”, resaltó el instituto.

La Universidad de California indicó en su informe que la política de hacer porcas pruebas de diagnóstico del virus Sars-CoV2, que tanto ha defendido el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, socavó la capacidad para detectar los brotes, diagnosticar a los pacientes y controlar la transmisión de la enfermedad.

Detalló que a marzo de 2021, México ocupa el puesto 155 en pruebas por millón de habitantes, de 203 países de los que hay información disponible. Asimismo, dijo que la tasa de positividad se ha mantenido consistentemente en el rango del 30% al 50%, lo que apunta a que hay un importante subdiagnóstico y que la transmisión no está controlada.

Alertó también que los sistemas de vigilancia epidemiológica han subestimado enormemente la carga de covid-19 y que esto a su vez ha sido un obstáculo para que las autoridades tomen decisiones acertadas, con base en datos precisos y oportunos.

“HA HABIDO PROPENSIÓN A ENCUBRIR ERRORES Y USO DE CHIVOS EXPIATORIOS”

En el informe, la Universidad de California señaló 10 aspectos en los que falló el gobierno con el manejo de la pandemia. Uno de ellos es que faltó liderazgo para hacer frente al problema y que la respuesta se fracturó entre el gobierno federal y los gobiernos estatales, así como con otros sectores de la sociedad.

Otro de los problemas que señaló fue la falta de una comunicación clara, prudente y correcta sobre el nivel real de riesgo. El instituto enfatizó que los funcionarios no han podido enviar un mensaje correcto y coherente para reforzar las acciones de salud pública.

Indicó que hubo politización de los mensajes de salud y que “a medida que las circunstancias se deterioraron hubo una propensión a encubrir errores de política y a tener chivos expiatorios, contribuyendo a que hubiera ruido en la comunicación”.

En el informe se señaló también que ni el presidente Andrés Manuel López Obrador ni otros funcionarios predicaron con el ejemplo de cumplir las medidas sanitarias internacionales, que el gobierno partió de suposiciones de que la covid-19 no sería distinta a otras infecciones respiratorias, y que por el temor de que los hospitales se desbordaran, las autoridades pidieron a la gente llevar la enfermedad en su casa a menos que tuvieran síntomas graves, lo que ha provocado altas tasas de mortalidad.

El Instituto explicó que otro aspecto importante en el manejo de la pandemia de covid-19 fue que el gobierno favoreció políticas de bajo costo, a lo que se sumaron las limitaciones económicas, la priorización de las autoridades del bajo gasto público, su decisión de evitar

endeudamiento y la falta de voluntad para suspender los proyectos públicos existentes para liberar los recursos para hacer frente al virus.

Respecto al sistema de salud, el instituto de la Universidad de California mencionó que se encontraba en situación precaria debido a los problemas de enfermedades crónicas, subinversión y los recientes recortes por las medidas de austeridad, a esto se sumó el “desordenado y pobre plan de reestructura” que hizo el gobierno para cambiar el Seguro Popular por el Instituto de Salud para el Bienestar.

En el informe se criticó también que los esfuerzos por ampliar las Unidades de Cuidados Intensivos se vieron afectados porque ni hubo un enfoque integral de prestación de servicios, además, recordó que el gobierno no se preparó para dotar adecuadamente al sistema de salud ni al personal, lo que los puso en riesgo.

Respecto al plan de vacunación contra covid-19, el Institute for Global Health Sciences dijo que no está lo suficientemente detallado y que han surgido preocupaciones sobre el uso partidista-electoral del programa de vacunación, debido al control centralizado de las vacunas y que el proceso no sigue fundamentos claros de salud.