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"Estoy en condición de ayudar, creo debía hacerlo": joven voluntario

El Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” participa en los ensayos clínicos de la vacuna de CanSino Bio

Escrito en NACIÓN el

“Cuando empieza a haber comentarios sobre la prueba (de la vacuna contra covid-19), a mí se me metió la idea de participar, de ayudar de esta forma, como voluntario. Casi es como una responsabilidad moral que uno se empieza a meter en la cabeza de decir, estoy en condición de poder ayudar, creo que debería hacerlo”, enfatizó Ricardo Morales Bonilla, quien esta semana participó en la Fase III de la vacuna de CanSino Bio en la Ciudad de México.

En entrevista con La Silla Rota, el joven de 29 años explicó que este miércoles fue citado en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” para participar en el ensayo clínico, aunque no sabe si recibió la vacuna o el placebo, ya que eso lo determina una computadora y será hasta dentro de un año cuando conocerá qué le aplicaron, aunque con la garantía de que si fue placebo le van a dar la dosis de la vacuna.

Desde que se enteró que se realizarían los protocolos para probar la vacuna en México, Ricardo se decidió a ser de los primeros en levantar la mano para participar. El pasado 11 de noviembre vio el tuit que publicó el canciller Marcelo Ebrard sobre la llegada de 7 mil dosis de la vacuna, entonces comenzó a buscar información para inscribirse.

Algunos días después vio el primer tuit que lanzó el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición para buscar voluntarios e inmediatamente llenó el cuestionario, que es el primer filtro para ver si una persona es candidata o no.

La tarde del martes pasado sonó su celular, al otro lado de la línea estaba la doctora Alejandra Flores del Instituto, quien le dijo que su perfil cuadraba para participar en el ensayo y que ya tenían la cita disponible para que fuera. En ese momento también le enviaron un documento de 18 páginas en el que le explicaron a detalle en qué consiste el protocolo.

“Estaba emocionado, porque es una cosa que quería hacer, el participar y entender desde adentro qué es lo que pasa, era algo que a mí me emocionaba mucho. De inmediato le avisé a mi familia, tanto mi mamá como mi papá se preocuparon un poco, pero les dije que estar dentro de las primeras filas para ayudar, era una cosa muy importante y eso los tranquilizó”, expresó.

EL ENSAYO CLÍNICO DURA APROXIMADAMENTE 3 HORAS

La cita fue al día siguiente, así que el miércoles a las 2:00 de la tarde Ricardo tenía el número 51 de los voluntarios y llegó al Instituto Nacional de Nutrición. En la sala de espera había otras cinco o seis personas y antes que ellos ya habían pasado al protocolo otros grupos de personas.

Al ser cuestionado sobre si sintió miedo, el joven respondió seguro: “Más que miedo, lo que tenía yo era un poco de nervios, de que te cae el 20 de lo que estás haciendo y de ver cómo reaccionas”.

El proceso duró tres horas, tiempo en el que le tomaron muestras de sangre para ver si ya tenía anticuerpos contra covid-19, le hicieron un chequeo médico de rutina, le dieron una plática sobre el protocolo y le aplicaron la vacuna.

"El último paso de todo el proceso fue cuando empezaron a descongelar mi vacuna, eso sucedió a las 3:45, tarda media hora, entonces a las 4:15 me inyectan y yo tuve que permanecer otra media hora en el Instituto hasta las 16:45 para que se aseguraran de que no tenía yo ningún tipo de reacción”, relató.

Sólo he tenido ligero dolor de cabeza, pero no sé si es sugestión, indica.

La vacuna contra covid-19 elaborada por CanSino Bio viene protegida dentro de una caja y es una ampolleta en la que se incluye una etiqueta con el número que se designa a cada voluntario. Una computadora decide aleatoriamente si se le aplicará una dosis o el placebo.

"No es una inyección dolorosa, más allá del piquetito, no es una inyección tardada, como cuando te inyectan alguna sustancia aceitosa. O sea, es un liquidito, es muy muy rápido”, dijo Ricardo, quien salió del Instituto alrededor de las 5:00 de la tarde.

Dos días después de haber participado en el protocolo, Ricardo indicó que ha sentido un ligero dolor de cabeza, pero no está seguro si es sugestión o puede ser una leve reacción asociada a la vacuna.

“El miércoles en la noche sentí un ligero dolor de cabeza, pero no estoy seguro de si realmente es dolor de cabeza o es nada más mi sugestión. Ayer todavía alcancé a sentirme un poquito así, como si me fuese a dar una pequeña gripa, pero vuelvo a lo mismo, yo no sé si es sugestión o si realmente es esto”, declaró.

En caso de que presenten alguna reacción adversa asociada a la vacuna, los voluntarios tienen un seguro médico y se les garantiza la atención en el Instituto Nacional de Nutrición. Además, a lo largo de un año serán monitoreados para ver su estado de salud, cada mes recibirán 52 mensajes de texto y 11 llamadas.

“ES UN COMPROMISO, NO UNA FORMA DE QUE TE VACUNEN ANTICIPADAMENTE”

Ricardo está comprometido con el protocolo de la vacuna de CanSino Bio durante un año, tiempo en el que no sabrá si efectivamente recibió una dosis de la vacuna o un placebo. Además, si en los siguientes meses se aprueban otras vacunas como la de Pfizer, Moderna o AstraZeneca, no podrá recibirlas, porque se alterarían los resultados del ensayo.

Por esa razón, el joven señaló que quienes decidan ser voluntarios lo hagan con la convicción de ayudar en este estudio médico como una forma de combatir al covid-19, y no con la idea de que van a recibir la vacuna antes que los demás.  

"Cuando uno va y después de leer el documento y en qué consiste, sí tienes que estar consciente de que esto no es una manera de obtener la vacuna anticipadamente, si uno cree que ir a participar en el estudio es vacunarse antes que todos los demás, está incurriendo en un error, porque al final el objetivo es ayudar a que podamos entender cómo reacciona el cuerpo a la vacuna, qué pasa a largo plazo y claro, el beneficio es que te puede tocar la vacuna y si no te tocó, también está especificado que cuando se acabe el estudio te van a dar una vacuna en caso de que sea eficaz”, indicó.

Ricardo dijo también que los voluntarios del ensayo son libres de abandonar el estudio cuando quieran, sin tener que justificarse y sin perjuicio alguno, pero esto implica el retraso en la investigación, ya que se pierde información valiosa.

“Una de las cosas es decirle a la gente que no tenga miedo (de participar en el ensayo de la vacuna), porque al final los médicos fueron muy claros, el protocolo es muy claro y hasta este punto es seguro”, destacó.

(djh)