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Estas son las “malformaciones congénitas” del Insabi, según José Narro

De acuerdo con el ex secretario de Salud y ex rector de la UNAM, la discusión no debería centrarse en la desaparición , o no, del Seguro Popular

Escrito en NACIÓN el

Se han detectado dentro del nuevo Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) “numerosas y graves malformaciones congénitas”, consideró el ex secretario de Salud José Narro Roble, para quienes las fallas reportadas por usuarios del nuevo modelo de atención médica a los no derechohabientes son “las consecuencias de una decisión precipitada” del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Este lunes, en su columna para La Jornada, Narro Robles recordó que en agosto pasado seis ex secretarios de Salud hicieron llegar al presidente y al Congreso de la Unión una alerta sobre las consecuencias de la desaparición del Seguro Popular. 

“En particular, detalla, de hacerlo sin los estudios necesarios, sin contar con los mecanismos de sustitución y con la prueba del funcionamiento correcto del Insabi. Se enfatizó lo erróneo de utilizar los recursos del FPGC (Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos) para fines distintos y de volver la página atrás y regresar a la centralización de los servicios”, escribe.

Ello, luego de puntualizar que el Seguro Popular -”que arrancó con problemas importantes, muchos de los cuales se corrigieron al paso del tiempo”-, antes de desaparecer, contaba con 53 millones de afiliados, así como un catálogo de cobertura de 294 servicios y 66 enfermedades graves, mientras que el FPGC ascendía a 90 mil millones con viabilidad de atención hasta 2025.

“La respuesta varió del silencio del Congreso a la descalificación vulgar del secretario del Salud. Ahora, la gente empieza a pagar las consecuencias de una decisión precipitada. Debo decir que esto es sólo una cara del problema, la realidad es más delicada. En la Secretaría de Salud desafortunadamente campean, entre los altos funcionarios, la ineptitud, la ignorancia y la soberbia. Para no reconocer sus fallas, acuden con simpleza a los expedientes de la corrupción, de un supuesto sabotaje, de campañas de de­sorientación y de lo mal que todo estaba”, ahonda el también ex rector de la UNAM.

(José Narro Robles, secretario de Salud durante el sexenio de Enrique Peña Nieto)

 

DESABASTO

En este sentido, asegura que el desabasto de medicamentos, la carencia de reglas de operación del Insabi o la falta de información por parte del gobierno, “son resultado de los errores, omisiones, ocurrencias y falta de planeación de las autoridades y no de su lucha contra la corrupción (que habría que aplaudir si existiera)”. 

No obstante, el ex funcionario señala que los más afectados serán los pacientes y sus familiares; al recordar las protestas y reclamos al sector Salud durante 2019.

“Basta recordar las de padres de niños con cáncer; las de orden laboral; las de residen­tes, pasantes, internos y directores de institutos nacionales; las de pacientes con VIH-Sida, y la propia renuncia del director general del IMSS”.

En adición, considera, “se ha engañado al Presidente al decirle que faltan 200 mil médicos y otro tanto de enfermeras y que necesitamos la universidad de la salud de la Ciudad de México, instancia improvisada, sin los académicos y las instalaciones necesarias”. 

“Mienten a la sociedad cuando aseguran que antes de que finalice este año toda la población recibirá servicios gratuitos e integrales en los tres niveles de atención, con todos los medicamentos y procedimientos requeridos. También lo hacen cuando pretenden desconocer los avances en la salud de nuestra población. La realidad es que los servicios están peor que hace 13 meses, que el tiradero lo están haciendo ellos, que no se avanza al sistema nórdico que prometieron y que vamos de regreso a uno superado. La verdad es que, una vez más se les ponchó la llanta. El verdadero problema es que ponen en riesgo la vida de las personas”.

DISCUSIÓN EQUIVOCADA

Por otro lado, la discusión suscitada tras la entrada en vigor del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) con que el gobierno de AMLO impulsó la desaparición del Seguro Popular, debería centrarse en “los temas fundamentales de la salud”. 

“En el centro del debate deberían estar el diseño y organización de un Servicio Nacional de Salud que forme parte del Sistema Universal de Seguridad Social; la descentralización y el financiamiento de los servicios de salud; el gran tema de los recursos humanos; las enfermedades de la pobreza, las crónicas y los grandes retos para la salud de los mexicanos; la salud mental y las adicciones; o los problemas de salud de las mujeres, de niñas, niños y jóvenes, de las personas con discapacidad y de los pueblos originarios, por mencionar sólo algunos”, concluye. 



(diego joaquín)